23 Mayo 2012
CONSENSO. Los abogados de Trimarco debaten un planteo a seguir. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
A las 16.50 del 3 de abril de 2002, Miguel Ángel Sánchez vio ingresar a un grupo de personas a la seccional VII, que estaba a su cargo. El comisario le tomó declaración a un jovencito que se identificó como David Catalán, que contaba que su pareja, María de los Ángeles Verón, había desaparecido.
Ese fue el primer contacto oficial que la Policía tuvo con la causa. Ayer a la mañana, Sánchez declaró en el juicio oral que se sigue contra 13 personas por la privación de la libertad y la promoción de la prostitución de Marita, y contó cómo fueron los primeros días de la investigación, y los dos primeros viajes que se realizaron a La Rioja, buscando a la joven.
"Empezamos a buscarla por la capital y por zonas aledañas. Fuimos a la casa de Susana Trimarco, donde le pedí una foto porque no la conocía a esta joven. También al domicilio de María de los Ángeles, y sobre todo a la zona de la Maternidad, que es donde desapareció", describió Sánchez.
Sin hilo conductor
Luego, volvieron a la comisaría, y enviaron radiogramas a todas las dependencias policiales de la provincia, según explicó Sánchez. "Salimos a la calle de nuevo. Era día y noche con los familiares buscándola", agregó.
Unos días más tarde llegó la versión de que vieron a una joven parecida a Marita en Los Gutiérrez y en La Ramada, y allí les tomaron declaración a los vecinos y a los policías.
"Estuve muy poco en la causa, creo que fueron 10 días o más, porque después fue girada a la Brigada o al D2 (Informaciones Policiales). Nunca pude encontrar el hilo conductor que nos lleve a saber qué ha pasado realmente", agregó.
Sánchez apenas recordó que participó en un allanamiento en la casa de Miguel Ardiles, el enfermero de la Maternidad que estuvo con Marita el día anterior a su desaparición. "Me llegó la orden de la fiscalía de hacer la medida, pero no realicé la investigación", manifestó el comisario.
Los exhortos
"Participé también de medidas en La Rioja, En el primer exhorto viajamos con el comisario (Jorge) Tobar y por un error no le hicieron lugar", manifestó.
Sin embargo, lograron que la Policía les permitiera presenciar un control de rutina en los cabarets, y allí encontraron la primera testigo que dice haber visto a una chica parecida a Marita en esos lugares.
"Era un control de rutina en el 'Candy' y 'Desafío'. Eran lugares de cita donde trabajaban las mujeres. Servían copas, es lo que se veía. Con poca ropa, atendían a los clientes, y de ahí surgió un testimonio de una señorita, Anahí, que quiso abandonar el lugar, porque dijo que estaba presionada. Nos dijo que había visto a una chica parecida a María de los Ángeles", expresó.
Un tiempo más tarde volvieron con un segundo exhorto, que esta vez incluía un pedido de detención de Irma "Liliana" Medina. "Nos atendió el juez (Daniel) Moreno a las 8 y nos dijo que regresáramos a las 19 o 20, que teníamos tiempo para conocer la ciudad, o que descansemos. Regresamos a las 20. No nos hacía lugar a la detención pero sí al allanamiento en el domicilio de Medina", contó.
Cuando llegaron a la casa de la mujer, sólo encontraron a un hombre, que se presentó como un abogado de apellido Leiva. "Ya sabían de la presencia nuestra. No había nada, o sea que fue negativo todo. El abogado nos manifestó que ya le habían explicado al juez que no estaba la chica ahí", comentó Sánchez.
Ese fue el primer contacto oficial que la Policía tuvo con la causa. Ayer a la mañana, Sánchez declaró en el juicio oral que se sigue contra 13 personas por la privación de la libertad y la promoción de la prostitución de Marita, y contó cómo fueron los primeros días de la investigación, y los dos primeros viajes que se realizaron a La Rioja, buscando a la joven.
"Empezamos a buscarla por la capital y por zonas aledañas. Fuimos a la casa de Susana Trimarco, donde le pedí una foto porque no la conocía a esta joven. También al domicilio de María de los Ángeles, y sobre todo a la zona de la Maternidad, que es donde desapareció", describió Sánchez.
Sin hilo conductor
Luego, volvieron a la comisaría, y enviaron radiogramas a todas las dependencias policiales de la provincia, según explicó Sánchez. "Salimos a la calle de nuevo. Era día y noche con los familiares buscándola", agregó.
Unos días más tarde llegó la versión de que vieron a una joven parecida a Marita en Los Gutiérrez y en La Ramada, y allí les tomaron declaración a los vecinos y a los policías.
"Estuve muy poco en la causa, creo que fueron 10 días o más, porque después fue girada a la Brigada o al D2 (Informaciones Policiales). Nunca pude encontrar el hilo conductor que nos lleve a saber qué ha pasado realmente", agregó.
Sánchez apenas recordó que participó en un allanamiento en la casa de Miguel Ardiles, el enfermero de la Maternidad que estuvo con Marita el día anterior a su desaparición. "Me llegó la orden de la fiscalía de hacer la medida, pero no realicé la investigación", manifestó el comisario.
Los exhortos
"Participé también de medidas en La Rioja, En el primer exhorto viajamos con el comisario (Jorge) Tobar y por un error no le hicieron lugar", manifestó.
Sin embargo, lograron que la Policía les permitiera presenciar un control de rutina en los cabarets, y allí encontraron la primera testigo que dice haber visto a una chica parecida a Marita en esos lugares.
"Era un control de rutina en el 'Candy' y 'Desafío'. Eran lugares de cita donde trabajaban las mujeres. Servían copas, es lo que se veía. Con poca ropa, atendían a los clientes, y de ahí surgió un testimonio de una señorita, Anahí, que quiso abandonar el lugar, porque dijo que estaba presionada. Nos dijo que había visto a una chica parecida a María de los Ángeles", expresó.
Un tiempo más tarde volvieron con un segundo exhorto, que esta vez incluía un pedido de detención de Irma "Liliana" Medina. "Nos atendió el juez (Daniel) Moreno a las 8 y nos dijo que regresáramos a las 19 o 20, que teníamos tiempo para conocer la ciudad, o que descansemos. Regresamos a las 20. No nos hacía lugar a la detención pero sí al allanamiento en el domicilio de Medina", contó.
Cuando llegaron a la casa de la mujer, sólo encontraron a un hombre, que se presentó como un abogado de apellido Leiva. "Ya sabían de la presencia nuestra. No había nada, o sea que fue negativo todo. El abogado nos manifestó que ya le habían explicado al juez que no estaba la chica ahí", comentó Sánchez.
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Marita Verón
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