Por Federico Diego van Mameren
02 Octubre 2012
Nunca se quisieron. Compartieron un gobierno. Formaron parte del mismo equipo y tuvieron un amigo en común: Julio Antonio Miranda. Este hacía malabarismo para que entre uno y otro no saltaran chispas. José Alperovich -entonces ministro de Economía- y Carlos Cisneros -en aquella época, titular de la Caja Popular- sólo coincidían en advertirle a Miranda que uno y otro eran nocivos para el gobierno o para el peronismo. A Miranda, las cosas se le fueron de las manos y la tensión entre el senador y el bancario llegó a denuncias entre ambos.
Cuando Alperovich fue electo gobernador, Cisneros se convirtió en dirigente nacional de la Bancaria. Durante nueve años dio la sensación de que reinaba un respeto mutuo. Ni se mencionaron. Es más, en algunas cuestiones hubo un trato deferente.
La tregua se terminó. Ayer Cisneros fue duro. La intervención del alperovichismo en el Club Caja Popular fue el justificativo para que se interrumpiera la paz.
Mientras se construye un frente gremial peronista -pero opositor- no se define si Alperovich tendrá re-re. Por las dudas, Cisneros atacó a la candidata a sucederlo.
Con tensiones como estas, no se auguran días tranquilos.
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