05 Septiembre 2012
SALEROS. Sacarlos de la mesa de los bares generó un debate social que involucró a mucha gente.
"La mayoría sabe que el sobrepeso es malo, que comer mucha sal no es bueno, que fumar no es bueno. Sin embargo, nos está faltando llevar ese conocimiento a la práctica. Insisto en que no hay una toma de conciencia llevada a la práctica", reflexionó el doctor Marcelo Orias.
El especialista admite que en este asunto existe una culpa compartida entre la sociedad, que no hace hincapié en estas cosas sino que se enfoca en cuestiones más triviales; y los médicos, que todavía no han podido ser efectivos en transmitir el mensaje de manera que la gente realmente se motive y cambie sus hábitos. Otra cuota de responsabilidad la adjudicó a los gobiernos, porque deben difundir el mensaje en forma masiva y generar medidas y programas que faciliten el cambio de conducta. "Si desde los Gobiernos provincial o nacional se establece que los enlatados no pueden tener más de determinado porcentaje de sal, eso ayudará. La idea de sacar los saleros de las mesas de bares y restaurantes fue muy cuestionada y de dudosa eficacia. Sin embargo, fue la primera vez que se planteó algo de esa naturaleza. Y lo más importante fue que la norma generó un debate social que estábamos necesitando. Tenemos que instalar estos temas para que la gente se interese y los analice", enfatizó Orias.
El especialista admite que en este asunto existe una culpa compartida entre la sociedad, que no hace hincapié en estas cosas sino que se enfoca en cuestiones más triviales; y los médicos, que todavía no han podido ser efectivos en transmitir el mensaje de manera que la gente realmente se motive y cambie sus hábitos. Otra cuota de responsabilidad la adjudicó a los gobiernos, porque deben difundir el mensaje en forma masiva y generar medidas y programas que faciliten el cambio de conducta. "Si desde los Gobiernos provincial o nacional se establece que los enlatados no pueden tener más de determinado porcentaje de sal, eso ayudará. La idea de sacar los saleros de las mesas de bares y restaurantes fue muy cuestionada y de dudosa eficacia. Sin embargo, fue la primera vez que se planteó algo de esa naturaleza. Y lo más importante fue que la norma generó un debate social que estábamos necesitando. Tenemos que instalar estos temas para que la gente se interese y los analice", enfatizó Orias.
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