"La información indicaba que a Marita la enviaron a España y luego la trajeron de vuelta"

El traslado a España de las chicas que caían en redes de trata de personas era común. Ramona Alcaraz, una mujer que fue señalada como una de las que realizaba esos viajes llevando mujeres, tenía registrados en la Aduana numerosos viajes. Ese es sólo uno de los datos que el ex comisario Jorge Tobar pudo comprobar durante la instrucción, y que mencionó ayer en el debate oral.

"Recibimos información de que a Marita Verón la había llevado a España Ramona Alcaraz. Se investigó a esta mujer, que viajaba seguido a España; se citó a declarar a su esposo y se ordenó su detención", explicó Tobar. Cuando el Gobierno español la localizó, Alcaraz fue detenida y puesta a disposición de la Justicia Argentina. "No se la trajo porque la causa ya estaba elevada a juicio", manifestó el testigo.

Ayer se cumplió la cuarta jornada en la que declaró el principal investigador que tuvo la causa. Tobar respondió preguntas de los abogados defensores, y ahondó en la pista que afirmaba que Marita fue vendida a una red de tratantes que opera en el país ibérico.

La vinculación

Tobar introdujo la hipótesis que ubica a Marita en España, luego de que le preguntaran por los parientes que la joven tucumana tiene en ese país. "Un hermano de Daniel Verón vive allá. Sólo sé que tenía una buena relación", comentó el ex comisario.

Pero no se quedó allí. Agregó que la información más fuerte que recibieron sobre ese país, era la que indicaba que Irma Lidia Medina y sus hijos habían "enviado" a Marita a España, luego la "trajeron" y se la entregaron a Gonzalo Gómez. "Esto lo había hecho el "Pájaro" Rosas, que era conocido dentro del ambiente como el encargado de vender mujeres en España. Él era la vinculación que tenía la familia Medina con ese país", dijo Tobar.

"Se realizó una investigación bastante profunda, a través de Interpol. Se hicieron varios procedimientos en España, y como consecuencia se rescataron 59 mujeres, la mayoría latinoamericanas", comentó el testigo. Según dijo, el cabecilla de esa organización era un salteño.

La identidad de Silvia

Los defensores también trataron de indagar sobre la prostituta que, según consta en el expediente, brindó la pista de La Rioja. Tobar ya había contado en audiencias anteriores que Verón se había contactado con esa mujer en la zona del parque 9 de Julio. Los abogados quisieron ayer más precisiones.

"Creo que lo acompañaba Daniel Lucena, un amigo. Recorrían la zona de la terminal, porque el último dato que teníamos era que allí se había bajado Marita cuando viajó en el colectivo desde La Ramada", dijo el testigo. En esos recorridos, llegaron hasta una prostituta que dijo llamarse Silvia.El comisario la describió como una mujer gorda, de 1.65 metros de estatura, aproximadamente, cutis trigueño, cabello corto, y que vestía una campera, sobre una blusa finita y una minifalda. "A ella se la veía a menudo en la avenida de los Próceres y Cuba", precisó.

"Nos dijo que su amiga Yanina vio a Marita en los prostíbulos de La Rioja. La vimos una segunda vez, en la que nos dio una foto para identificar a su amiga en La Rioja, y que ella nos llevaría a Yanina", contó el policía retirado.

Las preguntas de los defensores a Tobar sobre este tema fueron precisas, ya que a partir de este testimonio surgió la primera detención, y los posteriores viajes a La Rioja. Sin embargo, en todo el expediente no se identificó a esta testigo por su verdadera identidad, ni se le tomó declaración formal.

Tobar continuará respondiendo las preguntas de los defensores de los imputados riojanos. La esperanza del tribunal es que el ex comisario termine de declarar hoy, cuando se siente frente a los jueces por quinta jornada consecutiva.

Ironías entre abogados

El comisario Detective.- La defensora oficial Marta Toledo se refirió a Jorge Tobar como "comisario detective". El tribunal le llamó la atención, ya que se había advertido del uso irónico que otros defensores habían utilizado antes. El cargo con el que se retiró Tobar es el de comisario inspector. "Disculpe, de verdad lo hice sin intención", dijo Toledo. 

El celador.- Ante varias de las preguntas que realizaba el defensor de Irma Lidia Medina, Jorge Cáceres, el querellante Carlos Varela Alvarez se oponía, argumentando que el comisario Tobar ya había respondido la semana pasada. "Lo que pasa es que el doctor Cáceres no estaba, como el va y viene", dijo Varela Alvarez. El cordobés no se quedó atrás. "El doctor Ventura (sic) parece un celador", manifestó. 

Casi textual.- Cuando el abogado José D'Antona estaba pidiendo una constancia en actas, el defensor Cergio Morfil planteó que, a pesar de que no escribía durante el interrogatorio, el cordobés tenía precisas las declaraciones. "O tiene una buena memoria, o está grabando con un programa que transcribe todo en su I-pad. Si es así, que lo comparta por secretaria, para tener igualdad de armas", dijo Morfil. "El I-pad no graba doctor, pero le puedo prestar mis notas", le contestó D'Antona. 

Para definitiva.- El tribunal resolvió definir en la sentencia definitiva los pedidos que el abogado Hernán Molina había realizado, para detener a varias personas. La excepción fueron los casos de José Medina y René Marchissio. "El tribunal considera que se encuentra abierta una causa respecto a los mismos, incluida en este expediente, y que debe ser resuelta por la Cámara de Apelaciones, por lo que no corresponde hacer lugar", resolvieron los camaristas.