10 Agosto 2012
GIMNASIA. Kohei Uchimura ganó oro y plata en Londres 2012.
Sven Busch - DPA
LONDRES.- La gran ofensiva asiática en los Juegos se está volviendo inquietante. China sigue adelante de forma impresionante con su plan de asumir la cima del medallero. Pero el avance de Corea del Sur también es sistemático. Y también Japón y Kazajstán sorprenden con sus éxitos y aspiraciones.
La relación de fuerzas se amplió en los Juegos Olímpicos de Londres. Tras 220 de las 302 competiciones, prácticamente una de cada tres medallas de oro fue para Asia. "Este continente tiene, como en lo político y lo económico, un papel cada vez más importante en el deporte. Hay una orientación y una concentración muy clara al rendimiento y eso lleva a focalizarse en la obtención de medallas", analizó el vicepresidente del COI Thomas Bach.
La delegación china, integrada por 396 personas, avanza brillantemente con el encargo de hacerse con el mayor oro posible. Quiere superar lo que hizo en Pekín 2008, donde cosechó 100 medallas. En Londres, cuando quedan tres días de competencia, ya sumó 80.
Tras el rendimiento supuestamente inexplicable de la nadadora Ye Shiwen, de 16 años y que mejoró su marca personal en siete segundos, la prensa mundial planteó abiertamente la siguiente pregunta: ¿Planea la cúpula deportiva china hacerse con el poder por todos los medios? La respuesta oficial de atletas y responsables: entrenamiento, disciplina y una cantera de talento prácticamente inagotable en una población de más de 1.300 millones de habitantes.
Los surcoreanos justifican su progreso con el apoyo de grupos industriales. Detrás del éxito del astro de la natación Park Tae Hwan, por ejemplo, hay todo un equipo, un fisioterapeuta, un entrenador personal y el entrenador australiano Michael Bohl.
"La meta más importante del equipo en estos cuatro años de proyecto fue convertir a Park en el mejor nadador de los 400 metros", explicó el manager del grupo SK Telecom, Ahn Jee Hwan que confirmó que su empresa invirtió unos U$S 1,7 millones para sostener a este equipo independiente.
Incluso disciplinas nada populares en Corea del Sur como atletismo, tiro, esgrima o lucha son impulsadas por empresas. Así, la tiradora Kim Jang Mi, de 19 años, logró oro con pistola en su debut olímpico. Los surcoreanos avanzaron mucho en la investigación científica para impulsar el rendimiento. No sólo cuentan con uno de los principales patrocinadores del COI, Samsung, para concretar sus ambiciones.
A través de una fundación estatal para la promoción del deporte, se entregan generosas recompensas por los éxitos. Los ganadores de medalla tienen derecho a una renta de por vida. El que cosecha oro, por ejemplo, recibe U$S 1.000 por mes.
Japón espera hacerse con los Juegos Olímpicos de 2020, para los que Tokio es considerado favorita en su pelea con Estambul y Madrid.
También en Kazajstán el Estado se presenta como un socio fuerte del deporte. Después de todo, con grandes hazañas deportivas es fácil distraer a los habitantes del país del centro de Asia de sus problemas cotidianos. Cada victoria olímpica es premiada con un cheque de casi U$S 250.000. Hasta ahora, llevan seis medallas de oro. Al mundo occidental sólo le queda asombrarse con tanta eficiencia. (DPA)
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