Por Gustavo Rodríguez
15 Octubre 2012
GOLPEADOS. Los jugadores "decanos" ingresan al vestuario con la cabeza gacha después de haber perdido. Los simpatizantes se agolparon en la tela para mostrarles su apoyo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Problemas al por mayor. Durante la semana, Ricardo Rodríguez decidió jugarse en serio. Sacó su carpetita, estudió los nombres en el plantel y cambió más de medio equipo con el propósito de encontrar la fórmula y conseguir un triunfo tranquilizador. Una victoria categórica que le permitiera espantar todos los fantasmas que asustan a todos. No lo logró y Atlético comenzó a caerse en la tabla del promedio del descenso.
Del equipo base que venía jugando, sólo Santiago Ladino, Deivis Barone, Diego Barrado y Luis Rodríguez sobrevivieron. Los otros siete hombres, por expulsiones o por cuestiones tácticas, rindieron un examen. Y lo preocupante es que no todos lo aprobaron. Con las entradas de Líder Mármol y Edgardo Galíndez la defensa logró ser más agresiva, por más que le hayan convertido tres goles (dos de ellos en offside). Gabriel Méndez tuvo más actitud para ponerse el traje de conductor y Juan Manuel Cobelli demostró que pelea más que Federico Almerares, pero sigue sin convertir.
No convencieron Leandro Collavini -César Montiglio es más útil y, a pesar de que muchos lo resista, tiene más despliegue- y Diego Cálgaro, que estuvo perdido en el campo -quedó claro que Matías Ballini es titular indiscutido-.Ezequiel Cacace nada pudo hacer en los tres tantos que le marcaron.
A los problemas futbolísticos, se suma otra dura realidad. Al "decano" le señalaron 11 goles en los últimos cuatro encuentros, pero lo más preocupante es que en sólo un partido no le convirtieron tantos (en el triunfo por 3 a 0 sobre Ferro).
Ayer los correntinos no sólo afianzaron su paternidad sobre el "decano" (de cinco encuentros ganaron cuatro y sólo empataron uno), sino que además, lo dejó entre los peores promedios del certamen. El mismo que tiene Deportivo Merlo, con el que consiguió un triunfo milagroso que ahora se cotiza muchísimo.
Del equipo base que venía jugando, sólo Santiago Ladino, Deivis Barone, Diego Barrado y Luis Rodríguez sobrevivieron. Los otros siete hombres, por expulsiones o por cuestiones tácticas, rindieron un examen. Y lo preocupante es que no todos lo aprobaron. Con las entradas de Líder Mármol y Edgardo Galíndez la defensa logró ser más agresiva, por más que le hayan convertido tres goles (dos de ellos en offside). Gabriel Méndez tuvo más actitud para ponerse el traje de conductor y Juan Manuel Cobelli demostró que pelea más que Federico Almerares, pero sigue sin convertir.
No convencieron Leandro Collavini -César Montiglio es más útil y, a pesar de que muchos lo resista, tiene más despliegue- y Diego Cálgaro, que estuvo perdido en el campo -quedó claro que Matías Ballini es titular indiscutido-.Ezequiel Cacace nada pudo hacer en los tres tantos que le marcaron.
A los problemas futbolísticos, se suma otra dura realidad. Al "decano" le señalaron 11 goles en los últimos cuatro encuentros, pero lo más preocupante es que en sólo un partido no le convirtieron tantos (en el triunfo por 3 a 0 sobre Ferro).
Ayer los correntinos no sólo afianzaron su paternidad sobre el "decano" (de cinco encuentros ganaron cuatro y sólo empataron uno), sino que además, lo dejó entre los peores promedios del certamen. El mismo que tiene Deportivo Merlo, con el que consiguió un triunfo milagroso que ahora se cotiza muchísimo.
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