Declararon las niñas que estuvieron desaparecidas en Monteros

Las hermanas de 8 y 12 años, que estuvieron desaparecidas durante tres días en Monteros, declararon anoche en la sede judicial de la ciudad sureña, mediante el sistema de cámara Gesell, luego de que fueran encontradas deambulando por una calle céntrica. Los detalles de los testimonios aún no fueron divulgados por la Justicia.

Así lo informó el comisario Jorge Chocobar, jefe de la Zona III de la Unidad Regional Oeste de la Policía, quien señaló que anoche los médicos forenses también revisaron a las menores, por órden del fiscal Jorge Ariel Carrasco, quien interviene en la causa. "Aún no se conoció el informe final, pero se cree que estarían en buenas condiciones", adelantó.

Luego de movilizar casi un centenar de policías y de vecinos, las niñas fueron halladas ayer a la tarde por el prosecretario de la Fiscalía de Instrucción de la II Nominación de los tribunales locales, Mario De La Barra. "Caminaban por la calle 24 de Septiembre, cerca del puente sobre el arroyo El Tejar. La mayor parecía asustada, mientras que la más pequeña no demostraba nada. Se las ubicó luego de un llamado telefónico que recibimos de un vecino", puntualizó el funcionario judicial.

Secuencia incompleta
La mayor de las hermanitas salió en bicicleta el lunes a las 7.15 desde su casa de la Villa Brava a 2,5 kilómetros al oeste del municipio), para llevar a la Escuela Especial a la más chica. En la mitad del trayecto se pinchó una rueda del rodado. Por esa razón, lo dejó en la vivienda donde trabaja una hermana más grande.

Según la versión que brindó A.G.M. (34), la mamá de las niñas, la nena mayor, luego de la demora, decidió no acercar a su hermanita hasta la escuela, ya que se había hecho tarde. Entonces ambas se trasladaron hasta la casa de la abuela L.J.A., ubicada en el barrio Matadero.

Allí estuvieron hasta las 17, cuando la mujer les ordenó a las niñas que regresaran a su hogar. Debían caminar más de tres kilómetros. Esa noche no llegaron a Villa Brava. Al otro día se las vio cerca de la escuela de Manualidades. A partir de ahí se perdieron sus rastros. Lo curioso es que sus padres denunciaron la desaparición recién el miércoles en la seccional local.

El comisario Julio López confió en encontrar con vida a las menores y no ocultó sus sospechas de que el caso pudiera tener vinculación con las condiciones de vida precaria y de riesgo que evidencia la familia. La casa en la viven está ubicada en una cortada de ladrillos, cerca del río Mandolo. Se trata de un reducido y precario ambiente.

La pieza, levantada con ladrillos y techo de chapas, tiene apenas unos seis metros cuadrados en los que hay tres camas. La pared del fondo está levantada hasta la mitad y el resto se cubrió con plástico. En las próximas horas, los investigadores avanzaran en base a los datos de las declaraciones que brindaron las nenas. LA GACETA ©