"El Chenga vivía con Marita en la casa azul"

"El Chenga vivía con Marita en la casa azul"

La testigo protegida volvió a comprometer a los riojanos.

LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
11 Abril 2012

En otro tramo estremecedor de su declaración, la testigo protegida Andrea R. añadió precisiones sobre su cautiverio en prostíbulos de La Rioja, donde -según dijo- vio a la joven desaparecida María de los Angeles "Marita" Verón. En una nueva jornada del juicio, la mujer volvió a comprometer a los imputados riojanos José "Chenga" Gómez, Gonzalo "Chenguita" Gómez e Irma "Liliana" Medina.

"El 'Chenga' vivía con 'Marita' en la casa azul. Nunca fui, pero le decían así", relató la testigo, al mencionar al acusado como el secuestrador de la joven desaparecida. "Lo conocí el día que llegué al local. Era robusto, alto, gordo. Tenía ojos marrones, labios finos y cabello corto", describió.

Publicidad

Volvió a hablar de su encuentro con "Marita", al que se refirió ayer, en un burdel riojano. "No la vi prostituirse, sólo tenía un bebé en brazos. No puedo decir más sobre el bebé porque nunca pregunté", recordó. Con esta declaración, el tribunal resolvió finalizar la jornada y pasar a un cuarto intermedio hasta mañana.

Memoria del encierro
La testigo contó que tenía 14 años cuando fue introducida en una red de trata de personas. Según narró, se encontraba en La Pampa junto a una amiga. Allí una mujer, llamada Laura, que estaba acompañada por un hombre, Ricardo, las llevó engañadas a La Rioja. Allí, fueron amenazadas y obligadas a ejercer la prostitución.

Publicidad

Durante el cautiverio en el burdel "Candy", Andrea R. conoció a "Marita", luego que un hombre la golpeó en la cara. Allí, aseguró, la joven desaparecida se acercó para ayudarla. "Me preguntó cómo me llamaba y me aflojó las ataduras de las muñecas", recordó.

"Me enseñó un bebé que tenía en brazos y me mostró la espalda, dejando entrever cómo estaba lastimada. Ella me dijo que tenga fe, que ella creía mucho en Dios, y que íbamos a salir de esta", agregó, y mencionó que ambas hicieron un pacto: la primera que lograra escapar, avisaría a la familia de la otra. Andrea R. cumplió su palabra. LA GACETA ©

Comentarios