25 Mayo 2012
PARA EXPORTAR. En los empaques alistan los palletes con cajas de limón. LA GACETA / ARCHIVO
"Nuestras expectativas para esta campaña citrícola es que íbamos a exportar unas 300.000 toneladas (tn), sobre un esquema un 15% superior a lo comercializado en la campaña 2011. Sin embargo, llevamos un atraso del 10% que no se va a recuperar", resumió para LA GACETA el contador Ricardo Quintana, productor citrícola local.
"¿Cuál es la calidad de la fruta que estamos cosechando? Es muy buena, en general, mejor que la de 2011, producto de la sequía que tuvimos que enfrentar. Pero, sí, existe una pérdida, en la cantidad de fruta producida -del 20%-, respecto de la campaña citrícola 2011", se autopreguntó y respondió el empresario.
"Pero esta disminución no es una limitante para el desarrollo de la campaña de fruta fresca; pero sí es una limitante para la fruta que va a industria", precisó.
Los mayores costos y la pérdida de competitividad son dos aspectos que preocupan al sector.
"Estamos sufriendo en la exportación, y en nuestro cultivo en particular, demandante de mano de obra intensiva, con el uso de productos químicos que subieron de precios, más un atraso del tipo de cambio, que complican el panorama, a pesar de los buenos precios externos", resumió Quintana.
En este punto, el productor citrícola reconoció que "hasta el momento no se concretó ninguna de las medidas que anunció el Gobierno nacional -la anunciada sintonía fina-, en cuanto a solucionar los problemas sectoriales que tienen las economías regionales, donde la citricultura es una de ellas".
Por último, Quintana reconoció que preocupa la recesión económica que existe en la Unión Europea, en Grecia en particular, gran comprador de limón argentino.
"Se nota la recesión, hay una baja del consumo, pero todo esto se compensa con el atraso de nuestra campaña, lo que ayudó a que el mercado europeo se limpiara de limón europeo", aclaró.
"¿Cuál es la calidad de la fruta que estamos cosechando? Es muy buena, en general, mejor que la de 2011, producto de la sequía que tuvimos que enfrentar. Pero, sí, existe una pérdida, en la cantidad de fruta producida -del 20%-, respecto de la campaña citrícola 2011", se autopreguntó y respondió el empresario.
"Pero esta disminución no es una limitante para el desarrollo de la campaña de fruta fresca; pero sí es una limitante para la fruta que va a industria", precisó.
Los mayores costos y la pérdida de competitividad son dos aspectos que preocupan al sector.
"Estamos sufriendo en la exportación, y en nuestro cultivo en particular, demandante de mano de obra intensiva, con el uso de productos químicos que subieron de precios, más un atraso del tipo de cambio, que complican el panorama, a pesar de los buenos precios externos", resumió Quintana.
En este punto, el productor citrícola reconoció que "hasta el momento no se concretó ninguna de las medidas que anunció el Gobierno nacional -la anunciada sintonía fina-, en cuanto a solucionar los problemas sectoriales que tienen las economías regionales, donde la citricultura es una de ellas".
Por último, Quintana reconoció que preocupa la recesión económica que existe en la Unión Europea, en Grecia en particular, gran comprador de limón argentino.
"Se nota la recesión, hay una baja del consumo, pero todo esto se compensa con el atraso de nuestra campaña, lo que ayudó a que el mercado europeo se limpiara de limón europeo", aclaró.
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