Dos abogados tuvieron un duro cruce verbal

El rol de los abogados, tanto de la parte acusadora como de los defensores de los 13 imputados, fue uno de los protagonistas de la jornada de ayer. La insistencia del abogado Roberto Flores se encontró, en numerosas oportunidades, con la oposición del fiscal Carlos Sale, pero sobre todo del representante de la acción civil José D'Antona. Esa situación motivó diversos cruces, que prácticamente sacaron de quicio al presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena. En un momento, harto del cortocircuito entre los abogados, el juez Piedrabuena los retó y sancionó a uno de los querellantes.

"Quiero que me explique la testigo por qué no recuerda", insistía Flores, ante la falta de memoria que aducía Andrea R., por las preguntas del abogado defensor de "Chenguita" Gómez. Y por cada oposición de D'Antona y Sale, Flores y su colega, Jorge Cáceres, insistían en que la testigo Andrea R. debía responder. "No dialoguen", pidió pacientemente Piedrabuena en las primeras intervenciones.

Luego, ante el modo de oponerse a las preguntas del querellante D'Antona, Cáceres comenzó a pedir que lo sancionaran. "Me anotan a mí en el acta y él hace lo mismo", dijo. "No grite, Cáceres", intervino D'Antona.

Los cordobeces se señalaron con el dedo y se decían mutuamente "a mí no me señalés". "Están como chicos de un colegio, por favor", dijo ofuscado Piedrabuena, que hizo anotar la conducta de D'Antona en el acta y ordenó un cuarto intermedio para calmar los ánimos.

Los cordobeses D'Antona y Cáceres protagonizaron, de ese modo, un duelo especial entre ellos. Ninguno quería ceder ni un milímetro a los intereses de sus clientes.