"Que sea turbia no implica que no sea potable"

En la planta potabilizadora de El Cadillal no hay muchos secretos. El agua proveniente del dique pasa por un sencillo sistema (al menos en apariencia) que por medio de mecanismos electromagnéticos hace que la suciedad se filtre, el líquido se limpie y llegue a la comodidad del hogar.

El mecanismo funciona correctamente y puede observarse cómo el agua turbia -tal como la vemos en El Cadillal- se convierte en agua purificada, lista para el consumo personal. La distribución alcanza el 60% de San Miguel de Tucumán. El resto del suministro se saca de pozos ubicados en diferentes lugares de la provincia. Todo lo que se extrae se envía a la planta Muñecas, desde donde se distribuye a la red domiciliaria.

Desperfectos
El ingeniero Augusto Guraiib, gerente de mantenimiento de la red de la SAT, explicó que el agua puede salir con turbiedad desde hace varias semanas a causa del corte de electricidad del 19 de enero pasado. El corte más complicado en la planta databa de varios años atrás y había durado entre seis y siete horas. En cambio, esta vez la planta permaneció más de 15 horas sin luz. Fue el corte más prolongado de la historia en el lugar.

"La planta contaba con un sistema físico-químico para la decantación y purificación del agua. Hoy el sistema es mucho más moderno -electromecánico-, pero cuando se produce un corte tan grande de energía los filtros se saturan y surgen este tipo de consecuencias".

Guraiib aclaró que lo que está pasando ahora son los últimos vestigios de ese episodio. "Estamos saliendo con muy buena calidad de agua. Pero sí es cierto que pueden quedar restos de turbiedad, debido a que las cañerías y los tanques son justamente los que atrapan las partículas de sarro", indicó.

El funcionario recomendó a los vecinos afectados que dejen correr el agua para que se purguen las cañerías, y que hagan una limpieza del tanque para eliminar aquellos residuos que pueden haber quedado estancados en la rugosidad del mismo material que alberga el agua.

Soluciones
Más allá de las recomendaciones para las viviendas particulares, desde la SAT también pueden solucionar el problema. La cuestión reside en las temperaturas agobiantes que castigan a Tucumán. "Para que no haya más turbiedad tenemos que limpiar todas las cañerías y los filtros dejando correr el agua. Pero eso no podemos hacerlo en días de 42 grados, porque tendríamos que cortar el suministro para limpiar las cañerías y entonces dejaríamos sin agua a la población", explicó Guraiib.

Lo que se está haciendo en este momento es la limpieza de las cañerías durante la noche. Además, se aumentó el nivel de cloración del agua, de manera que los parámetros de turbiedad disminuyan.

Según la empresa, están tomando los recaudos suficientes para que los vecinos puedan utilizar el servicio sin inconvenientes. "Estamos tomando muestras de las viviendas en forma permanente. De las últimas 252 que recogimos, nos dieron sólo 10 con turbiedad -reveló Guraiib-. Pero que esté turbia no quiere decir que no sea potable, ya que los parámetros bacteriológicos indican que el agua sí es apta para el consumo".

El gerente de mantenimiento aclaró que hay problemas de fondo que complican las cosas. "La ciudad crece a pasos agigantados: donde había una casa en la que vivía una familia ahora hay un edificio en el que viven 20 familias -graficó-. Por eso estamos trabajando, ampliando la planta e intentando hacer más y más obras. El tema es que la Nación no invierte en saneamiento desde hace 40 años, y eso es muy difícil de revertir".