Carlos Alberto Reutemann

Carlos Alberto Reutemann

Se completa con esta entrega el recuerdo del paso por Tucumán de quienes integran el "olimpo" de los deportistas nacionales. Se trata de detalles, fechas y anécdotas que, debido al inexorable paso del tiempo, quizás quedaron perdidas en la memoria colectiva. Aunque, sus protagonistas son eternos

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LA ALEGRÍA DEL FINAL. Lole recibe la ovación del público, que se acercó al predio del hoy ex autódromo. LA GACETA / FOTOS DE ARCHIVO LA ALEGRÍA DEL FINAL. "Lole" recibe la ovación del público, que se acercó al predio del hoy ex autódromo. LA GACETA / FOTOS DE ARCHIVO
En 1980, Carlos Reutemann estaba en el final de su carrera como piloto de F-1, aunque aún no había enfrentado su máximo desafío, pelear por el título (tal sucedió en 1981). Con antecedentes en el país mayormente en categorías de pista, "Lole" fue convocado para tomar parte del primer Rally de Argentina, que habría de correrse en Tucumán, organizado por el Automóvil Club Argentino.

El piloto santafesino, sin ninguna experiencia en la disciplina, sin embargo se convirtió en la gran relevación con un Fiat 131 Abarth: fue tercero acompañado por el italiano Mauro Perissuti, detrás del alemán Walter Röhrl (Fiat) y del finlandés Hannu Mikkola (Mercedes Benz).

La competencia se había puesto en marcha en Villa Nougués, el domingo 20 de julio de 1980. La etapa 2 tocó territorio salteño y se concretó desde El Nogalar a Pulares, pasando por Tafí del Valle, Angatasco, Escalchi y Payogasta; la tercera llegó a Catamarca: por la Cuesta del Clavillo se hizo entre Belén y Tafí del Valle. Y la última, corrida el jueves 24, ingresó a geografía santigueña: largó en Río Marapa y pasó por San Antonio, cruce rutas 64 y 13 hasta Icaño, cruce 157 a Frías y desde Albigasta a Lavalle.

Reutemann manejó un auto de 900 kilos de peso, 240 HP a 8.000 rpm, gomas slick y caja de cinco marchas. La presencia de "Lole" en la prueba generó un muy fuerte entusiasmo en el público, que lo alentó de principio a fin. En la premiación, efectuado en el predio del ex autódromo, la explosión de júbilo cuando el santafesino recibió la corona de laureles se recordó por mucho tiempo.

Con el paso de los años, y ya convertido en político, Reutemann volvió a Tucumán. Su presencia más recordada ocurrió en 1992, cuando la provincia recuperó sólo por esa temporada la fecha del Rally Mundial. Lo hizo como veedor, pero fundamentalmente como espectador.

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