La Cámpora tuvo "protección" oficial y se ganó el mejor lugar

Si el acto se hubiera llevado a cabo en el Teatro San Martín, seguramente les habrían dado el palco. Los jóvenes ultrakirchneristas de La Cámpora se ubicaron en el mejor lugar, frente al escenario. Sólo a unos pocos metros estaba ella, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La organización y la logística estuvo digitada desde la conducción central de la agrupación, a través de Andrés "El Cuervo" Larroque. Los referentes tucumanos, Jesús Salim (legislador) y Marcelo Santillán (diputado nacional) no participaron de las decisiones, según comentaron a LA GACETA un grupo de dirigentes porteños que se encontraban pegados al escenario central.

A diferencia del amayismo y de otras agrupaciones provinciales, los militantes de La Cámpora no recibieron ninguna ración de comida, según precisaron los organizadores. Sólo agua mineral para paliar el efecto del sol que, pese al invierno, pegaba con fuerza al mediodía. En todo momento desfilaban fardos con botellitas de agua mineral.

A diferencia del año pasado, esta vez los camporistas tucumanos fueron mayoría. En esa oportunidad, dirigentes de Jujuy, Salta y Santiago del Estero habían ayudado a engrosar las columnas. Anoche, los coordinadores locales del camporismo se reunieron para evaluar el efecto de la movilización.

Sus dirigentes aseguran que fueron 2.000 los jóvenes que concurrieron ayer al hipódromo. Pese a estar cerca del escenario, a muchos jóvenes se les hizo casi imposible poder divisar a la Presidenta, a raíz de la cortina de banderas que se levantaba en el horizonte. Los cánticos en favor de Cristina iban acompañados de redoblantes. Cuando le tocó hablar al gobernador, José Alperovich, los muchachos de La Cámpora fueron los únicos que no aplaudieron. Inclusive, el mandatario fue abucheado y silbado en reiteradas oportunidades.

Cuando cerró el acto, los jóvenes cantaron: "es algo que se lleva adentro, somos los soldados de Perón, queremos la liberación, como Evita lo soñó".

Modalidades y bandos separados

La hora señalada fue a las 10.30. Cientos de punteros amayistas comenzaron a abordar los colectivos, ubicados en varios sectores de Villa Amalia.

A las 10.45, los movilizadores barriales arengaban a los militantes a subir a los ómnibus. Les entregaban una ración de comida a cada uno.

A las 11, los colectivos partieron en caravana hacia el Hipódromo. Cada dirigente recibió un chaleco y una bandera con los colores verde, celeste y blanco.

A las 11.20, los punteros amayistas comenzaron a llegar al Hipódromo y poblaron la tribuna norte del predio, destinada únicamente a este sector político.

Paralelamente, unos 2.000 simpatizantes de La Cámpora se ubicaron en el sector central del campo, a metros del palco oficial donde habló la Presidenta.

Pasadas las 13, los militantes que fueron movilizados por el Gobierno esperaban el discurso de Cristina Kirchner. El objetivo estaba cumplido.