Susana Trimarco sólo quiere sentarse frente a los jueces

Susana Trimarco sólo quiere sentarse frente a los jueces

El testimonio de la madre de Marita será el primero en ser escuchado.

FIRME. Susana Trimarco estuvo el miércoles en tribunales con la hermana Berta Povalej y dijo que no la verán débil. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO FIRME. Susana Trimarco estuvo el miércoles en tribunales con la hermana Berta Povalej y dijo que no la verán débil. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
14 Febrero 2012
Pasó un fin de semana distinto a los últimos días. Desde hace 10 días su vida se dividió en atender los llamados de los medios de prensa y en recibir a las personas que la visitaron. En el medio, la ansiedad por el inicio del juicio en el que son juzgadas 13 personas por el secuestro para explotación sexual de su hija, María de los Ángeles "Marita" Verón.

Susana Trimarco apagó el teléfono el viernes, y trató de despejar la cabeza. Es que desde hoy la atención se centrará en la declaración que la mujer debe brindar como testigo en la causa. Por consejo de sus abogados, ella no atenderá a la prensa hasta que culmine su testimonio, que se estima durará al menos dos días.

"La declaración de Trimarco es la columna vertebral de nuestro planteo. Ella ha venido contando ya todo lo que pasó en estos 10 años y quiere poder decírselo a los jueces", manifestó el abogado José D?Antona, uno de los representantes de la querella en el debate oral y público.

D?Antona comentó que, a pesar de que la madre de Marita ya declaró en la instrucción cada vez que le fue requerido, y que transmitió a través de los medios de comunicación su historia, el testimonio servirá para que se conozca en detalle la acusación contra los imputados.

Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002 cuando salió de su casa hacia la maternidad para solicitar un turno ginecológico. Según la acusación que realizó la fiscala de Instrucción Adriana Reinoso Cuello, fue secuestrada en Paso de los Andes y San Martín por un auto de la remisería "Cinco Estrellas".

Luego, la joven de 23 años estuvo cautiva en una casa de Yerba Buena y en otra del barrio Feput, hasta que la vendieron a prostíbulos de La Rioja, donde la obligaron a prostituirse.

Trimarco y su marido, Daniel Verón, recorrieron varios puntos del país buscando a Marita. Llegaron a medios nacionales, y la búsqueda de Trimarco se convirtió en referente de la lucha contra la trata de personas.

"Con el cambio de abogado defensor de dos de los imputados y las declaraciones que brindarán ellos, es muy probable que Trimarco no declare aún. Incluso no sería extraño que decidan hablar otros acusados", expresó D?Antona. Pero eso no parece afectar a Trimarco, que está dispuesta, incluso, a carearse con los sospechosos y enfrentarlos cara a cara.

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