15 Agosto 2003
LOS JEFES. Vaca Narvaja, Perdía (centro) y Firmenich, eran los principales líderes del grupo guerrillero.
BUENOS AIRES.- La Interpol detuvo ayer en esta ciudad a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, y fueron alojados e incomunicados en la misma unidad en que está la ex funcionaria menemista María Julia Alsogaray.El arresto de ambos ex guerrilleros fue ordenado por el juez federal Claudio Bonadío, quien también libró una orden de captura internacional contra el ex líder montonero Mario Firmenich, quien reside en España.
El magistrado consideró que los tres ex jefes montoneros fueron plenamente conscientes de que la inteligencia militar de la última dictadura conocía dónde guardaban su armamento y, pese a ello, enviaron a 18 militantes en su busca, en 1979 y 1980.
Escondites desbaratados
"Los integrantes de la conducción nacional de la Organización Montonera (OM) no podían desconocer que la ?operación guardamuebles? era conocida por la inteligencia del gobierno militar, toda vez que eran plenamente conscientes de cuáles eran los métodos de obtención de información de los servicios de inteligencia del aparato represor ilegal, estructurado por el Gobierno argentino de la época", indicó.
Bonadío ordenó la captura de los ex jefes de la organización montonera porque eran los máximos responsables de Montoneros al momento de las desapariciones. "La ?operación guardamuebles? -detalló Bonadío- fue bautizada así porque en 1979 se escondieron en ese tipo de locales armas y documentos de Montoneros, luego del fracaso de una primera contraofensiva".
Un año después, en 1980, 18 militantes -entre ellos dos menores- fueron secuestrados y desaparecieron apenas regresaron al país para otro intento de contraofensiva. "El material salvado de la acción de las fuerzas es depositado en empresas guardamuebles, previendo su retiro para continuar la actividad entre febrero y marzo de 1980; esto en gran parte es desbaratado al efectuarse procedimientos sobre esas empresas y secuestrar casi el total del material", continuó.
El juez destacó que además, ordenaron que se utilicen los mismos canales para recoger armas y equipos de comunicaciones que se habían ya utilizado durante 1979.
Bonadío basó su resolución en tres informes de inteligencia de la dictadura, en dichos de testigos como Miguel Bonasso y en una conferencia en la que uno de los apresados, Perdía, admitió que Montoneros podía estar infiltrado, antes de la contraofensiva de 1980. (Télam-DyN)
En los 70, el grupo sembró el terror
BUENOS AIRES.- El movimiento guerrillero peronista Montoneros enfrentó con las armas al gobierno electo de María Estela Martínez de Perón y luego a la junta militar que la depuso en 1976, con un golpe de Estado.
La dictadura diezmó al grupo guerrillero de ideales izquierdistas escindido de la Juventud Peronista y obligó a muchos de ellos a exiliarse en Europa y en países de América Latina. El grupo Montoneros fue responsable, entre otros delitos, del secuestro en 1974 del empresario Jorge Born, accionista de la multinacional agrícola Bunge, y cobró U$S 60 millones por su liberación.
La sociedad argentina vivió atemorizada durante la década de 1970 por atentados explosivos y secuestros que se volvieron corrientes por el accionar de ambos bandos, militares y grupos guerrilleros como Montoneros. Incluso hubo confesiones de sus miembros respecto de la forma en que fue secuestrado, enjuiciado y ejecutado el ex presidente, general Pedro Eugenio Aramburu, luego de un largo cautiverio.
Mario Firmenich (era el líder del grupo terrorista); Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, primer y segundo lugartenientes, conformaban la cúpula de Montoneros, cuando desaparecieron unos 18 miembros del grupo, entre ellos el hijo del fallecido actor Marcos Zucker.
El juez Claudio Bonadío considera que ellos son responsables por la suerte que corrieron esas personas. "Se investiga si habrían facilitado la entrega de sus compañeros", dice. Los guerrilleros integran la lista de entre 10.000 y 30.000 desaparecidos durante el regimen militar. (Especial)
La cúpula guerrillera pretendía formar una organización política
BUENOS AIRES.- Instalados en el lugar más alto de la cúpula de la organización guerrillera "Montoneros" durante la década del 70, Roberto "El Pelado" Perdía y Fernando "El Vasco" Vaca Narvaja siguieron vidas paralelas durante los años de la dictadura y en sus intentos por reciclarse en la recuperada democracia.
Lugartenientes de Mario "El Pepe" Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja están entre los pocos dirigentes del grupo terrorista peronista que lograron sobrevivir a la dictadura gracias al exilio. A su regreso, volvieron a compartir un mismo espacio político, esta vez en el menemismo.
Durante los años en que vivieron en el exterior, junto a Firmenich fueron cuestionados por ex integrantes de la organización, que sospecharon de supuestas vinculaciones con servicios de inteligencia del entonces gobierno militar e incluso de haber intentado un pacto con quien fue uno de los miembros de la primera junta militar, el ex almirante Emilio Massera. Tanto a Perdía como a Vaca Narvaja se les atribuye participación en los asesinatos de los líderes sindicales Augusto Timoteo Vandor y José Ignacio Rucci.
Tras el regreso de la democracia, ambos volvieron al país e intentaron, con escasa fortuna, construir algún tipo de organización política. Perdía fue beneficiado por un indulto del entonces presidente Carlos Menem y fue asesor de Carlos Corach.
Vaca Narvaja cultivó un perfil mucho más bajo, y fue secretario de Industria de la Municipalidad de San Miguel, cuando era intendente Luis Ortega. En 1972, junto a otros militantes del ERP y de la FAR, protagonizó la épica fuga de Trelew, donde murieron 22 de sus compañeros.
Firmenich fue condenado a 30 años de prisión en 1985 por secuestros y asesinatos cometidos por su agrupación e indultado en 1990 por Menem. (DyN-Télam)
Polémica entre ex miembros de la agrupación y dirigentes políticos
BUENOS AIRES.- Ex militantes montoneros y dirigentes políticos lamentaron que se intente reavivar la teoría de los dos demonios, con la orden de detención contra tres ex jefes montoneros, en la causa en que se investiga la muerte, desaparición y tortura de unos 30 miembros de esa organización, en 1980.
Patricia Vaca Narvaja, secretaria de Defensa del Consumidor y hermana de Fernando, consideró que de ninguna manera su hermano traicionó a los militantes de la organización que dirigía. "Me parece que la detención viene dirigida a la cuestión del inicio de lo que fue la teoría de los dos demonios; quieren reeditar eso", aseguró. Y sobre el arresto de su hermano, dijo: "fue como una emboscada: lo pararon de repente con dos autos rojos y lo esposaron".
El ex dirigente montonero Jorge Lewinger (cuñado de Horacio Campliglia, una de las víctimas) expresó su preocupación y desconcierto por el momento en que se decidió la captura de tres ex guerrilleros. "Temo que se intente regenerar la teoría de los dos demonios -dijo-: presionar al gobierno para la liberación de los 45 militares y un civil detenidos y así frenar una revisión del pasado tal como corresponde hacer".
Por su parte, Patricia Bullrich, candidata a jefa de Gobierno porteño y ex militante montonera junto con su cuñado Rodolfo Galimberti, afirmó: "el país tiene que ocuparse de salir de la crisis y mirar hacia adelante y no envolvernos en una historia del pasado".
A su turno, Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, dijo que la detención de los ex montoneros "es una táctica de los terroristas de Estado para opacar un poco la brillante actitud de Néstor Kirchner, en el sentido de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final". (DyN-Télam)
El magistrado consideró que los tres ex jefes montoneros fueron plenamente conscientes de que la inteligencia militar de la última dictadura conocía dónde guardaban su armamento y, pese a ello, enviaron a 18 militantes en su busca, en 1979 y 1980.
Escondites desbaratados
"Los integrantes de la conducción nacional de la Organización Montonera (OM) no podían desconocer que la ?operación guardamuebles? era conocida por la inteligencia del gobierno militar, toda vez que eran plenamente conscientes de cuáles eran los métodos de obtención de información de los servicios de inteligencia del aparato represor ilegal, estructurado por el Gobierno argentino de la época", indicó.
Bonadío ordenó la captura de los ex jefes de la organización montonera porque eran los máximos responsables de Montoneros al momento de las desapariciones. "La ?operación guardamuebles? -detalló Bonadío- fue bautizada así porque en 1979 se escondieron en ese tipo de locales armas y documentos de Montoneros, luego del fracaso de una primera contraofensiva".
Un año después, en 1980, 18 militantes -entre ellos dos menores- fueron secuestrados y desaparecieron apenas regresaron al país para otro intento de contraofensiva. "El material salvado de la acción de las fuerzas es depositado en empresas guardamuebles, previendo su retiro para continuar la actividad entre febrero y marzo de 1980; esto en gran parte es desbaratado al efectuarse procedimientos sobre esas empresas y secuestrar casi el total del material", continuó.
El juez destacó que además, ordenaron que se utilicen los mismos canales para recoger armas y equipos de comunicaciones que se habían ya utilizado durante 1979.
Bonadío basó su resolución en tres informes de inteligencia de la dictadura, en dichos de testigos como Miguel Bonasso y en una conferencia en la que uno de los apresados, Perdía, admitió que Montoneros podía estar infiltrado, antes de la contraofensiva de 1980. (Télam-DyN)
BUENOS AIRES.- El movimiento guerrillero peronista Montoneros enfrentó con las armas al gobierno electo de María Estela Martínez de Perón y luego a la junta militar que la depuso en 1976, con un golpe de Estado.
La dictadura diezmó al grupo guerrillero de ideales izquierdistas escindido de la Juventud Peronista y obligó a muchos de ellos a exiliarse en Europa y en países de América Latina. El grupo Montoneros fue responsable, entre otros delitos, del secuestro en 1974 del empresario Jorge Born, accionista de la multinacional agrícola Bunge, y cobró U$S 60 millones por su liberación.
La sociedad argentina vivió atemorizada durante la década de 1970 por atentados explosivos y secuestros que se volvieron corrientes por el accionar de ambos bandos, militares y grupos guerrilleros como Montoneros. Incluso hubo confesiones de sus miembros respecto de la forma en que fue secuestrado, enjuiciado y ejecutado el ex presidente, general Pedro Eugenio Aramburu, luego de un largo cautiverio.
Mario Firmenich (era el líder del grupo terrorista); Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, primer y segundo lugartenientes, conformaban la cúpula de Montoneros, cuando desaparecieron unos 18 miembros del grupo, entre ellos el hijo del fallecido actor Marcos Zucker.
El juez Claudio Bonadío considera que ellos son responsables por la suerte que corrieron esas personas. "Se investiga si habrían facilitado la entrega de sus compañeros", dice. Los guerrilleros integran la lista de entre 10.000 y 30.000 desaparecidos durante el regimen militar. (Especial)
La cúpula guerrillera pretendía formar una organización política
BUENOS AIRES.- Instalados en el lugar más alto de la cúpula de la organización guerrillera "Montoneros" durante la década del 70, Roberto "El Pelado" Perdía y Fernando "El Vasco" Vaca Narvaja siguieron vidas paralelas durante los años de la dictadura y en sus intentos por reciclarse en la recuperada democracia.
Lugartenientes de Mario "El Pepe" Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja están entre los pocos dirigentes del grupo terrorista peronista que lograron sobrevivir a la dictadura gracias al exilio. A su regreso, volvieron a compartir un mismo espacio político, esta vez en el menemismo.
Durante los años en que vivieron en el exterior, junto a Firmenich fueron cuestionados por ex integrantes de la organización, que sospecharon de supuestas vinculaciones con servicios de inteligencia del entonces gobierno militar e incluso de haber intentado un pacto con quien fue uno de los miembros de la primera junta militar, el ex almirante Emilio Massera. Tanto a Perdía como a Vaca Narvaja se les atribuye participación en los asesinatos de los líderes sindicales Augusto Timoteo Vandor y José Ignacio Rucci.
Tras el regreso de la democracia, ambos volvieron al país e intentaron, con escasa fortuna, construir algún tipo de organización política. Perdía fue beneficiado por un indulto del entonces presidente Carlos Menem y fue asesor de Carlos Corach.
Vaca Narvaja cultivó un perfil mucho más bajo, y fue secretario de Industria de la Municipalidad de San Miguel, cuando era intendente Luis Ortega. En 1972, junto a otros militantes del ERP y de la FAR, protagonizó la épica fuga de Trelew, donde murieron 22 de sus compañeros.
Firmenich fue condenado a 30 años de prisión en 1985 por secuestros y asesinatos cometidos por su agrupación e indultado en 1990 por Menem. (DyN-Télam)
Polémica entre ex miembros de la agrupación y dirigentes políticos
BUENOS AIRES.- Ex militantes montoneros y dirigentes políticos lamentaron que se intente reavivar la teoría de los dos demonios, con la orden de detención contra tres ex jefes montoneros, en la causa en que se investiga la muerte, desaparición y tortura de unos 30 miembros de esa organización, en 1980.
Patricia Vaca Narvaja, secretaria de Defensa del Consumidor y hermana de Fernando, consideró que de ninguna manera su hermano traicionó a los militantes de la organización que dirigía. "Me parece que la detención viene dirigida a la cuestión del inicio de lo que fue la teoría de los dos demonios; quieren reeditar eso", aseguró. Y sobre el arresto de su hermano, dijo: "fue como una emboscada: lo pararon de repente con dos autos rojos y lo esposaron".
El ex dirigente montonero Jorge Lewinger (cuñado de Horacio Campliglia, una de las víctimas) expresó su preocupación y desconcierto por el momento en que se decidió la captura de tres ex guerrilleros. "Temo que se intente regenerar la teoría de los dos demonios -dijo-: presionar al gobierno para la liberación de los 45 militares y un civil detenidos y así frenar una revisión del pasado tal como corresponde hacer".
Por su parte, Patricia Bullrich, candidata a jefa de Gobierno porteño y ex militante montonera junto con su cuñado Rodolfo Galimberti, afirmó: "el país tiene que ocuparse de salir de la crisis y mirar hacia adelante y no envolvernos en una historia del pasado".
A su turno, Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, dijo que la detención de los ex montoneros "es una táctica de los terroristas de Estado para opacar un poco la brillante actitud de Néstor Kirchner, en el sentido de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final". (DyN-Télam)