24 Abril 2012
Los votos de la extrema derecha serán decisorios
El crecimiento del Frente Nacional generó preocupación en el resto de Europa, donde cayeron los bonos franceses que cotizan en bolsa. La votación final tendrá lugar el 6 de mayo. Los resultados de la izquierda y del centro quedaron en un segundo plano. Se abre una nueva instancia de campaña
PARÍS.- Los votantes de extrema derecha podrían decidir al próximo Presidente de Francia, después de que el porcentaje récord del 18% conseguido por el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen en la primera ronda de las elecciones del domingo, remeció la carrera entre el socialista y favorito, François Hollande (obtuvo el 28,6% de los votos) y el mandatario conservador y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy (logró el 27,1%, según cifras oficiales). Estos dos últimos disputarán el balotaje el 6 de mayo. El izquierdista Jean-Luc Melenchon terminó en el cuarto puesto (11,1%), y el centrista François Bayrou, quinto (9,1%).
El logro de Le Pen reflejó el avance de los populistas euroescépticos en Europa, en la medida en que se profundiza el enfado de muchos ciudadanos por la austeridad, el desempleo y los rescates financieros que obligan al ajuste, en medio de la crisis de deuda de la zona euro.
La hija del ex soldado paracaidista Jean-Marie Le Pen le daría a sus votantes libertad de acción sobre a quién votar en mayo durante un mitin en honor a Juana de Arco, en el Día del Trabajado. Una encuesta publicada por Le Monde indica que el 48% de sus votantes apoyará a Sarkozy y que el 31% votará a Hollande.
El impopular Sarkozy tendrá que dividirse para atraer tanto a electores de la extrema derecha de Le Pen como del centro de Bayrou, pues necesita a ambos para ganarle a Hollande, quien lidera los sondeos con entre el 53% y el 56% para la última vuelta (suma a sus propios votantes otros de izquierda y centristas).
El resultado electoral preocupó ayer a los inversores, ya inquietos por la capacidad de los Gobiernos europeos de honrar sus deudas, y provocó una baja de los bonos franceses y de la cotización del euro. La Bolsa gala cayó el 2,83%.
También hubo repercusiones políticas en Europa, en especial por el crecimiento del FN. La canciller alemana, Ángela Merkel, consideró que ese avance es "preocupante" y volvió a anunciar su apoyo a Sarkozy, mientras que el responsable de la diplomacia de Luxemburgo, Jean Asselborn, culpó a Sarkozy del éxito de Le Pen. El ministro sueco de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, reconoció estar "nervioso" por el resultado. "Me preocupa y no solamente por el caso de Francia", afirmó, en referencia a que los Demócratas de Suecia, partido heredero de una antigua formación neonazi, entraron en el Parlamento, y en Holanda, el partido xenófobo de Geert Wilders, consiguió hundir al Gobierno de Mark Rutte. La extrema derecha también es muy fuerte en Austria, Finlandia, Dinamarca, Suiza y Hungría.
Independientemente de quién se proclame vencedor, las instituciones europeas y diversos países de la región esperan que la retórica de la campaña electoral, a menudo muy crítica hacia la Unión Europea, suavice su tono en los próximos días. (Reuters-AFP-DPA-Télam)
El logro de Le Pen reflejó el avance de los populistas euroescépticos en Europa, en la medida en que se profundiza el enfado de muchos ciudadanos por la austeridad, el desempleo y los rescates financieros que obligan al ajuste, en medio de la crisis de deuda de la zona euro.
La hija del ex soldado paracaidista Jean-Marie Le Pen le daría a sus votantes libertad de acción sobre a quién votar en mayo durante un mitin en honor a Juana de Arco, en el Día del Trabajado. Una encuesta publicada por Le Monde indica que el 48% de sus votantes apoyará a Sarkozy y que el 31% votará a Hollande.
El impopular Sarkozy tendrá que dividirse para atraer tanto a electores de la extrema derecha de Le Pen como del centro de Bayrou, pues necesita a ambos para ganarle a Hollande, quien lidera los sondeos con entre el 53% y el 56% para la última vuelta (suma a sus propios votantes otros de izquierda y centristas).
El resultado electoral preocupó ayer a los inversores, ya inquietos por la capacidad de los Gobiernos europeos de honrar sus deudas, y provocó una baja de los bonos franceses y de la cotización del euro. La Bolsa gala cayó el 2,83%.
También hubo repercusiones políticas en Europa, en especial por el crecimiento del FN. La canciller alemana, Ángela Merkel, consideró que ese avance es "preocupante" y volvió a anunciar su apoyo a Sarkozy, mientras que el responsable de la diplomacia de Luxemburgo, Jean Asselborn, culpó a Sarkozy del éxito de Le Pen. El ministro sueco de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, reconoció estar "nervioso" por el resultado. "Me preocupa y no solamente por el caso de Francia", afirmó, en referencia a que los Demócratas de Suecia, partido heredero de una antigua formación neonazi, entraron en el Parlamento, y en Holanda, el partido xenófobo de Geert Wilders, consiguió hundir al Gobierno de Mark Rutte. La extrema derecha también es muy fuerte en Austria, Finlandia, Dinamarca, Suiza y Hungría.
Independientemente de quién se proclame vencedor, las instituciones europeas y diversos países de la región esperan que la retórica de la campaña electoral, a menudo muy crítica hacia la Unión Europea, suavice su tono en los próximos días. (Reuters-AFP-DPA-Télam)