02 Septiembre 2012
Cuenta la leyenda que hace muchos años, tal vez más de 100, una joven hermosa sufría porque su padre quería obligarla a casarse con un hombre que no amaba. Una noche la muchacha decidió terminar con su dolor y se quitó la vida en la planta alta de su casa, ubicada en General Paz al 100. Tiempo después la vivienda fue cedida al Estado para que allí funcione la Dirección de Estadísticas y Censos. Haciendo números y revisando estudios demográficos, una tarde el director de la repartición, José Ruiz, vio una imagen extraña a través de la ventana de su oficina. "Era el fantasma de una joven con traje de época. Llevaba un vestido amarillento, ancho y con mangas cortas. Tenía el pelo rizado, rubio", describió. Ya había escuchado a otros empleados hablar del espectro que se aparecía por el edificio, así que rápidamente se levantó para verle el rostro. Pero en pocos segundos la imagen se esfumó. "Tres empleados más de aquí la han visto varias veces, caminando por los pasillos o en la biblioteca. También se escuchan ruidos y movimientos de muebles en la planta alta, en momentos en que no hay nadie trabajando", resaltó. "No tengo miedo ni me molesta su presencia; tampoco afecta el trabajo que hacemos -comentó-. Nos preocupa que se trate de un alma en pena, que no puede descansar en paz. Por eso, estamos averiguando el nombre de la joven para hacerle una misa".