"Siempre me gustó la imagen del chico rebelde"

"Siempre me gustó la imagen del chico rebelde"

La "Señorita Lucy" cuenta los orígenes de lo que hoy es la institución. "Los alumnos aprendían a ser tolerantes y a compartir", destaca

13 Abril 2012

Es tímida y se resistió al diálogo. De hecho, no quiso fotos. Pero lentamente se relajó y fue hilvanado personajes y anécdotas. Lucy Encina, la fundadora de lo que hoy es el San Javier, dialogó con LA GACETA.

- ¿Cómo nació el proyecto?

- Yo era maestra y no tenía trabajo fijo. Mi amiga María Matilde Aybar, que siempre pensaba en grande, me propuso fundar un jardín. ¡En ese tiempo no había! Acepté entusiasmada: mi sueño había sido siempre un jardín de infantes.

Publicidad

- ¿Dónde empezaron?

- Dónde... ¡y cómo! No teníamos ni un peso, pero conseguí que mi tío Alberto Viera invirtiera y mi hermana, "La Gringa", y María Matilde pidieron créditos. Conseguimos una casa en la calle 24 y nació el Peter Pan

Publicidad

- ¿Por qué Peter Pan?

- Siempre me había gustado la imagen del chico rebelde, que no quiere crecer. Esos chicos que luchan por lo que quieren son mi pasión.

- ¿Por qué Yerba Buena?

- María Matilde quería crecer; de hecho, fundó un colegio en Salta. No me interesaba tanto, pero acepté hacerme cargo del de Yerba Buena, acepté... Y me cambió la vida. Conseguí un edificio medio abandonado pero perfecto: un patio rodeado de siete habitaciones.

- ¿Por qué era perfecto?

- Nunca tuve más de 26 chicos por aula, así que las habitaciones tenían el tamaño ideal. Convencí al constructor de que debían tener mucha luz y salidas autónomas, para que cada grupo fuera al recreo a su ritmo. Los chicos aprendieron a jugar sin molestar a los que trabajaban, y a trabajar sin que los molestara el ruido; aprendieron a ser tolerantes y a compartir.

El paso del tiempo
El 15 de abril de 1962 el "Peter" abrió sus puertas. Su hermana "Gringa" la acompañaba en todo; incluso durante años vivieron en el colegio (¡era tan lejos!, recordó). A medida que los chicos pasaban de grado, el colegio crecía. Cuando murió su amiga María Matilde, Lucy logró que se disolviera la sociedad y nació el San Javier.

Un accidente le arrebató a su hermana y nada fue igual. Durante un tiempo resistió ("acompañada por un gran grupo de maestras" , destacó), pero finalmente Lucy vendió el colegio.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios