07 Abril 2012
LARGA VIDA. Los paneles, que miran al norte con una inclinación de 30°, están diseñados para durar 30 años. GENTILEZA PROCOM INGENIERIA SRL
Arrancaron de cero, en un páramo arenoso. Sin margen de error y con el tiempo justo. Hoy, su obra aporta la energía que precisan, por año, 3.600 viviendas tipo: sólo 1.400 menos que el megaemprendimiento Lomas de Tafí. Sin embargo, tal obra no se encuentra cerca de ese barrio; ni siquiera, en nuestra provincia.
La empresa tucumana Procom Ingeniería SRL diseñó, fabricó y montó la mayor planta solar fotovoltaica (conversión directa de energía luminosa en eléctrica) de Sudamérica, en San Juan. Se trata, por ahora, del 25% de un proyecto que generará 20 megavatios (MW) por hora. Una vez terminada, la planta será una de las más grandes del mundo.
"El Estado llama a licitación para que se lo provea de 20 MW de energía, desde fuentes renovables. La firma Emgasud gana y contrata a Elecnor (España) que, a su vez, nos adjudica la primera etapa, de 5 MW", dijo Augusto Farolfi, gerente general de Procom. Según contó, no se trata del emprendimiento más grande que hizo su firma, aunque sí del más significativo: "la obra es emblemática por lo que implica. La hicimos de cero; quizá no habría sido tan meritorio si no hubiésemos arrancado de la nada". Agregó que el proyecto demoró cinco meses y que involucró a unas 180 personas.
"Esta obra fue auditada por tres estudios de España. Hicimos las estructuras en Tucumán; las enviamos a Buenos Aires, donde las galvanizaron en caliente. Se garantizó una vida útil del parque de más de 30 años", añadió el coordinador general de obras civiles de Procom, Alexis Custodio. No sólo debieron pugnar contra el escaso tiempo o contra la falta de experiencia: "en el lugar, con temperaturas de más de 40° C y vientos de hasta 140 km por hora, se realizó el movimiento de suelos y la confección de las fundaciones, sobre las que se efectuó el montaje mecánico".
Mínimo mantenimiento
Según precisó Custodio, esta etapa implicó la colocación de 25.116 paneles fotovoltaicos (solares) en un predio de 84 hectáreas. "Son paneles fijos, orientados hacia el norte en un ángulo de 30°. Esa inclinación y ubicación resultan óptimas para las distintas épocas del año, ya que durante todo el día reciben la radiación solar", explicó. Agregó que requieren mínimo mantenimiento. "La tierra los daña, les resta potencia; día por medio se lo lava con hidrolavadora", dijo.
Contó que cada panel - de 1,60 por 1 metro- genera 220 vatios; están conectados entre sí y envían energía a un transformador, que vuelve la corriente alterna. De allí, pasa a la red nacional.
"Durante abril, los diques de San Juan presentan un bajo nivel; incluso, uno deja de funcionar. El 40% de la energía que generará esa provincia saldrá de estos paneles. Así de importante es este tema", explicó Farolfi. Pero hay más beneficios en esta forma de generar electricidad. "Un dique provoca un impacto ambiental muy grande; y las centrales que usan gas generan toneladas de dióxido de carbono (CO2). Con los paneles solares, incluso se resta la cantidad de CO2 del ambiente", expresó Custodio. "No hay que gastar en gas o gasoil. Y una vez instalada, dos empleados pueden auditar el nivel de radiación", agregó Farolfi.
La empresa tucumana Procom Ingeniería SRL diseñó, fabricó y montó la mayor planta solar fotovoltaica (conversión directa de energía luminosa en eléctrica) de Sudamérica, en San Juan. Se trata, por ahora, del 25% de un proyecto que generará 20 megavatios (MW) por hora. Una vez terminada, la planta será una de las más grandes del mundo.
"El Estado llama a licitación para que se lo provea de 20 MW de energía, desde fuentes renovables. La firma Emgasud gana y contrata a Elecnor (España) que, a su vez, nos adjudica la primera etapa, de 5 MW", dijo Augusto Farolfi, gerente general de Procom. Según contó, no se trata del emprendimiento más grande que hizo su firma, aunque sí del más significativo: "la obra es emblemática por lo que implica. La hicimos de cero; quizá no habría sido tan meritorio si no hubiésemos arrancado de la nada". Agregó que el proyecto demoró cinco meses y que involucró a unas 180 personas.
"Esta obra fue auditada por tres estudios de España. Hicimos las estructuras en Tucumán; las enviamos a Buenos Aires, donde las galvanizaron en caliente. Se garantizó una vida útil del parque de más de 30 años", añadió el coordinador general de obras civiles de Procom, Alexis Custodio. No sólo debieron pugnar contra el escaso tiempo o contra la falta de experiencia: "en el lugar, con temperaturas de más de 40° C y vientos de hasta 140 km por hora, se realizó el movimiento de suelos y la confección de las fundaciones, sobre las que se efectuó el montaje mecánico".
Mínimo mantenimiento
Según precisó Custodio, esta etapa implicó la colocación de 25.116 paneles fotovoltaicos (solares) en un predio de 84 hectáreas. "Son paneles fijos, orientados hacia el norte en un ángulo de 30°. Esa inclinación y ubicación resultan óptimas para las distintas épocas del año, ya que durante todo el día reciben la radiación solar", explicó. Agregó que requieren mínimo mantenimiento. "La tierra los daña, les resta potencia; día por medio se lo lava con hidrolavadora", dijo.
Contó que cada panel - de 1,60 por 1 metro- genera 220 vatios; están conectados entre sí y envían energía a un transformador, que vuelve la corriente alterna. De allí, pasa a la red nacional.
"Durante abril, los diques de San Juan presentan un bajo nivel; incluso, uno deja de funcionar. El 40% de la energía que generará esa provincia saldrá de estos paneles. Así de importante es este tema", explicó Farolfi. Pero hay más beneficios en esta forma de generar electricidad. "Un dique provoca un impacto ambiental muy grande; y las centrales que usan gas generan toneladas de dióxido de carbono (CO2). Con los paneles solares, incluso se resta la cantidad de CO2 del ambiente", expresó Custodio. "No hay que gastar en gas o gasoil. Y una vez instalada, dos empleados pueden auditar el nivel de radiación", agregó Farolfi.
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