15 Julio 2012
BUENOS AIRES.- Dirigentes del kirchnerismo admitieron que apostarán a debilitar al camionero Hugo Moyano en los próximos meses hasta dejarlo en la mayor soledad frente a la convocatoria de los gremios que buscarán el 3 de octubre elegir al metalúrgico Antonio Caló para pelear la representatividad legal de la CGT.
Ahora, la próxima jugada -dicen en el kirchnerismo-, será una batalla judicial entre la CGT de Moyano y la futura de Caló, por conseguir la legalidad de la representación de la central obrera oficial.
Desde el oficialismo aseguraron que de acuerdo a la Ley de Asociaciones Profesionales, la convocatoria hecha por el moyanismo es clandestina porque no está autorizada por el Ministerio de Trabajo y admitieron que el Gobierno reconocerá como válido al congreso de la CGT del próximo 3 de octubre, lo que abriría entonces una batalla judicial.
En ese marco, el sector que liderará Caló junto a "los gordos" e "independientes" tiene previsto reclamar la sede de la calle Azopardo y la representación oficial de la CGT, mientras imaginan a Moyano liderando una central obrera opositora como ya lo hizo durante fines del menemismo con el MTA, en lo que se prevé una batalla judicial y política en el mediano plazo.
"A quién tiene Moyano como aliados: la Uatredel 'Momo' Venegas y Camioneros son los únicos gremios importantes, el resto, Canillitas, Panaderos, Dragado y Balizamiento entre otros, no tienen ninguna significación al lado de los gremios más importantes como la Uocra, la UOM, Smata y Comercio que están en la otra", resumió un dirigente del PJ bonaerense.
Las mismas fuentes acusaron a Moyano de empujar la división del movimiento obrero por negarse a una propuesta que le hicieron los gremios aliados a la Casa Rosada para que baje su candidatura y apoye a cambio de la unidad a Juan Carlos Schmid (Dragado).
"Estos meses hasta el congreso del 3 de octubre, es el tiempo que necesitan los gordos e independientes para terminar de destruir a Moyano", señalaron desde el oficialismo tras anticipar que le van a operar a dirigentes de todos los gremios aliados para dejarlo en la mayor soledad.
Así lo hicieron, según denunció públicamente el propio Moyano, con el líder de los taxistas, Omar Viviani, mientras el kirchnerismo ya piensa en presionar a los gremios que apoyaron la continuidad del camionero en la CGT en el congreso confederal realizado en el estadio de Ferro. "Moyano no quiso la unidad y eso se lo van a cobrar caro, porque termina dividiendo al movimiento obrero. Una CGT unida y organizada es lo que Perón quería, no un movimiento obrero conducido por caudillos", repiten en el kirchnerismo.
En ese contexto, en el oficialismo acusan al líder camionero de usar a la CGT como trampolín para impulsar un partido opositor a la presidenta, Cristina Fernández, de cara a las elecciones legislativas de 2013.
"Es cantado, está armando un partido político por afuera del peronismo a ver si se lleva los votos de los trabajadores, en una suerte de duhaldismo recargado", especulan en el kirchnerismo y advierten que en esa estrategia, Moyano va a tratar de cargárselos a todos los peronistas disidentes y, si puede, al gobernador Daniel Scioli también. No obstante, dicen no creer que Scioli decida una ruptura con el kirchnerismo en 2013, a pesar de la dura embestida que sufre de la Casa Rosada. Esperan, en especial algunos intendentes del PJ, que haya un acuerdo en el corto plazo entre la Presidenta y Scioli para evitar así una crisis social en el mayor distrito electoral del país que según admiten en el propio oficialismo, terminaría afectando a los gobiernos provincial y nacional por igual".
Apoyo de Macri
En medio de la pelea política en la CGT, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, consideró que es lógico el reclamo de Moyano para que el Gobierno baje la inflación y remarcó que el líder camionero usa el poder que el mismo kirchnerismo le dio. "La inflación castiga a los que menos tienen", dijo en referencia al discurso que brindó el dirigente sindical el último jueves, en el estadio de Ferro Carril Oeste.
"Pero recordemos que para reclamarles, Moyano usa el poder que el mismo kirchnerismo le dio, y ahora eso les molesta", puntualizó. Sostuvo que la energía de los gobernantes debe estar puesta en bajar la inflación, generar empleo y combatir la delincuencia y el narcotráfico, en lugar de enfrascarse en peleas e internas oficialistas. (DyN-NA)
Ahora, la próxima jugada -dicen en el kirchnerismo-, será una batalla judicial entre la CGT de Moyano y la futura de Caló, por conseguir la legalidad de la representación de la central obrera oficial.
Desde el oficialismo aseguraron que de acuerdo a la Ley de Asociaciones Profesionales, la convocatoria hecha por el moyanismo es clandestina porque no está autorizada por el Ministerio de Trabajo y admitieron que el Gobierno reconocerá como válido al congreso de la CGT del próximo 3 de octubre, lo que abriría entonces una batalla judicial.
En ese marco, el sector que liderará Caló junto a "los gordos" e "independientes" tiene previsto reclamar la sede de la calle Azopardo y la representación oficial de la CGT, mientras imaginan a Moyano liderando una central obrera opositora como ya lo hizo durante fines del menemismo con el MTA, en lo que se prevé una batalla judicial y política en el mediano plazo.
"A quién tiene Moyano como aliados: la Uatredel 'Momo' Venegas y Camioneros son los únicos gremios importantes, el resto, Canillitas, Panaderos, Dragado y Balizamiento entre otros, no tienen ninguna significación al lado de los gremios más importantes como la Uocra, la UOM, Smata y Comercio que están en la otra", resumió un dirigente del PJ bonaerense.
Las mismas fuentes acusaron a Moyano de empujar la división del movimiento obrero por negarse a una propuesta que le hicieron los gremios aliados a la Casa Rosada para que baje su candidatura y apoye a cambio de la unidad a Juan Carlos Schmid (Dragado).
"Estos meses hasta el congreso del 3 de octubre, es el tiempo que necesitan los gordos e independientes para terminar de destruir a Moyano", señalaron desde el oficialismo tras anticipar que le van a operar a dirigentes de todos los gremios aliados para dejarlo en la mayor soledad.
Así lo hicieron, según denunció públicamente el propio Moyano, con el líder de los taxistas, Omar Viviani, mientras el kirchnerismo ya piensa en presionar a los gremios que apoyaron la continuidad del camionero en la CGT en el congreso confederal realizado en el estadio de Ferro. "Moyano no quiso la unidad y eso se lo van a cobrar caro, porque termina dividiendo al movimiento obrero. Una CGT unida y organizada es lo que Perón quería, no un movimiento obrero conducido por caudillos", repiten en el kirchnerismo.
En ese contexto, en el oficialismo acusan al líder camionero de usar a la CGT como trampolín para impulsar un partido opositor a la presidenta, Cristina Fernández, de cara a las elecciones legislativas de 2013.
"Es cantado, está armando un partido político por afuera del peronismo a ver si se lleva los votos de los trabajadores, en una suerte de duhaldismo recargado", especulan en el kirchnerismo y advierten que en esa estrategia, Moyano va a tratar de cargárselos a todos los peronistas disidentes y, si puede, al gobernador Daniel Scioli también. No obstante, dicen no creer que Scioli decida una ruptura con el kirchnerismo en 2013, a pesar de la dura embestida que sufre de la Casa Rosada. Esperan, en especial algunos intendentes del PJ, que haya un acuerdo en el corto plazo entre la Presidenta y Scioli para evitar así una crisis social en el mayor distrito electoral del país que según admiten en el propio oficialismo, terminaría afectando a los gobiernos provincial y nacional por igual".
Apoyo de Macri
En medio de la pelea política en la CGT, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, consideró que es lógico el reclamo de Moyano para que el Gobierno baje la inflación y remarcó que el líder camionero usa el poder que el mismo kirchnerismo le dio. "La inflación castiga a los que menos tienen", dijo en referencia al discurso que brindó el dirigente sindical el último jueves, en el estadio de Ferro Carril Oeste.
"Pero recordemos que para reclamarles, Moyano usa el poder que el mismo kirchnerismo le dio, y ahora eso les molesta", puntualizó. Sostuvo que la energía de los gobernantes debe estar puesta en bajar la inflación, generar empleo y combatir la delincuencia y el narcotráfico, en lugar de enfrascarse en peleas e internas oficialistas. (DyN-NA)
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