11 Octubre 2012
"El aumento es una barbaridad. En Tucumán casi no consumimos productos que se hagan aquí. Semejante incremento tendrá un impacto en el precio que pagarán los ciudadanos", dijo Silvia Elías de Pérez, UCR.
El esmero puesto por el oficialismo para defender la cesión de recursos de la Caja Popular de Ahorros al Poder Ejecutivo contrastó con el silencio masivo a la hora de justificar la segunda suba del año en la alícuota que rige para el impuesto a los Ingresos Brutos.
Sólo el alperovichista Armando "Cacho" Cortalezzi tomó la palabra para leer el despacho de la comisión de Hacienda y Presupuesto con las modificaciones propuestas a la Ley Impositiva. La iniciativa aprobada anoche eleva del 1,4% al 3,5% la alícuota para unas 400 actividades productivas y, a su vez, modifica los plazos para la prescripción del cobro de los tributos adeudados. El vicepresidente de la Cámara, además, aclaró que se había retirado del dictamen el artículo que habilitaba a los jueces a dictar embargos preventivos.
"Aparecen como magnánimos cediendo algo, cuando en realidad tienen otros intereses", le retrucó José Páez (Democracia Cristiana). Ricardo Bussi, en tanto, apeló a la ironía para cuestionar el incremento fiscal. "No sorprende que se hayan vaciado las gradas porque es difícil que un tucumano aplauda una suba de impuestos. Tampoco me gustaría estar en el zapato de los oficialistas que tienen que avalarla. Esto es un sablazo al bolsillo de los tucumanos, afecta la seguridad jurídica y habla de la improvisación del Gobierno", arremetió el presidente de Fuerza Republicana.
El macrista Alberto Colombres Garmendia insistió en que quien terminará pagando todos los aumentos será el ciudadano común. "Estamos por aprobar un aumento más importante que el que se aprobó en marzo. Esto impactará entre el 100 y el 150% en actividades que no se realizan en la provincia. Por ejemplo, en la carne o en los productos avícolas. No se entienden este tipo de medidas más aún cuando la recaudación subió un 36%", enfatizó.
La radical Silvia Elías de Pérez consideró que el alperovichismo escogió el peor camino. "Estamos aumentando un poco más del 60% en tributos que son altamente distorsivos. Esto es lo peor que se puede hacer si se quieren atraer inversiones a la provincia. Quién estará dispuesto a invertir en una provincia que en menos de un año cambia tres veces las reglas de juego. Es una aberración", planteó.
Otro radical, Federico Romano Norri, aseguró que Tucumán incrementará su presión fiscal. "Con esta modificación se triplicará la presión impositiva para las actividades rurales y para otras actividades productivas", advirtió, para luego alertar sobre las "gravísimas" consecuencias en la economía. El concepcionense Roberto Sánchez (UCR) fue tajante: "estamos por votar ingresos que se hacen bajo la fachada de una promoción industrial". Luego, se refirió al impacto de la suba en las alícuotas a los Ingresos Brutos. "No caben dudas de que es una medida recaudatoria y que se va a trasladar al consumidor", denunció.
Ningún oficialista rebatió las críticas opositoras a la segunda modificación anual a la Ley Impositiva. En marzo, el alperovichismo llevó al 3,5% la alícuota para las actividades comerciales.
Al final se votó la Ley de Promoción Industrial, norma que, según el PE, tornará inocuo el incremento de Ingresos Brutos: aquellas firmas que elaboren sus productos en la provincia pagarán una alícuota diferenciada. Sin embargo, varios opositores recordaron que existe una ley de incentivo que había sido impulsada por Fernando Juri en 2007, y halagaron los términos de esa norma.
La votación terminó 39 a cinco (García, Páez, Elías de Pérez, Sánchez y Romano Norri). Bussi y Colombres Garmendia apoyaron la iniciativa. El macrista fue protagonista de las chanzas: si bien había adelantado que tenía opiniones encontradas, a la hora de votar fue persuadido por los gestos del alperovichista Guillermo Gassenbauer. Desde una banca cercana, el ex secretario del Gobernador, José Alperovich, le pedía su voto afirmativo. Entre las bromas, parlamentarios nombraron a Gassenbauer nuevo jefe de la bancada macrista.
Sólo el alperovichista Armando "Cacho" Cortalezzi tomó la palabra para leer el despacho de la comisión de Hacienda y Presupuesto con las modificaciones propuestas a la Ley Impositiva. La iniciativa aprobada anoche eleva del 1,4% al 3,5% la alícuota para unas 400 actividades productivas y, a su vez, modifica los plazos para la prescripción del cobro de los tributos adeudados. El vicepresidente de la Cámara, además, aclaró que se había retirado del dictamen el artículo que habilitaba a los jueces a dictar embargos preventivos.
"Aparecen como magnánimos cediendo algo, cuando en realidad tienen otros intereses", le retrucó José Páez (Democracia Cristiana). Ricardo Bussi, en tanto, apeló a la ironía para cuestionar el incremento fiscal. "No sorprende que se hayan vaciado las gradas porque es difícil que un tucumano aplauda una suba de impuestos. Tampoco me gustaría estar en el zapato de los oficialistas que tienen que avalarla. Esto es un sablazo al bolsillo de los tucumanos, afecta la seguridad jurídica y habla de la improvisación del Gobierno", arremetió el presidente de Fuerza Republicana.
El macrista Alberto Colombres Garmendia insistió en que quien terminará pagando todos los aumentos será el ciudadano común. "Estamos por aprobar un aumento más importante que el que se aprobó en marzo. Esto impactará entre el 100 y el 150% en actividades que no se realizan en la provincia. Por ejemplo, en la carne o en los productos avícolas. No se entienden este tipo de medidas más aún cuando la recaudación subió un 36%", enfatizó.
La radical Silvia Elías de Pérez consideró que el alperovichismo escogió el peor camino. "Estamos aumentando un poco más del 60% en tributos que son altamente distorsivos. Esto es lo peor que se puede hacer si se quieren atraer inversiones a la provincia. Quién estará dispuesto a invertir en una provincia que en menos de un año cambia tres veces las reglas de juego. Es una aberración", planteó.
Otro radical, Federico Romano Norri, aseguró que Tucumán incrementará su presión fiscal. "Con esta modificación se triplicará la presión impositiva para las actividades rurales y para otras actividades productivas", advirtió, para luego alertar sobre las "gravísimas" consecuencias en la economía. El concepcionense Roberto Sánchez (UCR) fue tajante: "estamos por votar ingresos que se hacen bajo la fachada de una promoción industrial". Luego, se refirió al impacto de la suba en las alícuotas a los Ingresos Brutos. "No caben dudas de que es una medida recaudatoria y que se va a trasladar al consumidor", denunció.
Ningún oficialista rebatió las críticas opositoras a la segunda modificación anual a la Ley Impositiva. En marzo, el alperovichismo llevó al 3,5% la alícuota para las actividades comerciales.
Al final se votó la Ley de Promoción Industrial, norma que, según el PE, tornará inocuo el incremento de Ingresos Brutos: aquellas firmas que elaboren sus productos en la provincia pagarán una alícuota diferenciada. Sin embargo, varios opositores recordaron que existe una ley de incentivo que había sido impulsada por Fernando Juri en 2007, y halagaron los términos de esa norma.
La votación terminó 39 a cinco (García, Páez, Elías de Pérez, Sánchez y Romano Norri). Bussi y Colombres Garmendia apoyaron la iniciativa. El macrista fue protagonista de las chanzas: si bien había adelantado que tenía opiniones encontradas, a la hora de votar fue persuadido por los gestos del alperovichista Guillermo Gassenbauer. Desde una banca cercana, el ex secretario del Gobernador, José Alperovich, le pedía su voto afirmativo. Entre las bromas, parlamentarios nombraron a Gassenbauer nuevo jefe de la bancada macrista.