06 Julio 2012
FRÁNCFORT.- El dinero es más barato que nunca para los bancos europeos: en una decisión histórica, el Banco Central Europeo (BCE) bajó ayer un cuarto de punto su tasa de interés hasta un nuevo mínimo del 0,75% para estimular el crédito y reactivar la golpeada economía de la zona euro. Es la primera vez que la tasa cae por debajo del 1% desde la introducción del euro en 1999. Los analistas daban por hecho el nuevo recorte ante el enfriamiento de la coyuntura en Europa y el relajamiento de la presión inflacionaria. "Vemos un debilitamiento del crecimiento en toda la zona euro, incluyendo países que no habían sufrido antes", explicó el presidente del BCE, Mario Draghi, para justificar la decisión del Consejo de Gobierno del BCE en Fráncfort. "Esta medida está tomada para ayudar a toda la zona euro, no a países específicos". El italiano admitió que "algunos riesgos se materializaron", incluyendo un crecimiento nulo de la eurozona. Draghi confió una paulatina recuperación en la segunda mitad del año, pero advirtió de que hay factores que podrían frenar esa tendencia, como el alto desempleo.
El BCE también decidió dejar de remunerar los depósitos a un día reduciendo del 0,25 al 0% su tasa. La medida pretende hacer que los bancos muevan ahora los cerca de 800.000 millones de euros que tienen en depósitos de ese tipo.
Por el contrario, Draghi frustró las expectativas de quienes esperaban que el banco arriesgara más y anunciara nuevas medidas no convencionales contra la crisis, como inyecciones de liquidez con vencimiento a largo plazo. El banco ya lanzó dos en diciembre y febrero por más de un billón de euros.
Como se esperaba, el BCE tampoco reactivó el programa de compra de deuda de países en crisis como España o Italia, un paso que sí había recomendado la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. La decepción por la falta de más medidas decepcionó a los mercados y las principales Bolsas del continente cayeron a pique tras las palabras de Draghi. El Ibex de Madrid fue el más perjudicado y cerró con pérdidas de un 2,99%. También cerraron en rojo el Dax de Fráncfort (-0,45%) y el CAC parisino (-1,17%), mientras que el euro cedió un 1,15% y se cotizó a U$S 1,238.
La nueva rebaja de tasas se produce una semana después de la cumbre europea en Bruselas, donde los líderes del bloque acordaron la recapitalización directa de bancos en crisis, un pacto de crecimiento y avanzar hacia la unión bancaria. Además se dio el mismo día en que el Banco de China acordó sorpresivamente bajar también sus tipos y el Banco de Inglaterra anunció una inyección de capital por 50.000 millones de libras.
La coincidencia hizo pensar en una acción coordinada de los bancos centrales, pero Draghi aseguró que "no hubo ninguna coordinación que fuese más allá del normal intercambio de opiniones sobre la situación de la económica global".
El italiano aprovechó su tradicional conferencia de prensa para elogiar los pasos dados en la cumbre de la semana pasada en Bruselas para "hacer frente a las tensiones en los mercados financieros, restaurar la confianza y estimular el crecimiento".
Antes de la reunión del consejo del BCE, algunos analistas advirtieron que una nueva rebaja de tipos dejaría al banco sin más recursos para reaccionar ante la crisis. Draghi lo negó: "No tenemos la sensación de estar quedándonos sin opciones. Tenemos toda nuestra artillería preparada". (DPA)
El BCE también decidió dejar de remunerar los depósitos a un día reduciendo del 0,25 al 0% su tasa. La medida pretende hacer que los bancos muevan ahora los cerca de 800.000 millones de euros que tienen en depósitos de ese tipo.
Por el contrario, Draghi frustró las expectativas de quienes esperaban que el banco arriesgara más y anunciara nuevas medidas no convencionales contra la crisis, como inyecciones de liquidez con vencimiento a largo plazo. El banco ya lanzó dos en diciembre y febrero por más de un billón de euros.
Como se esperaba, el BCE tampoco reactivó el programa de compra de deuda de países en crisis como España o Italia, un paso que sí había recomendado la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. La decepción por la falta de más medidas decepcionó a los mercados y las principales Bolsas del continente cayeron a pique tras las palabras de Draghi. El Ibex de Madrid fue el más perjudicado y cerró con pérdidas de un 2,99%. También cerraron en rojo el Dax de Fráncfort (-0,45%) y el CAC parisino (-1,17%), mientras que el euro cedió un 1,15% y se cotizó a U$S 1,238.
La nueva rebaja de tasas se produce una semana después de la cumbre europea en Bruselas, donde los líderes del bloque acordaron la recapitalización directa de bancos en crisis, un pacto de crecimiento y avanzar hacia la unión bancaria. Además se dio el mismo día en que el Banco de China acordó sorpresivamente bajar también sus tipos y el Banco de Inglaterra anunció una inyección de capital por 50.000 millones de libras.
La coincidencia hizo pensar en una acción coordinada de los bancos centrales, pero Draghi aseguró que "no hubo ninguna coordinación que fuese más allá del normal intercambio de opiniones sobre la situación de la económica global".
El italiano aprovechó su tradicional conferencia de prensa para elogiar los pasos dados en la cumbre de la semana pasada en Bruselas para "hacer frente a las tensiones en los mercados financieros, restaurar la confianza y estimular el crecimiento".
Antes de la reunión del consejo del BCE, algunos analistas advirtieron que una nueva rebaja de tipos dejaría al banco sin más recursos para reaccionar ante la crisis. Draghi lo negó: "No tenemos la sensación de estar quedándonos sin opciones. Tenemos toda nuestra artillería preparada". (DPA)