23 Septiembre 2012
Desde el gobierno, la directora del Programa Integrado de Salud del Siprosa, Sandra Tirado y el secretario de Salud de la Provincia, Fernando Avellaneda, refutan la metodología que propone Fernando Longhi. Un eje de su cuestionamiento son los datos brutos de descenso en la mortalidad en la población de hasta menos de cino años, que indican que en 2003 hubo 233 fallecimientos en esa población, y en 2008, 177.
En diálogo con LA GACETA, la doctora Tirado señaló que la tasa de mortalidad en Tucumán de uno a casi cinco años es de 0.5 por mil, como la media país. "En el 2000 empieza a ascender la mortalidad en menores de cinco años, en 2003 empieza a descender ; ahora estamos en 15.7, cuando habíamos llegado a 27 por mil. En menores de cinco años, sigue siendo una causa muy importante la prematurez, lo neonatal. Con causas no siempre evitables, ya que hay un 1.1 de promedio mundial de prematuridad independientemente del sistema sanitario que se tenga. La OMS establece que cada vez hay más prematuros, tanto por la edad materna en adolescentes como en mayores de 30. Y la prematurez extrema bajó en Tucumán un 41%", indicó Tirado.
Los funcionarios destacaron que en las principales causas de muerte en la franja analizada (prematurez extrema, síndrome de dificultad respiratoria de recién nacido, malformación congénita, malformación congénita múltiple y neumonitis) hubo descensos muy significativos en todos los casos.
"Aún cuando la franja neonatal es la más vulnerable, la mortalidad por causa infecciosa en Tucumán (respiratoria y diarrea) en la franja de 1 a menos de 5 años bajó de 31.9 en 2001 al 7 por mil en 2010, después de implementado el programa IRA. En las enfermedades de la pobreza hay un componente social muy importante; pero esto ha ido mejorando porque hay un sistema que funciona en red. Tucuman es la provincia que más descenso tuvo en la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias", afirmó Avellaneda.
También reconocieron que fenómenos como los asentamientos, que generan movilidad, son un gran desafío para el sistema sanitario. Y añadieron que desde 2008 hay entre 50 y 60.000 chicos que son controlados por el sistema. "Nuestra mayor fortaleza es que hay una cobertura importante; sin embargo, no es total; todavía encontramos núcleos muy duros de exclusión histórica sobre los que hay que seguir trabajando en forma integral, no sólo en la parte sanitaria", dijo Avellaneda.
En diálogo con LA GACETA, la doctora Tirado señaló que la tasa de mortalidad en Tucumán de uno a casi cinco años es de 0.5 por mil, como la media país. "En el 2000 empieza a ascender la mortalidad en menores de cinco años, en 2003 empieza a descender ; ahora estamos en 15.7, cuando habíamos llegado a 27 por mil. En menores de cinco años, sigue siendo una causa muy importante la prematurez, lo neonatal. Con causas no siempre evitables, ya que hay un 1.1 de promedio mundial de prematuridad independientemente del sistema sanitario que se tenga. La OMS establece que cada vez hay más prematuros, tanto por la edad materna en adolescentes como en mayores de 30. Y la prematurez extrema bajó en Tucumán un 41%", indicó Tirado.
Los funcionarios destacaron que en las principales causas de muerte en la franja analizada (prematurez extrema, síndrome de dificultad respiratoria de recién nacido, malformación congénita, malformación congénita múltiple y neumonitis) hubo descensos muy significativos en todos los casos.
"Aún cuando la franja neonatal es la más vulnerable, la mortalidad por causa infecciosa en Tucumán (respiratoria y diarrea) en la franja de 1 a menos de 5 años bajó de 31.9 en 2001 al 7 por mil en 2010, después de implementado el programa IRA. En las enfermedades de la pobreza hay un componente social muy importante; pero esto ha ido mejorando porque hay un sistema que funciona en red. Tucuman es la provincia que más descenso tuvo en la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias", afirmó Avellaneda.
También reconocieron que fenómenos como los asentamientos, que generan movilidad, son un gran desafío para el sistema sanitario. Y añadieron que desde 2008 hay entre 50 y 60.000 chicos que son controlados por el sistema. "Nuestra mayor fortaleza es que hay una cobertura importante; sin embargo, no es total; todavía encontramos núcleos muy duros de exclusión histórica sobre los que hay que seguir trabajando en forma integral, no sólo en la parte sanitaria", dijo Avellaneda.
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