La Noche de San Juan encendió las barriadas

La Noche de San Juan encendió las barriadas

En numerosas esquinas tucumanas los vecinos se juntaron a celebrar. En Villa 9 de Julio y en Villa Urquiza hubo bandas en vivo y baile popular

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EN VILLA 9 DE JULIO. Mientras ardía el enorme muñeco, la murga Pechando el Camión puso música y baile. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI - OSVALDO RIPOLL EN VILLA 9 DE JULIO. Mientras ardía el enorme muñeco, la murga Pechando el Camión puso música y baile. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI - OSVALDO RIPOLL
25 Junio 2012
"¿Cómo es? ¿Se escriben los deseos en el papel y se lo tira al fuego? A ver, prestemé la libreta", pidió doña Graciela Luber, y entró en confianza. En menos de dos minutos llenó hasta la mitad la hoja, la arrancó y le hizo lugar entre los trapos viejos, muñecos, ramas y más papelitos que estaban a punto de alimentar la fogata de San Juan en la esquina de Juan Posse y 1° de Mayo, en el corazón de Villa 9 de Julio. Por segundo año la casa de teatro La Sodería organizó a la barriada y la convocatoria se duplicó, principalmente con vecinos de la zona que se fueron sumando a la tradicional quema del muñeco.

"Se me hizo largo porque tengo tres nietitos a cargo y quería pedir por ellos, para que estudien. También por mi yerno, para que consiga trabajo y pueda hacer la casa", contó Graciela antes de depositar sus esperanzas en el fuego... que todavía no aparecía.

La libreta, los papeles y las lapiceras prestadas circulaban apresuradas en la ronda de vecinos que, a pesar de que se cruzan todos los días en las calles del barrio, admitían que casi no tienen oportunidad para reunirse a celebrar. Las charlas urgentes comenzaron a bajar el volumen cuando de la casa anfitriona comenzó a latir con fuerza la murga Pechando el Camión, y con ella el muñeco gigante que sería el centro del festejo. Los aplausos apuraron las lapiceras indecisas y el fuego encendió la alegría de los locales y de los visitantes.

A unas 20 cuadras de La Sodería, en Villa Urquiza, otra barriada con todas las letras encendía el fuego. Llamas que el sábado a la noche dejaron atrás todo lo negativo y se alimentaron de los compromisos de cambio que asumió cada uno de los que puso algo en la hoguera. Allí, en el pasaje Rosales al 1.100, por séptimo año se armó el encuentro. Esta vez reunió a unas 500 personas. La Municipalidad se encargó de cortar el tránsito y algunos vecinos, espontáneamente, colaboraron con el festejo.

Siga el baile

En las dos esquinas que más tucumanos convocaron la música comenzó una vez que los muñecos ardieron y quedaron las brasas para calentar la noche. En La Sodería, La Banda del Río Salí ofreció sus cumbias desde la terraza para que bailara todo el barrio. Fue la única banda invitada, por lo que bajarse del escenario fue una misión casi imposible. "Disculpen, pero ya hemos tocado todo lo que sabemos", se excusó uno de los cantantes y la respuesta del público fue, al unísono: "¡empiecen de nuevo entonces!"

Cuando terminó el baile en plena calle, los invitados entraron a la casa de teatro y siguió el festejo con música en vivo, tocada por quien quisiera agarrar los cencerros y tambores.

En Villa Urquiza también se extendió la celebración -mitad pagana, mitad religiosa- con los grupos folclóricos Chamizas, Duendes Copleros, Los Grillos y los solistas Franco Guevara y Christian Romano. Además, bailaron los grupos Strong Dance y Danza evolución. Cuando terminaron de tocar las bandas, el sonidista se olvidó del folclore y desató el baile tropical en la calle. "A las tres tuvimos que cortar, pero si hubiera sido por la gente no se hubieran ido hasta la madrugada", enfatizó uno de los organizadores.

Galería 20 fotos Un joven con una lanza trata de acertara un anillo de suspensión mientras lucha a través de una multitud durante la Fiesta tradicional de Menorca de San Joan (San Juan) en la localidad balear de Ciutadella, España. REUTERS / Enrique Calvo
EN VILLA URQUIZA. Según la tradición, hay que saltar tres veces descalzo la hoguera para purificarse. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni
La Municipalidad se encargó de cortar el tránsito y algunos vecinos, espontáneamente, colaboraron con el festejo. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni
Fe y coraje. En Concepción, en la calle Santa Fe al 300 festejaron la Noche de San Juan con la tradicional caminata sobre las brasas encendidas. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
El coraje de los fieles es cada año más convocante y el encuentro fue una verdadera fiesta popular que duró hasta la madrugada. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
En Villa 9 de Julio. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni
Mientras ardía el enorme muñeco, la murga Pechando el Camión puso música y baile. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni
En Villa 9 de Julio. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni
La fiesta de San Juan Bautista en Manila. Los filipinos celebran la fiesta arrojando agua a los residentes, viajeros y conductores de acuerdo con la tradición del sacramento del bautismo, tal como se realizó por San Juan. REUTERS / Cheryl Ravelo
Un joven acierta al anillo suspendido con su lanza Los jinetes de los caballos representan las diferentes clases de la sociedad de Ciutadella antigua - la nobleza, el clero, artesanos y agricultores. REUTERS / Enrique Calvo
Un jinete se levanta sobre su caballo, rodeado por una multitud que lo vitoreaba en Ciutadella en el centro. REUTERS / Enrique Calvo
Los jinetes de los caballos son los representantes de la sociedad de Ciutadella antigua - la nobleza, el clero, artesanos y agricultores. REUTERS / Enrique Calvo
Acertando al anillo suspendido con la lanza entre la multitud. REUTERS / Enrique Calvo
Cubiertos de barro y hojas secas de plátano, en una ceremonia religiosa la celebración de la festividad de San Juan Bautista en el pueblo de Bibiclat, Nueva Ecija, al norte de Manila. REUTERS / Erik de Castro
Cientos de devotos tomaron parte en esta tradición religiosa anual, que se ha celebrado en la localidad desde 1945. REUTERS / Erik de Castro
La hoguera en una playa , la noche que tradicionalmente es la noche más corta del año en la ciudad española de Málaga, España. Los devotos queman objetos en desuso para pedir deseos a medida que saltan a través de las llamas. REUTERS / Jon Nazca
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