08 Abril 2012
María Rosa Lojo, poeta narradora y ensayista, sostiene que España y Argentina siempre se miran en tiempos de crisis. Se refiere a esta vieja tradición de ir y volver de un país a otro como una gran épica. "Creo que las similitudes de la lengua son determinantes en este fenómeno", señala. Sostiene que los vínculos culturales y lingüísticos han hecho siempre de España un destino popular para los inmigrantes argentinos que buscan la estabilidad financiera que tradicionalmente había ofrecido Europa.
"Hay dos oleadas importantes de inmigraciones de argentinos a España: una ocurrió durante la dictadura militar, cuando la mayoría de los que se iban lo hacían por una cuestión política. La segunda oleada ocurrió con el "corralito". Motivados por razones económicas, creo que la mayoría de los que se fueron entonces lo hicieron con la esperanza de volver con algunos ahorros cuando Argentina se estabilizara un poco", resalta Lojo, que es hija de dos españoles que pertenecieron a la última parte de la inmigración española de la posguerra civil. "La experiencia del exilio no es fácil. El conflicto es mayor cuando uno viaja en familia o arma una familia porque los hijos quedan repartidos entre dos mundos y la condición, la supervivencia se vuelve muy difícil", opina la autora del libro "Árbol de familia", una rememoración narrativa de la familia de origen gallego.
Lojo habló sobre las distintas percepciones entre argentinos y españoles emigrantes. "Los españoles que hasta mediados del siglo pasado querían venir a Argentina veían un país joven, con mucho futuro. El argentino que eligió España hace 10 años lo veía como un país muy sólido; España abría muchas esperanzas", resalta.
La escritora también se refirió a lo que significó la inmigración española para los argentinos. "Fue muy importante; hicieron del país lo que hoy es: un país conflictivo y muy rico a la vez, con gran diversidad cultural. Los españoles emigraron en masa a nuestro país hasta la década del 50 del siglo pasado. Vinieron no menos de 1.100.000 gallegos", destaca.
"Hay dos oleadas importantes de inmigraciones de argentinos a España: una ocurrió durante la dictadura militar, cuando la mayoría de los que se iban lo hacían por una cuestión política. La segunda oleada ocurrió con el "corralito". Motivados por razones económicas, creo que la mayoría de los que se fueron entonces lo hicieron con la esperanza de volver con algunos ahorros cuando Argentina se estabilizara un poco", resalta Lojo, que es hija de dos españoles que pertenecieron a la última parte de la inmigración española de la posguerra civil. "La experiencia del exilio no es fácil. El conflicto es mayor cuando uno viaja en familia o arma una familia porque los hijos quedan repartidos entre dos mundos y la condición, la supervivencia se vuelve muy difícil", opina la autora del libro "Árbol de familia", una rememoración narrativa de la familia de origen gallego.
Lojo habló sobre las distintas percepciones entre argentinos y españoles emigrantes. "Los españoles que hasta mediados del siglo pasado querían venir a Argentina veían un país joven, con mucho futuro. El argentino que eligió España hace 10 años lo veía como un país muy sólido; España abría muchas esperanzas", resalta.
La escritora también se refirió a lo que significó la inmigración española para los argentinos. "Fue muy importante; hicieron del país lo que hoy es: un país conflictivo y muy rico a la vez, con gran diversidad cultural. Los españoles emigraron en masa a nuestro país hasta la década del 50 del siglo pasado. Vinieron no menos de 1.100.000 gallegos", destaca.
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