"Oímos a Rivero confesar que secuestró a Marita"

Aunque el discurso pareció por momentos repetido, Adelina Mercedes Nieva y David Nieva, avalaron ayer la versión de su padre, y afirmaron haber escuchado cuando Víctor Rivero confesó que secuestró a María de los Ángeles "Marita" Verón, por orden de su hermana, María Jesús Rivero.

Los jóvenes contaron a los jueces de la Sala II de la Cámara Penal, Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, que a fines de diciembre de 2003, antes de Navidad, estaban merendando en su casa, cuando escucharon la conversación entre su padre y su vecino.

"Escuchamos una voz fuerte. Supimos que era Víctor Rivero porque mi papá lo saludó por su nombre. Se lo escuchaba exaltado, muy nervioso; hablaba fuerte", contó Adelina. Luego levantó la voz, según declaró la joven, y dijo que había secuestrado a Marita en un Fiat Duna, la había golpeado y la había trasladado a la casa de su hermana.

"Dijo que estaba enojadísimo con su hermana, porque ella no le había pagado por ese trabajo. Quedé pasmada, petrificada, fría. Con mis hermanos nos levantamos y nos fuimos al patio, asustados. No escuchamos nada más", manifestó la testigo. Su hermano dijo lo mismo, y comentó que fue posible que ellos escucharan esa conversación, ya que entre el living donde estaban merendando y la verdulería del padre, sólo había una chapa. "Se escuchaba muy claro, aunque nosotros no lo vimos a Víctor Rivero", explicó David Nieva.

Luego, los hermanos Nieva hablaron de supuestas situaciones de amenazas que sufrieron desde esa situación. "Mi familia me comentó que Rivero agredió a mi hermana, pero no sé qué pasó", explicó el joven.

Su hermana, en cambio, fue más explícita. "Cuando llegué a casa, mi hermana Irene estaba llorando y tenía sangre en los brazos. Me dijo que Víctor Rivero la había agredido y que le dijo 'te va a pasar lo mismo que a Marita Verón'", comentó Adelina.

Según los muchachos, Rivero y Nieva eran amigos, aunque evitaron ahondar en otros temas. "Esas son cosas de la vida privada de mi padre", se justificó cada uno de los testigos.

La principal prueba contra los hermanos Rivero pasó. De cómo la interpreten y la utilicen en sus alegatos los abogados, dependerá si convencieron o no a los miembros del tribunal.