25 Abril 2012
TABACO. Apenas se abre una pausa en la audiencia, el imputado Gonzalo "Chenguita" Gómez enciende un cigarrillo en el hall, cerca de sus abogados. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
En la televisión mostraban una imagen de Marita Verón y, en ese momento, Felisa Catalán contó que se trataba de su cuñada. "Yo la vi a esa chica", le dijo su tía política. Allí, en La Rioja, cuando había asistido a un bautismo, la hermana de David Catalán obtuvo un nuevo dato sobre el paradero de la joven tucumana, desaparecida el 3 de abril de 2002.
Felisa Catalán declaró ayer en el juicio oral por el secuestro de Marita. La mujer contó que en octubre de 2003, cuando viajó a la capital riojana para un evento de la familia de su entonces pareja, José Velardez, le contaron que una joven había ingresado a comprar ropa en un local que Nelly Peralta, la tía política de Felisa, tenía en la localidad de Villa Unión, a más de 200 kilómetros de La Rioja.
"Me contó que unos meses atrás, entró una chica que cree que era Marita, acompañada por otra mujer. Se probaron ropa, pero no recuerdo si me dijo si compraron algo. Afuera había una camioneta cuatro por cuatro, custodiándola", comentó Felisa Catalán. Según le habría dicho Peralta, la reconoció un tiempo más adelante, por un programa de televisión, pero no había visto ningún teléfono al que llamar para dar cuenta de esa situación.
Cuando Felisa Catalán volvió a Tucumán, le comentó esa situación a su hermano y a su madre. Luego, decidió contarlo en la Justicia. El 23 de octubre de 2003 declaró ante el secretario Ernesto Baaclini. "No dije los nombres de esos parientes, por seguridad. Sabía que la pista estaba en La Rioja, y no quería que tuvieran problemas. Pero tampoco me los preguntaron en la fiscalía", dijo la cuñada de Marita, que ayer sí identificó con nombre y apellido. "Esa conversación la presenció el esposo de Nelly, Roque Velardez, y mi marido", remarcó.
Roque Velardez le contó en esa ocasión que había conocido la casa de Irma "Liliana" Medina. El hombre fabrica muebles, y le había llevado un trabajo que le habían encargado. "Me dijo que había chicas con bebés en los brazos, y que pensó que se trataba de las mujeres que todos contaban que Medina llevaba para trabajar en sus locales", comentó. Ante la pregunta de los defensores, Felisa Catalán aclaró que su tío político nunca le dijo que entre esas chicas estaba Marita.
Rumbo a La Rioja
Al poco tiempo la fueron a buscar a su trabajo, en la Escuela de Policía, para que viajara a La Rioja a participar de un allanamiento. "Me dijeron que era la única que podía identificar a Marita", comentó Felisa Catalán. Con su bebé de cinco meses en brazos, partió junto a la comisión policial.
"Recuerdo que teníamos orden de trabajar con Gendarmería Nacional, y no con la Policía riojana, porque no les tenían confianza. Eran como siete allanamientos, pero yo no ingresé a ninguno de los prostíbulos", relató la testigo. En un auto, estuvo acompañada por el entonces jefe de la Policía tucumana, Roberto Vallejo, y el entonces secretario de Seguridad provincial, Luis Acosta.
La mujer estuvo fuera de los prostíbulos "Five Stars" y "Candilejas". En esos operativos detuvieron a Gonzalo José Gómez. "Mi única participación fue cuando me pidieron que entre las mujeres que estaban allí, identifique si estaba Marita. No estaba. Después, ya en Tucumán, me enteré de que esas mujeres ejercían la prostitución", afirmó Felisa Catalán.
"Con Marita éramos amigas. Iba a visitarla al barrio Gráfico II, donde vivía con David", comentó la testigo. Felisa Catalán dijo que Marita le había contado que sus padres no querían que esté de novia con su hermano, pero que todo cambió con el nacimiento de Micaela. "Nunca me dijo por qué. Pero ellos tenían una muy buena relación. Marita era una chica que siempre quería progresar", afirmó.
Los abogados defensores indagaron sobre algunos puntos de la vida cotidiana de Marita, que consideran importantes. Así, Felisa Catalán dijo que Susana Trimarco ayudaba económicamente a su hermano y su señora, que la relación con Adrián Catalán (el cuñado de Marita) era buena y que se veían frecuentemente, y que la joven le había contado que intentaba cuidarse para no volver a quedar embarazada, aunque no le precisó la intención de colocarse un DIU.
"Nosotros no realizamos una investigación, pero acompañamos a mi hermano cada vez que había una pista. Así estuvimos en unos cañaverales, preguntando en negocios. Eso fue lo que hicimos", relató Felisa Catalán sobre la actividad que realizó con sus hermanos en pos de encontrar a Marita. En ese entonces, no tenían una relación fluida con Trimarco, situación que cambió. "No la veo tan seguido, pero la relación es buena", expresó.
La declaración de Felisa Catalán terminó con el pedido del abogado Jorge Cáceres para que se cite a Nelly Peralta, a fin de que ratifique o no lo que contó la cuñada de Marita. El querellante Carlos Garmendia se adhirió, pidiendo que se incorpore también a Roque Velardez. El tribunal finalmente aceptó que se cite a Peralta, pese a la oposición del abogado Cergio Morfil, quien cree que no será relevante para la causa.
El testimonio de Felisa Catalán sirvió para ubicar a Marita en Villa Unión. En 2008, en los patios de varios prostíbulos de esa localidad riojana, realizaron excavaciones buscando el cuerpo de la joven tucumana. Nada se halló. Pero en ese local de ropas, dijeron que la vieron eligiendo algunas prendas, pero siempre "custodiada".
Felisa Catalán declaró ayer en el juicio oral por el secuestro de Marita. La mujer contó que en octubre de 2003, cuando viajó a la capital riojana para un evento de la familia de su entonces pareja, José Velardez, le contaron que una joven había ingresado a comprar ropa en un local que Nelly Peralta, la tía política de Felisa, tenía en la localidad de Villa Unión, a más de 200 kilómetros de La Rioja.
"Me contó que unos meses atrás, entró una chica que cree que era Marita, acompañada por otra mujer. Se probaron ropa, pero no recuerdo si me dijo si compraron algo. Afuera había una camioneta cuatro por cuatro, custodiándola", comentó Felisa Catalán. Según le habría dicho Peralta, la reconoció un tiempo más adelante, por un programa de televisión, pero no había visto ningún teléfono al que llamar para dar cuenta de esa situación.
Cuando Felisa Catalán volvió a Tucumán, le comentó esa situación a su hermano y a su madre. Luego, decidió contarlo en la Justicia. El 23 de octubre de 2003 declaró ante el secretario Ernesto Baaclini. "No dije los nombres de esos parientes, por seguridad. Sabía que la pista estaba en La Rioja, y no quería que tuvieran problemas. Pero tampoco me los preguntaron en la fiscalía", dijo la cuñada de Marita, que ayer sí identificó con nombre y apellido. "Esa conversación la presenció el esposo de Nelly, Roque Velardez, y mi marido", remarcó.
Roque Velardez le contó en esa ocasión que había conocido la casa de Irma "Liliana" Medina. El hombre fabrica muebles, y le había llevado un trabajo que le habían encargado. "Me dijo que había chicas con bebés en los brazos, y que pensó que se trataba de las mujeres que todos contaban que Medina llevaba para trabajar en sus locales", comentó. Ante la pregunta de los defensores, Felisa Catalán aclaró que su tío político nunca le dijo que entre esas chicas estaba Marita.
Rumbo a La Rioja
Al poco tiempo la fueron a buscar a su trabajo, en la Escuela de Policía, para que viajara a La Rioja a participar de un allanamiento. "Me dijeron que era la única que podía identificar a Marita", comentó Felisa Catalán. Con su bebé de cinco meses en brazos, partió junto a la comisión policial.
"Recuerdo que teníamos orden de trabajar con Gendarmería Nacional, y no con la Policía riojana, porque no les tenían confianza. Eran como siete allanamientos, pero yo no ingresé a ninguno de los prostíbulos", relató la testigo. En un auto, estuvo acompañada por el entonces jefe de la Policía tucumana, Roberto Vallejo, y el entonces secretario de Seguridad provincial, Luis Acosta.
La mujer estuvo fuera de los prostíbulos "Five Stars" y "Candilejas". En esos operativos detuvieron a Gonzalo José Gómez. "Mi única participación fue cuando me pidieron que entre las mujeres que estaban allí, identifique si estaba Marita. No estaba. Después, ya en Tucumán, me enteré de que esas mujeres ejercían la prostitución", afirmó Felisa Catalán.
"Con Marita éramos amigas. Iba a visitarla al barrio Gráfico II, donde vivía con David", comentó la testigo. Felisa Catalán dijo que Marita le había contado que sus padres no querían que esté de novia con su hermano, pero que todo cambió con el nacimiento de Micaela. "Nunca me dijo por qué. Pero ellos tenían una muy buena relación. Marita era una chica que siempre quería progresar", afirmó.
Los abogados defensores indagaron sobre algunos puntos de la vida cotidiana de Marita, que consideran importantes. Así, Felisa Catalán dijo que Susana Trimarco ayudaba económicamente a su hermano y su señora, que la relación con Adrián Catalán (el cuñado de Marita) era buena y que se veían frecuentemente, y que la joven le había contado que intentaba cuidarse para no volver a quedar embarazada, aunque no le precisó la intención de colocarse un DIU.
"Nosotros no realizamos una investigación, pero acompañamos a mi hermano cada vez que había una pista. Así estuvimos en unos cañaverales, preguntando en negocios. Eso fue lo que hicimos", relató Felisa Catalán sobre la actividad que realizó con sus hermanos en pos de encontrar a Marita. En ese entonces, no tenían una relación fluida con Trimarco, situación que cambió. "No la veo tan seguido, pero la relación es buena", expresó.
La declaración de Felisa Catalán terminó con el pedido del abogado Jorge Cáceres para que se cite a Nelly Peralta, a fin de que ratifique o no lo que contó la cuñada de Marita. El querellante Carlos Garmendia se adhirió, pidiendo que se incorpore también a Roque Velardez. El tribunal finalmente aceptó que se cite a Peralta, pese a la oposición del abogado Cergio Morfil, quien cree que no será relevante para la causa.
El testimonio de Felisa Catalán sirvió para ubicar a Marita en Villa Unión. En 2008, en los patios de varios prostíbulos de esa localidad riojana, realizaron excavaciones buscando el cuerpo de la joven tucumana. Nada se halló. Pero en ese local de ropas, dijeron que la vieron eligiendo algunas prendas, pero siempre "custodiada".
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Marita Verón