"Quiero a mi hija viva o muerta, aunque sea los huesos; no les tengo miedo a estos mafiosos"

"Quiero a mi hija viva o muerta, aunque sea los huesos; no les tengo miedo a estos mafiosos"

Susana Trimarco empezó a declarar y contó parte de los 10 años de búsqueda de Marita. Cargó contra imputados, políticos y policías La madre de Marita relató cómo descubrió el negocio de la trata de personas, y afirmó que lo único que busca es que le devuelvan a su hija. Videos.

LUCHANDO POR SALIR. Susana Trimarco se retira de tribunales custodiada por la Policía, luego de haber declarado con detalles gran parte de su calvario. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
16 Febrero 2012
Tal vez en otras personas las palabras de Susana Trimarco habrían parecido egoístas. Pero la lucha de esta mujer en estos 10 años es tan conocida, que aún cuando dice que lo único que le interesa es encontrar a su hija, sus dichos revelan un mundo hasta hace un tiempo desconocido: el de la trata de personas.

La madre de María de los Ángeles "Marita" Verón comenzó ayer a declarar en el juicio oral y público que se sigue contra 13 imputados, y además de describir por todo lo que pasó, acusó a más personas de haber participado en el secuestro de Marita el 3 de abril de 2002.

La primera parte de su declaración, Trimarco la dedicó a hablar de su familia. Recordó a su marido Daniel Verón, la niñez de sus hijos Horacio y Marita, el noviazgo de esta con David Catalán y cuando nació Micaela, su nieta.

Trimarco relató lo que pasó el día en que desapareció Marita. La mujer puso sus sospechas sobre Patricia Soria, una enfermera que vivía en el mismo barrio que la joven, en Las Talitas. "Marita quería ponerse un DIU (dispositivo intrauterino) y ella le insistía en que vaya a la Maternidad. A mí no me caía bien esa mujer, que le preguntaba muchos detalles de su vida privada y de la familia", declaró.

Después cargó contra Miguel Ardiles, un supuesto empleado de la Maternidad que le ayudó a Marita a conseguir los turnos. "La llamaron para el 3 para darle el turno y le pidieron que lleve el documento. Nos pareció raro", dijo Trimarco.

Luego detalló cómo fue la búsqueda, cuando Marita no volvió de la Maternidad. "Recorrimos hospitales, calles, hablamos con las amigas. Nada. Estaba desesperada. En la comisaría no nos querían tomar la denuncia, porque decían que se había ido seguro con un noviecito o con sus amigas. Después decían que no tenían papel para redactar la denuncia ni nafta para salir a buscarla en camioneta", precisó.

El presidente del Tribunal, Alberto Piedrabuena, la interrumpió en esta parte del relato, y decretó un cuarto intermedio. "Sí, porque me falta mucho. Tengo para estar 10 días", advirtió Trimarco.

Cuando retornó la audiencia, la madre de Marita habló de la búsqueda. No ahorró palabras contra el ex gobernador Julio Miranda y contra funcionarios de su gabinete. "Como estúpida iba a la Casa de Gobierno. Digo estúpida porque la mafia estaba ahí. Ellos me mandaron a hablar con los Ale", expresó.

Trimarco hizo referencia a un convenio que había firmado el gobierno (gestión Miranda) con la Asociación de Remiseros Unidos de Tucumán (ARUT), en la que los declaraban custodios de la ciudad. "Julio Díaz (secretario de Seguridad) me dijo que ellos tenían más autos y mejores armas que la Policía", manifestó.

Cuando tenía que hacer referencia a María Jesús Rivero, titular de ARUT y de la remisería Cinco Estrellas, habló de ella como "esta señora". Y como se esperaba, se despachó contra Rubén "La Chancha" Ale. "Yo siempre desconfié de ellos, porque todos decían que eran unos delincuentes", aseveró.

"?La Chancha? Ale y toda la mafia manejan la droga y la prostitución de esta provincia. No se por qué el pueblo de Tucumán no los enfrenta. Yo los voy a enfrentar, así bajita, chiquita, como soy, voy a defender a mi hija", aseguró. Hubo tres momentos de tensión por las reacciones de la familia Gómez y la interrupción de los abogados.

La pista de La Rioja


"Una mujer que trabaja en la noche nos dice que sabía lo que le pasó a Marita. Nos dio datos de dónde la tuvieron cautiva, y que la secuestraron para la explotación sexual en La Rioja. Yo no podía creer que existan esas cosas", dijo Trimarco.

La madre de Marita desechó las otras hipótesis, criticó la labor de Ernesto Baaclini, entonces secretario de la Fiscalía de Instrucción VIII y que estuvo a cargo de la investigación cuando murió la fiscala Joaquina Vermal.

Cuando por fin llegó a un prostíbulo de La Rioja, no encontró a Marita. Pero una chica, Anahí, se fue corriendo a sus brazos y le suplicó que la rescatara. Ella le contó que había visto a su hija la semana anterior, y le relató el calvario que vivía. Fue el primero de muchos testimonios desgarradores.

"Desgraciadamente me convertí en especialista de este delito porque lo palpé, lo viví. Y busco a mi hija. Jamás la voy a dejar de buscar, caiga quien caiga. Mi misión es mi hija. No quiero cerrar los ojos hasta antes saber de ella. Hay muchas chicas desaparecidas que estamos ayudando, pero yo quiero a mi hija", dijo con firmeza Trimarco.

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