Armá tu propio botiquín de hierbas naturales

Armá tu propio botiquín de hierbas naturales

Tres herboristeros tucumanos señalan las plantas cuya eficacia para tratar ciertos males fue comprobada con la práctica. Algunas precauciones son fundamentales.

Armá tu propio botiquín de hierbas naturales
10 Agosto 2012
"Lo que para nosotros es una costumbre ancestral, para los europeos es parte de la corriente new age. El empleo de medicinas naturales para curar y -sobre todo- prevenir enfermedades está creciendo muchísimo en el mundo entero, y en nuestra provincia cobró un nuevo impulso entre los jóvenes desde hace unos cinco años, aproximadamente", afirma Sergio Stern, licenciado en administración de empresas y tercera generación de herboristeros.

Para él, como para todos los vendedores del rubro y los consumidores, evitar los medicamentos procesados químicamente y volcarse por lo natural constituye una filosofía de vida. Ellos defienden su efectividad, a pesar de saber que son muy pocos los médicos que se vuelcan por estos tratamientos.

En las herboristerías hay plantas, semillas, raíces y frutos para darles batalla a todos -o casi todos- los males. Algunos son viejos conocidos y su poder es prácticamente indiscutido, como algunas de las hierbas que se usan hace miles de años para favorecer la digestión; otras, en cambio, empezaron a incorporarse en los últimos tiempos, acompañadas por estudios que certifican su eficacia y que siguen rigurosos controles, al igual que los medicamentos que se venden en las farmacias. Y todos, los nuevos y los viejos, pueden empezar a entrar en nuestro botiquín e incorporarse a la vida cotidiana.

"Por supuesto que las hierbas son para afecciones leves. Nosotros no le podemos decir a un enfermo terminal que con una planta se va a curar y que se olvide del médico. Esto es un acompañamiento", aclara Stern.

"La constancia en el consumo y los cambios en la alimentación son fundamentales para que esto funcione. También depende de cada persona: por ejemplo, si alguien es dependiente de las pastillas para los nervios, seguramente un tecito de valeriana no le hará nada", advierte José Guzmán, herboristero desde hace 22 años.

Actualmente, en los negocios del rubro se encuentran no solo las hierbas en su estado natural sino también cápsulas, comprimidos y tinturas, entre otras presentaciones. Según Stern, en la mayoría de los casos no tiene que ver con la concentración o la eficacia sino en la practicidad para el consumo. Pero otros, como el herboristero Sergio Flomembaum, siguen defendiendo a muerte las hierbas al natural para preparar infusiones. Lo cierto es que en sus locales la circulación de clientes es incesante. Algunos llegan buscando el producto que ya conocen y de cuya eficacia dan fe, pero otros van en procura -nada menos- que de una nueva vida.

Sanadoras

1- Vías respiratorias
El ambay (o ambaí) es una hierba típica de América tropical y subtropical. Es muy efectiva para curar catarros, como expectorante, antitusivo, y antiasmático. Los vahos con hojas de eucalipto también son muy usados en este tipo de afecciones y suelen tener un efecto casi inmediato.

2- Inflamaciones/dolores
La manzanilla es la más recomendada para las inflamaciones internas y externas. Como infusión combate cólicos hepáticos, reumatismos y neuralgias; en baños de asiento disminuye las hemorroides y en enjuagues las inflamaciones bucales y de la garganta.

3- Sistema digestivo
Son muchísimas las hierbas que ayudan a la digestión, entre ellas el poleo, el burro, la peperina. Se pueden tomar en infusiones después de las comidas o agregar la hierba al mate, por ejemplo. La alcachofa, la carqueja, el boldo y el romero, además, son protectores hepáticos.

4- Hígado graso
El cardo mariano es uno de los mejores aliados para desintoxicar el hígado. Se prepara una infusión con sus semillas o se consumen 30 gotas de tintura, tres veces al día. Su principio activo es la silimarina, que viene en cápsulas para cuadros más severos de hígado graso.

5- Sistema nervioso
Los cuadros de ansiedad, nerviosismo e incluso pánico se pueden controlar con hierbas conocidas como el tilo, la pasionaria (pasiflora), valeriana y la melisa. En menor grado, las digestivas como la carqueja, el cedrón, manzanilla, menta y romero contribuyen a calmarnos.

6- Control del azúcar
Las hojas del arándano están siendo muy utilizadas por sus efectos hipoglucemiantes, por lo que resulta un buen complemento para los diabéticos. El sarandí tiene un efecto similar. Con todo, es fundamental mantener la alimentación indicada y el tratamiento médico.

7- Vías urinarias
En este caso, lo que más están recomendando los herboristeros es el fruto del arándano, que además de tratar las infecciones urinarias, es antioxidante. Para ayudar a disolver cálculos o como diurético se utilizan la cola de caballo, yerba meona y rompepiedra.

8- Energizantes
La maca peruana es otro boom del momento y está siendo muy utilizada como energizante natural. Según el herboristero Sergio Stern está reemplazando al ginseng, que en algunos casos puede producir taquicardias. La jalea real es otro de los energizantes favoritos.

9- Circulación/varices
El ginko biloba es utilizado para mejorar la irrigación sanguínea al cerebro, pero al activar el sistema circulatorio es también beneficioso para las várices. El castaño de la India, hamamelis y la centella asiática también son indicados como flebotónicos y antihemorroidales.

10- Antioxidantes
Las hierbas y alimentos antioxidantes retrasan el envejecimiento de las células y son muchas las que muestran esta propiedad. El té verde es uno de los más recomendados, podés consumir cómodamente dos o tres tazas por día, ya que viene en saquitos.

11- Laxantes
Las hojas de sen son un poderoso laxopurgante que no debe usarse durante el embarazo. También cumplen esta función, aunque de una manera más leve, la verbena y el diente de león. Las frutas como la ciruela o los mix que vienen comprimidos en tabletas también contribuyen.

12- Colesterol
Las semillas de chía, contenedoras de aceite omega 3, disminuyen el colesterol y los triglicéridos. Se puede consumir las semillas con las comidas, el aceite puro en ensaladas o las cápsulas que contienen aceite, depende de la severidad del caso.

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