Derecho estrenará su nuevo hogar en julio

Derecho estrenará su nuevo hogar en julio

Las restauración de la Casa Remis y las nuevas estructuras concluirán este mes. Durante las vacaciones se hará el traslado de la Facultad.

CONTRASTE. El bow window del antiguo palacete, de estilo neoclásico, se enfrenta a las nuevas instalaciones. LA GACETA/ FOTOS DE ANALIA JARAMILLO. CONTRASTE. El bow window del antiguo palacete, de estilo neoclásico, se enfrenta a las nuevas instalaciones. LA GACETA/ FOTOS DE ANALIA JARAMILLO.
05 Junio 2012
La organización y el traslado -el corazón de una mudanza- son capaces de crisparle los nervios a cualquiera. Pero para la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán no hay estrés que supere el deseo de estrenar su nueva casa, un hogar que cautiva por el contraste entre la vanguardia arquitectónica de las reformas edilicias y el rescate del pasado.

En 2009 (en diciembre de ese año se colocó la piedra basal), con una inversión inicial de $18,1 millones, comenzó a tomar forma el proyecto del arquitecto Carlos Prieto. El objetivo era integrar la antigua vivienda con un moderno complejo de tres pisos, subsuelo para aulas y biblioteca, y ampliar la capacidad y el confort para el alumnado. Ese sueño está a punto de concretarse, ya que, según las autoridades de la unidad académica, se espera una finalización de obra a fin de este mes, y una posible mudanza durante las vacaciones de julio. Se trasladarán a la restaurada Casa Remis las oficinas del Decanato y las de gestión, mientras que las administrativas continuarán con su labor en el área ubicada en calle Muñecas.

"Vamos a tener el centro de convenciones más importante de los últimos años en Tucumán", se jactan -y con razón- el decano y el vicedecano de Derecho, José Luis Vázquez y Miguel Eduardo Marcotullio.

No hay exageración cuando se habla de cifras exactas: 1.200 personas podrán participar, de manera simultánea y por teleconferencia, de una misma actividad en cinco ámbitos intervinculados. Se trata del aula Belgrano, para 200 personas, remodelada a nueva, con un moderno sistema de accesibilidad y nueva iluminación (tiene una pared vidriada con vista al patio principal, lo que permite la entrada de luz natural); el gran anfiteatro, con una capacidad para 500 personas, que incluye un foyer "forrado" en mármol, salida para artistas y baños con vestuarios (sólo faltan detalles de terminación y la instalación de las butacas); y tres anfiteatros en los niveles superiores (dos tendrán capacidad para 150 butacas cada uno, y otro para 200). Esos espacios están revestidos con material fonoabsorbente, el mismo que utilizan en los estudios de grabación y que impide la reverberación, según explicó a LA GACETA el arquitecto Horacio Abuin, inspector de la obra.

La biblioteca es otro de los sectores destacados de la ex vivienda de los Remis. Entre sus características se encuentra un vidriado hermético con cortinas eléctricas a control remoto y vistas al mayor anfiteatro de la casa.

Por otra parte, también se instalaron salidas de emergencia, un bar (que se ubica en la transición entre lo antiguo y lo nuevo), un sistema de presurización contra incendios, escaleras, rampas y ascensores, espejo de agua en un costado del patio central y sanitarios en diferentes lugares del edificio. "La fecha de entrega depende de la llegada de materiales. Por ejemplo, se demoraron con las placas de revestimiento de mármol, que son importadas", apuntó Luis Bolli, de la firma contratista Beton SRL. Las obras incluyeron un adoquinado en la vereda de la calle 25 de Mayo, se renovó el muro exterior de piedra parís, se eliminaron las aberturas de los aires acondicionados y se unificó la fachada de la Facultad con la del restaurante Lisandro.

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