En Medicina vuelven a clases con nuevos objetivos

"Ha sido un gran esfuerzo, pero me apasiona, y he tenido muy buenos profesores. A mí siempre me han gustado los chicos y por el hecho de ser madre ahora me interesan más. Es fundamental hacer prevención, curarlos y sanarlos desde los primeros tiempos de la vida". Gabriela Terribile (26 años) sonríe, y no es para menos. La flamante médica recibió de manos del decano de la Facultad de Medicina de la UNT, Demetrio Mateo Martínez, y de Miguel Juárez, representante de Laboratorios Bagó, la medalla de oro y el diploma de honor al mejor promedio (9,42) de 2011.

El primer beso de felicitación que recibió fue el de su hijita, Guillermina. Ese fue el momento más emotivo del acto que se llevó a cabo ayer en el aula Juan Dalma, con el que la Facultad de Medicina dio por iniciado formalmente el ciclo lectivo 2012.

La ceremonia se completó con discursos de las autoridades. Asistieron la comunidad educativa, y los abanderados y escoltas de Medicina, Enfermería y Kinesiología. El estrado estuvo encabezado por la secretaria académica de la UNT, Susana Maidana; el decano Martínez; el vicedecano José Antonio Remis; el secretario ejecutivo médico del Siprosa, Fernando Avellaneda, y el presidente del Colegio Médico, Carlos Fernández.

Maidana celebró la idea de premiar a los mejores, y resaltó que es el conocimiento lo que caracteriza a una institución universitaria. "Varias acreditaciones de la Coneau garantizan el nivel. Es una Facultad que tiene una cultura de la evaluación, y por ello es una de las más prestigiosas del país", afirmó. Destacó la apertura de la carrera de Enfermería en Tafí del Valle -una deuda pendiente de la universidad con los pueblos originarios y con sectores que ven cercenada su posibilidad de estudiar-, y elogió que Medicina haya logrado que la nueva carrera sea financiada por la intendencia de Tafí del Valle.

Por su parte, el doctor Martínez resaltó que este año se encarará la reforma del plan de estudios en Medicina, que ya cumplió 22 años. "Desde entonces el perfil de salud-enfermedad ha cambiado -expresó-. Antes los docentes educábamos por objetivos; hoy preferimos hablar de competencias. El egresado debe ser capaz de resolver tales problemas. Antes teníamos sólo pizarrón, tiza y un retroproyector con filminas. Hoy hay pizarrones virtuales, ya incorporados en las aulas del Hospital de Niños, y equipos llamados androides o simuladores, con los cuales los estudiantes desarrollan habilidades y destrezas tales como punciones o maniobras invasivas del pudor".

Habló de las innovaciones en el ciclo de admisión en Medicina, donde aumentó el puntaje de Comprensión de Textos. En Enfermería, ante la alta deserción en primer año, ahora se toma examen de admisión con curso de apoyo. Advirtió que no hay cupo, pero que los aspirantes deben rendir tres materias y aprobar con nota superior a 6. "Se trata de mejorar la calidad educativa y de promover la inclusión social -sintetizó-. El año pasado abrimos Simoca; este año, en el Valle de Tafí y en 2013 va a ser Trancas o Burruyacu".