A los gritos, Víctor Rivero y Simón Nieva se enfrentaron

No dieron el brazo a torcer. Entre gritos e insultos, Víctor Rivero y Simón Nieva se acusaron mutuamente de mentirosos y delincuentes. La audiencia 35 del juicio por la privación de la libertad y la promoción de la prostitución de María de los Ángeles "Marita" Verón, tuvo como protagonista la versión del testigo que acusa a Víctor Rivero de haber secuestrado a la joven por orden de su hermana María Jesús Rivero.

La mañana comenzó con el pedido del defensor de los Rivero, Cergio Morfil, para que aprehendan inmediatamente al testigo, por lo que llamó su "evidente falso testimonio". El querellante Carlos Varela Alvarez y el fiscal Carlos Sale se opusieron a la medida, y el tribunal pasó a un cuarto intermedio ante las interrupciones de Morfil, que no aceptaba que el juez Alberto Piedrabuena no le diera la palabra.

Sobre los pedidos de falso testimonio, Piedrabuena reiteró que el tribunal valorará las declaraciones con el resto de la prueba, al final del debate. "Es el modo de evitar incurrir en probable prejuzgamiento", aclaró.

Frente a frente

Durante tres minutos y medio, Rivero y Nieva se dijeron de todo. Era difícil entender las palabras, que se superponían una sobre la otra. "¿Por qué no decís la verdad de una sola vez? Vos estabas enojado porque yo entré a vivir, y fui la única persona que nunca le ganaste en el barrio. ¿Te olvidás cuando le escupiste en la cara a mi hijo de tres meses? ¿Por qué no contás que te he pegado una trompada? ¡Delincuente!", se alcanzó a escuchar a Rivero.

"Vos me contaste que la has golpeado con una 9 mm. ¡Vos sos un delincuente, yo tengo las manos limpitas! ¡Vos la levantaste por orden de tu hermana, vos la has secuestrado a Marita Verón!", gritaba por su parte Nieva.

Piedrabuena dejó correr la discusión, y cuando vio que ninguno cambiaba su posición, dio por terminado el debate, luego de cuatro llamados para que terminaran de cruzar las acusaciones.

A la salida de la sala, durante el cuarto intermedio, Nieva habló con la prensa. "Rivero niega todo porque es una persona sin corazón, sin alma ni espíritu. Tengo mi corazón limpio, expongo a mi familia. Digo mi verdad del secuestro de Marita Verón, y no me lo voy a a llevar a la tumba. Estamos cansados, perseguidos, amenazados, pero no les tengo miedo", manifestó.

Luego, los jueces aceptaron el pedido para citar a declarar a los hijos del testigo, David, Mercedes e Irene Nieva, que habrían presenciado la confesión que le hizo Rivero a su padre, y la ex nuera del testigo, Patricia Fernández, que avala la versión del acusado.