Lo que pudo el encuentro de una monja tesonera y un empresario benefactor

Lo que pudo el encuentro de una monja tesonera y un empresario benefactor

BENEFACTORES. Alfredo Guzmán y su esposa Guillermina Leston. BENEFACTORES. Alfredo Guzmán y su esposa Guillermina Leston.
10 Abril 2012
Tienen mucho para festejar en 2012 las Misioneras de la Inmaculada Concepción. Hace 100 años llegaban a la Argentina (poco después se hacían cargo de la Sala Cuna) y hace 75 comenzaba a funcionar el Colegio Guillermina. Y fue precisamente en la cuna que albergaba niños sin familia que nació el colegio: la superiora del orfelinato, la madre Obdulia Canal, bregaba desde hacía tiempo por la fundación de un colegio para niñas. Había logrado la autorización de la madre general, y aunque no tenía ni un centavo no le faltaban pasión ni tesón. Consiguió que la pusieran en contacto con Alfredo Guzmán, que ya había donado las instalaciones para la Sala Cuna.

Una reconstrucción del diálogo lo cuenta así:
- Dicen que quiere Ud., madre Obdulia, comprar casas para un colegio… ¿Con qué cuenta?
- Con lo que Ud. quiera darme, y si no me presentaré al señor gobernador...
-¿Y qué clase de escuelita quiere Ud.?
-¿Escuelita? ¡Ah, no Sr. Guzmán! ¡Yo quiero un colegio como el que Ud. vio cuando fue a Barcelona! Ya que lo hacemos, hagámoslo bien, y no dejemos a la posteridad un colegio de chiquilicuatro!

Dicen, también, que Guzmán pidió un plano y lo obtuvo ocho días después. Y luego de un par de ajustes las obras se iniciaron el 21 de noviembre de 1935. Menos de dos años después todo estaba listo: el 10 de abril de 1937 el obispo bendecía las instalaciones en presencia del gobernador y, por supuesto, de don Alfredo y de su esposa, doña Guillermina Leston, con cuyo nombre se bautizó el gran nuevo colegio: la madre Obdulia se había "salido con la suya". Bajo la dirección de la madre Honoria Ortiz de Pinedo, 170 chicas comenzaron las clases.

Evolución constante
Desde entonces, en Sáenz Peña al 673, miles y miles de adolescentes han crecido al abrigo de esos muros. Y esos muros se han expandido una y otra vez para albergarlos. Y al cobijo de esos muros evolucionaron los planes de estudio (un gran hito lo marcó la incorporación del llamado Proyecto 13 en 1970) y la capacitación de los docentes; se procuró una formación cultural integral y que los alumnos conozcan el país por medio de giras de estudio; desde 1985 se sumaron progresivamente varones al alumnado y por sobre todo, se sigue apostando por el espíritu misionero, en un arduo proceso de fe que está inmersa en la sociedad.

Comentarios