12 Mayo 2012
LA DEL 10. Barrado jugará de segundo volante central, aunque su función, además de quitar el balón, es distribuir. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
El golpe al corazón del miércoles dejó su marca dentro del plantel de Atlético, que hoy, cueste lo que cueste, saldrá con sus mejores ropas a parársele de igual a igual a River, al gigante que todos tratan de jugarle de la misma forma: defendiéndose. En el "decano" no pueden darse ese lujo.
No le alcanza al grupo para salvar esta primera parte del año; necesita llegar a 50 puntos y está a 10 todavía de esa marca. Aparte, si en 2011 le ganó bien al "millonario" por qué no soñar de nuevo con una victoria rutilante y cómoda como la de aquella vez. Claro, ese impacto sería una inyección letal para la visita y de adrenalina pura para los de 25 de Mayo y Chile. Diego Barrado, el "cerebro" de Llop en la cancha, intenta borrar el daño colateral de la caída en los cuartos de final de la Copa y escribir una nueva página de oro en el Monumental. "Hace poquito perdimos un partido importante y estamos algo bajoneados, pero sabemos que tenemos un partido importantísimo y la motivación que tenemos nos hace olvidarnos del cansancio y del golpe recibido", explica el estratega, que dice: "para levantarse, no hay nada mejor que esto: ganarle a River".
Barrado reproduce las palabras que siente, aunque estas, de cierta forma, le duelan también. "Nunca dejaré de decirlo, ni me avergüenzo. Gran parte de lo que soy como persona y futbolista se lo debo a River. Llegué a los 15 años al club y ahí me formé, prácticamente. Si tengo la suerte de convertir, por más linda que sea esa emoción, no voy a gritar el gol", afirma.
Recurrir a los pequeños espasmos de calidad que regaló el grupo en este arranque del año es más bien una especie de defensa de Barrado para con el fútbol mismo. Diego cree que se puede, que Atlético tiene el fútbol que alguna vez lo puso en consideración como posible candidato al ascenso a Primera. "Contra Racing hicimos un gran partido, como lo hicimos en el segundo tiempo ante Aldosivi. Debemos repetirlo ahora", pide el 10, y abre un paréntesis en la famosa regla del manual que pide orden, inteligencia y astucia para vencer a un candidatos.
"Estos partidos, más allá de todo, se ganan con el corazón. Cada jugada practicada en la semana ya viene cargada con una motivación extra. Esperemos demostrarlo en la cancha".
No le alcanza al grupo para salvar esta primera parte del año; necesita llegar a 50 puntos y está a 10 todavía de esa marca. Aparte, si en 2011 le ganó bien al "millonario" por qué no soñar de nuevo con una victoria rutilante y cómoda como la de aquella vez. Claro, ese impacto sería una inyección letal para la visita y de adrenalina pura para los de 25 de Mayo y Chile. Diego Barrado, el "cerebro" de Llop en la cancha, intenta borrar el daño colateral de la caída en los cuartos de final de la Copa y escribir una nueva página de oro en el Monumental. "Hace poquito perdimos un partido importante y estamos algo bajoneados, pero sabemos que tenemos un partido importantísimo y la motivación que tenemos nos hace olvidarnos del cansancio y del golpe recibido", explica el estratega, que dice: "para levantarse, no hay nada mejor que esto: ganarle a River".
Barrado reproduce las palabras que siente, aunque estas, de cierta forma, le duelan también. "Nunca dejaré de decirlo, ni me avergüenzo. Gran parte de lo que soy como persona y futbolista se lo debo a River. Llegué a los 15 años al club y ahí me formé, prácticamente. Si tengo la suerte de convertir, por más linda que sea esa emoción, no voy a gritar el gol", afirma.
Recurrir a los pequeños espasmos de calidad que regaló el grupo en este arranque del año es más bien una especie de defensa de Barrado para con el fútbol mismo. Diego cree que se puede, que Atlético tiene el fútbol que alguna vez lo puso en consideración como posible candidato al ascenso a Primera. "Contra Racing hicimos un gran partido, como lo hicimos en el segundo tiempo ante Aldosivi. Debemos repetirlo ahora", pide el 10, y abre un paréntesis en la famosa regla del manual que pide orden, inteligencia y astucia para vencer a un candidatos.
"Estos partidos, más allá de todo, se ganan con el corazón. Cada jugada practicada en la semana ya viene cargada con una motivación extra. Esperemos demostrarlo en la cancha".
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