"Nos prohibían ver la luz del día"

"Nos prohibían ver la luz del día"

Andrea R. relató el martirio que vivió en La Rioja, adonde la llevaron cuando tenía 14 años

11 Abril 2012
De una Trafic bajaban las chicas que habían sido traídas de Foz de Iguazú para que ejercieran la prostitución. Andrea R. miró hacia una camioneta que estaba afuera del "Candy", el prostíbulo donde estaba siendo explotada. "La Coneja", una mujer que estaba allí voluntariamente, se le acercó y, señalando hacia el vehículo, identificó al corpulento hombre. "Esa es la 'Chancha' Ale", le dijo.

Andrea R., la joven que dice haber visto a María de los Ángeles Verón en los burdeles de La Rioja, contó ayer la anécdota y vinculó, como lo hicieron otros testigos, al ex dirigente de San Martín en el mundo de la trata de personas. En ese entonces, Andrea R. era una adolescente de 14 años. En "Candy", al cual reconoció en algunas de las fotos que constan en el expediente, ejerció la prostitución hasta que en un allanamiento fue rescatada.

La mujer fue golpeada, ya que se negaba a cumplir las pautas que le imponían. Dijo que "Liliana" Medina le había explicado que allí debía hacer copas, prostituirse o sentarse en "upa" cuando los clientes lo requerían. "En la caja había una administradora, Paola Gaitán, que era la encargada de registrar los pases y las copas", explicó la testigo.

Doña Claudia (como se conocía a Azucena Márquez, según el expediente), la amenazó para que cumpliera con esas pautas, según contó. "Me dijo que si me seguía haciendo la loca me mandaría con el gordo (Carlos) Luna, y que ahí sí que no se jodía. Me decían que para ellos no era nada desaparecer a una piba", declaró.

"Una vez me metieron a un cuarto con las manos atadas y me dejaron ahí, con el cuerpo de una chica aparentemente fallecida. Teníamos prohibido ver la luz del día", describió. Allí, donde a Andrea R. le decían "Barbie", le fraguaron el documento para que simulara que era mayor de edad.

En su declaración, la joven también contó los rituales que hacía Irma Medina, que incluían sacrificios de animales. "Iba un hombre, nos hacían desnudar y nos pasaban unos yuyos para limpiar el cuerpo. Con un cigarrillo, supuestamente Liliana Medina nos hacía curaciones", explicó.

Hoy, desde las 8.30, la mujer retomará su relato y seguirá contándole al tribunal los detalles del calvario que dice haber vivido, durante un mes y días, en los prostíbulos de La Rioja.

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