11 Mayo 2012
La Argentina participará en agosto de la prueba internacional PISA, con el objetivo de seguir mejorando el rendimiento estudiantil. Se medirá con 61 países en el examen que estará centrado en Matemática, pero sin descuidar Lengua y Ciencias Sociales. Lo anunció el ministro de Educación, Alberto Sileoni. Añadió que la evaluación se hará a alumnos de 15 años de todas las provincias, con excepción de La Rioja y de Tierra del Fuego.
El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) se realiza por iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Sileoni sostuvo que hay muy buena predisposición de la Argentina para implementar las evaluaciones, y reconoció que se quiere evitar lo que pasó en otros años. "No queremos que las pruebas sean devueltas sin contestar, queremos conocer cuánto mejoramos", advirtió.
Consultado respecto de la polémica por la performance de los alumnos argentinos de 15 años en las últimas ediciones, y las críticas de sindicatos docentes y especialistas sobre la competencia con países desarrollados, Sileoni admitió que tiene objeciones. Pero dijo que la idea es que el país se incorpore a la evaluación mundial para seguir mejorando. El ministro sostuvo también: "la prueba a veces compara cosas incomparables, ya que en el país tenemos un sistema educativo donde el 82 % de los chicos ingresa al secundario. Llegan aquellos que menos posibilidades tienen para abordar estudios superiores". El funcionario nacional comparó esta realidad con la existente en otros países, donde más del 90% termina el secundario y está cursando en la universidad. "No obstante, las pruebas de PISA de 2006 a 2009 dan un mejoramiento", agregó.
Comprensión lectora
La última prueba Pisa se realizó en 2009, año en que se midió la capacidad de los estudiantes en Lengua y Comprensión Lectora, y en la que participaron los 34 países. De acuerdo con los resultados que se conocieron a fines de 2010, Argentina se ubicó en el lugar 58, y en el conjunto de América Latina detrás de países como Chile, que obtuvo el puesto 44, Uruguay 47, México 48, Colombia 52 y Brasil 53. En esa oportunidad el debate sobre las pruebas PISA apuntó a que fueron pensadas para sistemas educativos con una realidad muy diferente a la de la Argentina.
El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) se realiza por iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Sileoni sostuvo que hay muy buena predisposición de la Argentina para implementar las evaluaciones, y reconoció que se quiere evitar lo que pasó en otros años. "No queremos que las pruebas sean devueltas sin contestar, queremos conocer cuánto mejoramos", advirtió.
Consultado respecto de la polémica por la performance de los alumnos argentinos de 15 años en las últimas ediciones, y las críticas de sindicatos docentes y especialistas sobre la competencia con países desarrollados, Sileoni admitió que tiene objeciones. Pero dijo que la idea es que el país se incorpore a la evaluación mundial para seguir mejorando. El ministro sostuvo también: "la prueba a veces compara cosas incomparables, ya que en el país tenemos un sistema educativo donde el 82 % de los chicos ingresa al secundario. Llegan aquellos que menos posibilidades tienen para abordar estudios superiores". El funcionario nacional comparó esta realidad con la existente en otros países, donde más del 90% termina el secundario y está cursando en la universidad. "No obstante, las pruebas de PISA de 2006 a 2009 dan un mejoramiento", agregó.
Comprensión lectora
La última prueba Pisa se realizó en 2009, año en que se midió la capacidad de los estudiantes en Lengua y Comprensión Lectora, y en la que participaron los 34 países. De acuerdo con los resultados que se conocieron a fines de 2010, Argentina se ubicó en el lugar 58, y en el conjunto de América Latina detrás de países como Chile, que obtuvo el puesto 44, Uruguay 47, México 48, Colombia 52 y Brasil 53. En esa oportunidad el debate sobre las pruebas PISA apuntó a que fueron pensadas para sistemas educativos con una realidad muy diferente a la de la Argentina.
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