21 Abril 2012
¿Cuáles son las condiciones para que pueda darse el hermanamiento entre dos ciudades?
LA GACETA le formuló la pregunta al embajador de Erfurt, Bernd Wulffen y la síntesis de su respuesta es que, básicamente, lo que se requiere es que haya buena voluntad entre dos comunidades y entre las autoridades de esas dos sociedades.
"Hay condiciones muy distintas. Nos encontramos con que hay hermanamientos entre ciudades que tienen una vida cultural parecida. En otros casos, se da entre dos ciudades industriales que tienen actividades productivas similares. También está el caso que nos involucra: San Miguel de Tucumán y Erfurt se hermanaron originariamente por que las dos son ciudades jardín, con entornos donde la cuestión agrícola cumple un papel muy importante", contrastó el diplomático europeo.
"De la misma manera, tenemos casos en los que también hay hermanamientos exitosos, como Wetzlar y Avigñón, y todo se reduce a que son ciudades antiguas. Y una más antigua que la otra. Y en Alemania se han hermanado ciudades que lo que tenían en común era que ambas poseen balnearios", ejemplificó.
Una gran familia
Si se busca en internet otros casos de ciudades argentinas que estrecharon vínculos de fraternidad con urbes de otros países, surge una sorpresa: San Miguel de Tucumán aparece hermanada con otras 24 poblaciones (además de Erfurt), repartidas entre Austria, Rumania, Ucrania, Serbia, Hungría, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Madagascar, Israel, Argelia, China, Estados Unidos, Grecia, Túnez, Polonia, Portugal y Colombia.
"Pero no se trata de hermanamientos sino de convenios y de pactos de cooperación", explica el intendente, Domingo Amaya, ante la consulta de este diario.
"En buena parte de esos casos, se trata de acuerdos celebrados con otros Estados, en el marco de la ONU y de la Unión Europea, para cooperar en la prevención de adicciones y en la realización y aplicación de políticas en esa materia", puntualizó.
LA GACETA le formuló la pregunta al embajador de Erfurt, Bernd Wulffen y la síntesis de su respuesta es que, básicamente, lo que se requiere es que haya buena voluntad entre dos comunidades y entre las autoridades de esas dos sociedades.
"Hay condiciones muy distintas. Nos encontramos con que hay hermanamientos entre ciudades que tienen una vida cultural parecida. En otros casos, se da entre dos ciudades industriales que tienen actividades productivas similares. También está el caso que nos involucra: San Miguel de Tucumán y Erfurt se hermanaron originariamente por que las dos son ciudades jardín, con entornos donde la cuestión agrícola cumple un papel muy importante", contrastó el diplomático europeo.
"De la misma manera, tenemos casos en los que también hay hermanamientos exitosos, como Wetzlar y Avigñón, y todo se reduce a que son ciudades antiguas. Y una más antigua que la otra. Y en Alemania se han hermanado ciudades que lo que tenían en común era que ambas poseen balnearios", ejemplificó.
Una gran familia
Si se busca en internet otros casos de ciudades argentinas que estrecharon vínculos de fraternidad con urbes de otros países, surge una sorpresa: San Miguel de Tucumán aparece hermanada con otras 24 poblaciones (además de Erfurt), repartidas entre Austria, Rumania, Ucrania, Serbia, Hungría, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Madagascar, Israel, Argelia, China, Estados Unidos, Grecia, Túnez, Polonia, Portugal y Colombia.
"Pero no se trata de hermanamientos sino de convenios y de pactos de cooperación", explica el intendente, Domingo Amaya, ante la consulta de este diario.
"En buena parte de esos casos, se trata de acuerdos celebrados con otros Estados, en el marco de la ONU y de la Unión Europea, para cooperar en la prevención de adicciones y en la realización y aplicación de políticas en esa materia", puntualizó.
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