04 Octubre 2012
SIN DATOS. Alfonso Severo fue visto anoche, por última vez. FOTO TOMADA DE PLAZADEMAYO.COM
BUENOS AIRES.- La noticia empezó temprano a circular por las redes sociales y disparó una honda preocupación: un testigo en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra no aparece desde anoche. La Policía, que ya lo busca en todo el país. Este mediodía, la Bonaerense encontró el auto con el que había salido.
Alfonso Severo, un trabajador ferroviario que tenía que declarar hoy en el juicio contra José Pedraza y otros 16 imputados, había recibido llamadas intimidatorias en los últimos días, según contó su hijo y reprodujo el portal Infonews.
"Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador", contó Gastón, hijo de Severo, al portal Plazademayo.com.
Severo -vestía un pantalón de jean, camisa y zapatos, y no tenía problemas de salud, según refirió su familia- salió de su casa en la noche a las 22.30 a bordo de un auto Renault Clío negro, chapa HGA-137, y nunca llegó a la casa de su nieto.
El testimonio de este trabajador de Ferrobaires es de vital importancia porque, según la querella, puede comprobar los vínculos de la cúpula de la Unión Ferroviaria con el régimen de tercerización laboral que imperaba en el ferrocarril, contra el cual protestaba Ferreyra junto a otros trabajadores el 20 de octubre de 2010 cuando fue asesinado a manos de una patota.
El ministerio de Seguridad, a través de la subsecretaria Cristina Caamaño, ya tomó cartas en el asunto para encontrar el paradero del testigo. (Especial)
Alfonso Severo, un trabajador ferroviario que tenía que declarar hoy en el juicio contra José Pedraza y otros 16 imputados, había recibido llamadas intimidatorias en los últimos días, según contó su hijo y reprodujo el portal Infonews.
"Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador", contó Gastón, hijo de Severo, al portal Plazademayo.com.
Severo -vestía un pantalón de jean, camisa y zapatos, y no tenía problemas de salud, según refirió su familia- salió de su casa en la noche a las 22.30 a bordo de un auto Renault Clío negro, chapa HGA-137, y nunca llegó a la casa de su nieto.
El testimonio de este trabajador de Ferrobaires es de vital importancia porque, según la querella, puede comprobar los vínculos de la cúpula de la Unión Ferroviaria con el régimen de tercerización laboral que imperaba en el ferrocarril, contra el cual protestaba Ferreyra junto a otros trabajadores el 20 de octubre de 2010 cuando fue asesinado a manos de una patota.
El ministerio de Seguridad, a través de la subsecretaria Cristina Caamaño, ya tomó cartas en el asunto para encontrar el paradero del testigo. (Especial)
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