27 Septiembre 2012
POLEMICA. Cristina defendió su postura con la prensa ante estudiantes y profesores de la Universidad de Georgetown ayer. REUTERS
NUEVA YORK/WASHINGTON, Estados Unidos.- La confrontación entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la prensa crítica argentina está resultando en un ambiente de polarización que pagan tanto los ciudadanos, que no reciben información objetiva, como el propio periodismo, que acaba "desacreditado", advirtió hoy el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés).
"La credibilidad del periodismo está en juego, mientras que los medios de cada grupo dedican cada vez más espacios informativos a descalificarse", alerta el informe sobre la situación de la prensa argentina publicado hoy en Nueva York.
"Los ciudadanos argentinos no pueden confiar en que la prensa gráfica y los medios audiovisuales les brindarán información objetiva sobre temas cruciales para la vida nacional como la corrupción, la inflación, la delincuencia, la seguridad de la infraestructura, la desaceleración del crecimiento económico y la posibilidad de que Kirchner se postule para un tercer período presidencial", agrega.
Para el coordinador para las Américas del CPJ, Carlos Lauría, uno de los desafíos más graves que afronta la prensa del país sudamericano es su "dependencia de la publicidad oficial".
"El gobierno de Fernández de Kirchner debe dejar de discriminar a los grupos mediáticos que critican la administración", reclamó Lauría, que a la par llamó al Congreso argentino a promover una legislación que "limite la autoridad discrecional del gobierno en la adjudicación de la publicidad oficial".
Según destaca el CPJ, el informe halló que la presidenta "se ha aprovechado de las herramientas económicas a su alcance", como la retención de la publicidad como represalia por informaciones antigubernamentales, especialmente de su "principal adversario", el Grupo Clarín. Por el contrario, reprocha a la gobernante, ha "recompensado fuertemente" a aquellos medios que le dan al ejecutivo una cobertura favorable.
Con todo, el CPJ no sólo tira de las orejas al ejecutivo argentino. La "implacable" respuesta a la administración Kirchner por parte de los medios críticos ha llevado a la desacreditación de todo el campo periodístico, afirma la organización.
"En la Argentina de hoy en día, algunos periodistas mantienen el silencio por miedo a ser catalogados como enemigos del gobierno, mientras que otros dedican sus esfuerzos a desacreditar a colegas. El resultado es que la cobertura periodística está sufriendo", denunció Lauría.
El informe se conoce a pocas horas de que la propia Fernández de Kirchner acusó a la prensa argentina de no ser independiente y de comportarse de forma agresiva contra ella, según dijo durante una charla con estudiantes en la Universidad Georgetown de Washington.
"Cuando un periodista me pregunta le respondo, es cierto que a algunos no les gusta cuando no les respondo lo que ellos quieren", afirmó la mandataria, y a continuación dijo que es la presidenta "más descalificada, más insultada y más agraviada" del país.
Sus palabras fueron una respuesta a la pregunta de un estudiante que quería saber por qué estaba dispuesta a hablar ante la audiencia universitaria de Washington pero no daba ruedas de prensa en su país. (DPA)
"La credibilidad del periodismo está en juego, mientras que los medios de cada grupo dedican cada vez más espacios informativos a descalificarse", alerta el informe sobre la situación de la prensa argentina publicado hoy en Nueva York.
"Los ciudadanos argentinos no pueden confiar en que la prensa gráfica y los medios audiovisuales les brindarán información objetiva sobre temas cruciales para la vida nacional como la corrupción, la inflación, la delincuencia, la seguridad de la infraestructura, la desaceleración del crecimiento económico y la posibilidad de que Kirchner se postule para un tercer período presidencial", agrega.
Para el coordinador para las Américas del CPJ, Carlos Lauría, uno de los desafíos más graves que afronta la prensa del país sudamericano es su "dependencia de la publicidad oficial".
"El gobierno de Fernández de Kirchner debe dejar de discriminar a los grupos mediáticos que critican la administración", reclamó Lauría, que a la par llamó al Congreso argentino a promover una legislación que "limite la autoridad discrecional del gobierno en la adjudicación de la publicidad oficial".
Según destaca el CPJ, el informe halló que la presidenta "se ha aprovechado de las herramientas económicas a su alcance", como la retención de la publicidad como represalia por informaciones antigubernamentales, especialmente de su "principal adversario", el Grupo Clarín. Por el contrario, reprocha a la gobernante, ha "recompensado fuertemente" a aquellos medios que le dan al ejecutivo una cobertura favorable.
Con todo, el CPJ no sólo tira de las orejas al ejecutivo argentino. La "implacable" respuesta a la administración Kirchner por parte de los medios críticos ha llevado a la desacreditación de todo el campo periodístico, afirma la organización.
"En la Argentina de hoy en día, algunos periodistas mantienen el silencio por miedo a ser catalogados como enemigos del gobierno, mientras que otros dedican sus esfuerzos a desacreditar a colegas. El resultado es que la cobertura periodística está sufriendo", denunció Lauría.
El informe se conoce a pocas horas de que la propia Fernández de Kirchner acusó a la prensa argentina de no ser independiente y de comportarse de forma agresiva contra ella, según dijo durante una charla con estudiantes en la Universidad Georgetown de Washington.
"Cuando un periodista me pregunta le respondo, es cierto que a algunos no les gusta cuando no les respondo lo que ellos quieren", afirmó la mandataria, y a continuación dijo que es la presidenta "más descalificada, más insultada y más agraviada" del país.
Sus palabras fueron una respuesta a la pregunta de un estudiante que quería saber por qué estaba dispuesta a hablar ante la audiencia universitaria de Washington pero no daba ruedas de prensa en su país. (DPA)
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