05 Febrero 2012
REVISTA
LA BALANDRA
ALEJANDRA LAURENCICH (Directora)
No es escasa la tradición de revistas literarias argentinas. Por citar ejemplos, basten El escarabajo de oro, El ornitorrinco, Sur, Contorno, Diario de poesía y Punto de vista, entre tantísimas otras. La última gran aparición había sido Lamujerdemivida, que comenzó en 2003 y, por cuestión de costos, pasó de mensual a trimestral en 2008.
Ahora, parece ser el turno de La Balandra -otra narrativa-, dirigida por Alejandra Laurencich; también trimestral, con un precio de tapa accesible, entrevistas, originales secciones y con reconocidos escritores como columnistas y colaboradores, además de un dossier como tema de tapa. El del primer número, fue si "un escritor nace o se hace"; el segundo (diciembre 2011), "Corregir o no corregir: una cuestión para el escritor".
Consultada para LA GACETA Literaria, Alejandra Laurencich afirma que la revista "habla del escribir, de los planteos, asuntos y disyuntivas a las que se enfrenta día a día cualquier escritor -venda poco o mucho, sea reconocido o no-, de cómo llegar a una editorial, de cuál es la tarea de un traductor, de los nuevos talentos que quizá dentro de un tiempo estén en las tapas de los suplementos culturales; pone a hablar a los que hace años se ejercitan en este bendito oficio sobre cuestiones que se preguntan los que empiezan, para aprovechar esas experiencias, para mostrar caminos recorridos".
En las entrevistas, columnas y testimonios, los escritores cuentan cómo fueron sus comienzos con el oficio, su trayectoria, su búsqueda y su necesidad de escribir. A lo que se suman casi una decena de textos de ficción, en su mayoría inéditos, lo que hace que cada número de la revista se asemeje a una antología de narrativa.
Según Laurencich, "La Balandra pone al descubierto la trastienda de un oficio como el de escribir, oficio que es muchas veces idealizado, hasta sacralizado con esto de la inspiración y el don de la palabra que pareciera tocarle a unos ?elegidos? que luego se sentarán en la feria del libro a firmar ejemplares para tantos otros ?no elegidos? que los admiran. La prensa cultural muchas veces, sin quererlo, favorece esta creencia". Y agrega que la publicación va en beneficio no sólo del "lector ávido de conocimiento o el autor novato, sino también el autor ya establecido, porque hablar de lo que uno hace, de lo que uno necesita tanto como respirar, reflexionar sobre la propia tarea, es siempre iluminador".
Esperemos que La Balandra pueda agenciarse de esas luces, y logre lo que muchas otras revistas literarias no han logrado: la supervivencia en el tiempo.© LA GACETA
Hernán Carbonel
LA BALANDRA
ALEJANDRA LAURENCICH (Directora)
No es escasa la tradición de revistas literarias argentinas. Por citar ejemplos, basten El escarabajo de oro, El ornitorrinco, Sur, Contorno, Diario de poesía y Punto de vista, entre tantísimas otras. La última gran aparición había sido Lamujerdemivida, que comenzó en 2003 y, por cuestión de costos, pasó de mensual a trimestral en 2008.
Ahora, parece ser el turno de La Balandra -otra narrativa-, dirigida por Alejandra Laurencich; también trimestral, con un precio de tapa accesible, entrevistas, originales secciones y con reconocidos escritores como columnistas y colaboradores, además de un dossier como tema de tapa. El del primer número, fue si "un escritor nace o se hace"; el segundo (diciembre 2011), "Corregir o no corregir: una cuestión para el escritor".
Consultada para LA GACETA Literaria, Alejandra Laurencich afirma que la revista "habla del escribir, de los planteos, asuntos y disyuntivas a las que se enfrenta día a día cualquier escritor -venda poco o mucho, sea reconocido o no-, de cómo llegar a una editorial, de cuál es la tarea de un traductor, de los nuevos talentos que quizá dentro de un tiempo estén en las tapas de los suplementos culturales; pone a hablar a los que hace años se ejercitan en este bendito oficio sobre cuestiones que se preguntan los que empiezan, para aprovechar esas experiencias, para mostrar caminos recorridos".
En las entrevistas, columnas y testimonios, los escritores cuentan cómo fueron sus comienzos con el oficio, su trayectoria, su búsqueda y su necesidad de escribir. A lo que se suman casi una decena de textos de ficción, en su mayoría inéditos, lo que hace que cada número de la revista se asemeje a una antología de narrativa.
Según Laurencich, "La Balandra pone al descubierto la trastienda de un oficio como el de escribir, oficio que es muchas veces idealizado, hasta sacralizado con esto de la inspiración y el don de la palabra que pareciera tocarle a unos ?elegidos? que luego se sentarán en la feria del libro a firmar ejemplares para tantos otros ?no elegidos? que los admiran. La prensa cultural muchas veces, sin quererlo, favorece esta creencia". Y agrega que la publicación va en beneficio no sólo del "lector ávido de conocimiento o el autor novato, sino también el autor ya establecido, porque hablar de lo que uno hace, de lo que uno necesita tanto como respirar, reflexionar sobre la propia tarea, es siempre iluminador".
Esperemos que La Balandra pueda agenciarse de esas luces, y logre lo que muchas otras revistas literarias no han logrado: la supervivencia en el tiempo.© LA GACETA
Hernán Carbonel