27 Abril 2012
FACETA LÚDICA. Steiner propone educar a través del juego y del arte.
Según el pensador y científico austríaco Rudolf Steiner (1861-1925) el hombre es un ser trimembrado: tiene cuerpo, alma y espíritu. Por eso sus capacidades se despliegan en tres etapas; la primera infancia, la niñez, y la adolescencia. Atender esto es, de acuerdo con la pedagogía de Steiner, tan importante como impartir conocimientos. Así surgió un sistema educativo que hoy tiene múltiples escuelas en todo el mundo y que gana cada vez más adeptos: la pedagogía Waldorf.
"Este sistema busca despertar en el alumno el interés. Hace un camino contrario al de la pedagogía tradicional que a veces da más importancia a lo que hay que enseñar y descuida el cómo", señaló la especialista salteña Jazmín Carjuzaa, quien dictará un taller sobre esta especialidad mañana, de 17 a 20, en la Fundación Irpasi (Mitre 16, Tafí Viejo).
La experta se formó en el Seminario Waldorf de Buenos Aires. Afirmó también que en la pedagogía Waldorf se observa al niño y sus necesidades. "El niño es el centro de todo", agregó.
Los resultados
¿Por qué el nombre de Waldorf? En abril de 1919, Steiner visitó la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria de Stuttgart, en Alemania. Por aquel entonces ese país, derrotado en la guerra, se debatía al borde del caos económico, social y político. Steiner les habló a los trabajadores sobre la necesidad de una renovación social, de encontrar una nueva forma de organizar la sociedad y su vida política, cultural y económica (la tri-formación social). Emil Molt, el propietario de la fábrica, le pidió entonces a Steiner que organizara y condujera una escuela para los hijos de los empleados de la compañía. El pedagogo accedió pero con cuatro condiciones, que iban en contra de lo que se acostumbraba en la época: que la escuela estuviera abierta a todos los niños; que fuera para ambos sexos; que comprendiera hasta el 12º grado; que quienes están en verdadero contacto con los niños, es decir, los maestros, tuvieran la conducción pedagógica de la escuela y que tuviera la menor interferencia posible por parte del Estado. Los resultados obtenidos fueron asombrosos. "Existe una amplia corriente de opinión que considera que la escuela ha cumplido su objetivo cuando el alumno ha superado su examen final. En la escuela Waldorf los alumnos concluyen con éxito su período escolar cuando han alcanzado la capacidad de aprender en el futuro de una forma autónoma y la facultad de poder educarse a sí mismos", comentó Carjuzaa.
En este sentido, declaró que el objetivo de su visita a Tucumán tiene que ver con la formación de un grupo de expertos interesados en desarrollar esta pedagogía en la provincia. "Mi visita se produce por la invitación de un grupo de interesados en la pedagogía Waldorf que solicitaron la formación a Buenos Aires. Para que esto sea posible debe conformarse un grupo que pueda reunirse con frecuencia a leer, y llegar a sostener el compromiso de una formación. Nosotros en Salta ya estamos reuniéndonos hace más de un año. El taller consistirá en un ejercicio de pintura social, se proyectará un video, y trabajaremos en grupo", señaló.
"Este sistema busca despertar en el alumno el interés. Hace un camino contrario al de la pedagogía tradicional que a veces da más importancia a lo que hay que enseñar y descuida el cómo", señaló la especialista salteña Jazmín Carjuzaa, quien dictará un taller sobre esta especialidad mañana, de 17 a 20, en la Fundación Irpasi (Mitre 16, Tafí Viejo).
La experta se formó en el Seminario Waldorf de Buenos Aires. Afirmó también que en la pedagogía Waldorf se observa al niño y sus necesidades. "El niño es el centro de todo", agregó.
Los resultados
¿Por qué el nombre de Waldorf? En abril de 1919, Steiner visitó la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria de Stuttgart, en Alemania. Por aquel entonces ese país, derrotado en la guerra, se debatía al borde del caos económico, social y político. Steiner les habló a los trabajadores sobre la necesidad de una renovación social, de encontrar una nueva forma de organizar la sociedad y su vida política, cultural y económica (la tri-formación social). Emil Molt, el propietario de la fábrica, le pidió entonces a Steiner que organizara y condujera una escuela para los hijos de los empleados de la compañía. El pedagogo accedió pero con cuatro condiciones, que iban en contra de lo que se acostumbraba en la época: que la escuela estuviera abierta a todos los niños; que fuera para ambos sexos; que comprendiera hasta el 12º grado; que quienes están en verdadero contacto con los niños, es decir, los maestros, tuvieran la conducción pedagógica de la escuela y que tuviera la menor interferencia posible por parte del Estado. Los resultados obtenidos fueron asombrosos. "Existe una amplia corriente de opinión que considera que la escuela ha cumplido su objetivo cuando el alumno ha superado su examen final. En la escuela Waldorf los alumnos concluyen con éxito su período escolar cuando han alcanzado la capacidad de aprender en el futuro de una forma autónoma y la facultad de poder educarse a sí mismos", comentó Carjuzaa.
En este sentido, declaró que el objetivo de su visita a Tucumán tiene que ver con la formación de un grupo de expertos interesados en desarrollar esta pedagogía en la provincia. "Mi visita se produce por la invitación de un grupo de interesados en la pedagogía Waldorf que solicitaron la formación a Buenos Aires. Para que esto sea posible debe conformarse un grupo que pueda reunirse con frecuencia a leer, y llegar a sostener el compromiso de una formación. Nosotros en Salta ya estamos reuniéndonos hace más de un año. El taller consistirá en un ejercicio de pintura social, se proyectará un video, y trabajaremos en grupo", señaló.
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