21 Julio 2012
La pregunta es: "¿por qué las mujeres de 40 o 50 años se han volcado a comprar este libro?" Ana Von Rebeur (foto), autora de "Sirenas salvajes y seductoras" y "¿Por qué cuernos me engañaste?", entre otros títulos sobre mujeres, hombres y relaciones, ensaya varias respuestas.
Contrario a lo que se podría pensar, las mujeres a los 40 son más sexuales que antes. "Las jovencitas ven al sexo como una amenaza. Les cuesta saber si alguien se interesa por ellas de verdad o porque quiere tener sexo. Las primeras relaciones son traumáticas o con tipos que no las contienen. A los 40 sos más segura", explica.
"En algunos casos el relato erótico -señala la escritora- acerca un mundo que nos estamos perdiendo". Es la oportunidad de sentir cosas, de decir: ¡estoy viva! En definitiva, el sexo es como un músculo que si no ejercitás se atrofia. "Muchas mujeres dejan de tener sexo a cierta edad y llenan eso con labor social, se vuelcan a los nietos, salen", apunta.
Las palabras actúan en las mujeres más que las imágenes. "Los varones para calentarse son más visuales, por eso ven pornografía. En cambio, a nosotras nos gustan las palabras, que nos digan cosas lindas. Cuando alguien me pregunta: '¿cómo hago para enamorarla?' Yo les digo: '¡escribile!'".
¿Sirve para avivar el fuego en la pareja? "Definitivamente", dice Ana. En las parejas en las que la intimidad se ha enfriado, un texto puede enderezar las cosas o, por lo menos, plantear un: "¿qué está pasando aquí?".
El juego, la apertura y las fantasías pueden levantar la temperatura. "Yo les digo a las mujeres que si su pareja no las registra, les hagan sentir algo de celos -indica-. Eso es bueno. Y si no pasa nada, entonces, que los dejen. Siempre hay que saber que el que viene será mucho mejor".
Contrario a lo que se podría pensar, las mujeres a los 40 son más sexuales que antes. "Las jovencitas ven al sexo como una amenaza. Les cuesta saber si alguien se interesa por ellas de verdad o porque quiere tener sexo. Las primeras relaciones son traumáticas o con tipos que no las contienen. A los 40 sos más segura", explica.
"En algunos casos el relato erótico -señala la escritora- acerca un mundo que nos estamos perdiendo". Es la oportunidad de sentir cosas, de decir: ¡estoy viva! En definitiva, el sexo es como un músculo que si no ejercitás se atrofia. "Muchas mujeres dejan de tener sexo a cierta edad y llenan eso con labor social, se vuelcan a los nietos, salen", apunta.
Las palabras actúan en las mujeres más que las imágenes. "Los varones para calentarse son más visuales, por eso ven pornografía. En cambio, a nosotras nos gustan las palabras, que nos digan cosas lindas. Cuando alguien me pregunta: '¿cómo hago para enamorarla?' Yo les digo: '¡escribile!'".
¿Sirve para avivar el fuego en la pareja? "Definitivamente", dice Ana. En las parejas en las que la intimidad se ha enfriado, un texto puede enderezar las cosas o, por lo menos, plantear un: "¿qué está pasando aquí?".
El juego, la apertura y las fantasías pueden levantar la temperatura. "Yo les digo a las mujeres que si su pareja no las registra, les hagan sentir algo de celos -indica-. Eso es bueno. Y si no pasa nada, entonces, que los dejen. Siempre hay que saber que el que viene será mucho mejor".
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