"Los de Alumni lograron lo que querían"

"Los de Alumni lograron lo que querían"

Loeschbor criticó la actitud de sus rivales cordobeses, que no pidieron continuar el partido

SIN RESPUESTA. Los jugadores de San Martín flanquearon al juez Acosta, de muy floja labor, para que les diera una respuesta de si seguía o no el partido. Demoró 30 minutos en suspenderlo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA SIN RESPUESTA. Los jugadores de San Martín flanquearon al juez Acosta, de muy floja labor, para que les diera una respuesta de si seguía o no el partido. Demoró 30 minutos en suspenderlo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
30 Enero 2012
"Ellos, en ningún momento mostraron intención de seguir jugando el partido", se quejó Emanuel Loeschbor, capitán de los "santos". El central estaba molesto por la actitud del plantel y el cuerpo técnico de Alumni de Villa María que, ante la lesión que acusó el volante JuanMarcelo Aimar, no quiso reanudar el cotejo.

"Cuando hablé con el árbitro, me dijo que tenía que esperar a ver cómo reaccionaba el jugador para tomar una determinación al respecto. Al final, ellos lograron lo que pretendían: no seguir jugando", insistió el zaguero central de San Martín.

Loeschbor negó que Aimar haya estado en algún momento inconsciente. "En un primer momento quiso levantarse, pero el técnico y los jugadores le dijeron que se quedara en el suelo. Incluso, amagó tres veces con hacerlo, y lo volvían a acostar. Estaban dadas todas las condiciones para que el partido pudiera proseguir", señaló el defensor que, a modo de autocrítica, aseveró que no estaban jugando bien, ni el grupo ni él. "Si jugando mal íbamos 2 a 2, teníamos la esperanza de poder revertir la cosa en el segundo tiempo", aseveró.

Roberto Guillén, el médico del plantel "santo", fue otro de los que consideró que Aimar estaba clínicamente en condiciones de seguir jugando. "Visualmente no se observó que el jugador no esté para seguir. A simple vista estaba perfecto. Para mí, Aimar estaba fingiendo", acusó el doctor al visitante y entregó sus argumentos

"Los tres médicos, el del Siprosa, de la Policía y nosotros, coincidimos en eso. El futbolista fue trasladado al hospital Padilla para que le hicieran una serie de estudios para comprobar su estado clínico".

Gustavo Balvorín fue más cauto y diplomático. "Es medio complicado hacer un análisis de la cosa, porque le ocurrió a un colega y no tenemos por qué dudar de él. Es una situación desgraciada que frustró lo que debió ser una verdadera fiesta", manifestó el autor del 1 a 0 parcial del encuentro.

"Ring... Ring" luego indicó: "estuvimos hablando con el árbitro y nos dijo que estaba esperando que el jugador se recuperara para poder proseguir el encuentro. No fue así y esto obligó a suspenderlo. Si tengo que ser sincero, no vi lo que pasó, pero los que estuvieron cerca de la acción me dijeron que no era para suspender el cotejo. Pero, vuelvo a repetir, hay que dar fe de un colega y considerar que no estaba en condiciones de jugar", concluyó el goleador.

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