Por Roberto Espinosa
21 Marzo 2012
Vuela diáfana despabilando la vida. Se cuela entre las hojas del silencio. De la alegría. Por los ojales de su alma bailotean rumores antiguos. Melancolías. Aromas de arrabal. La fragilidad de una reina mora enamorada. Tal vez la poesía de un zorzal apasionado. El misterio. La brisa agazapada en las sombras de la luna. Quizás porque la flauta es trino del alma hecho pájaro.
Claudio Barile, uno de los flautistas argentinos más notables, se zambulle en esta ocasión en las voces de Astor Piazzolla (1921-1992). Aborda la "Historia del Tango", acompañado en piano con notable musicalidad por Viviana Lazzarín (el original es para flauta y guitarra). Luego transita por "Tango Études para flauta sola", seis piezas poco conocidas del gran marplatense, donde el solista debe apelar a todos sus recursos para vestir la desnudez del sonido con expresión e interioridad. Sobre la base de una acendrada técnica, Barile construye paisajes sonoros de rara belleza, que van desde lo intimista y la meditación a la vitalidad y la ansiedad. Dos de las tres piezas extras ("Otoño porteño", "Fuga y misterio") que integran este registro, son interpretadas con sobresaliente nivel en flauta, bandoneón (Daniel Binelli) y guitarra (Pablo Cohen). Se destaca también el nostálgico "París desde aquí", de Binelli. El alma de la flauta pareciera no tener secretos para Claudio Barile, como tampoco su corazón.
Claudio Barile, uno de los flautistas argentinos más notables, se zambulle en esta ocasión en las voces de Astor Piazzolla (1921-1992). Aborda la "Historia del Tango", acompañado en piano con notable musicalidad por Viviana Lazzarín (el original es para flauta y guitarra). Luego transita por "Tango Études para flauta sola", seis piezas poco conocidas del gran marplatense, donde el solista debe apelar a todos sus recursos para vestir la desnudez del sonido con expresión e interioridad. Sobre la base de una acendrada técnica, Barile construye paisajes sonoros de rara belleza, que van desde lo intimista y la meditación a la vitalidad y la ansiedad. Dos de las tres piezas extras ("Otoño porteño", "Fuga y misterio") que integran este registro, son interpretadas con sobresaliente nivel en flauta, bandoneón (Daniel Binelli) y guitarra (Pablo Cohen). Se destaca también el nostálgico "París desde aquí", de Binelli. El alma de la flauta pareciera no tener secretos para Claudio Barile, como tampoco su corazón.
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