Por Leo Noli
30 Enero 2012
LO APURÓ. Balvorín le gana en el salto a Rosales y busca conectar el balón hacia los dominios de Hernández. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Pregunta, señor hincha. ¿A qué va a la cancha? Espere, espere, no me responda. Conozco la respuesta. Ahora, ¿a qué fue este NN que le arruinó el domingo a todos? ¿A agredir un rival, a matar al espectáculo? Debe ser, porque a cantar, mientras el resto sufría las de Caín viendo cómo la taba cambiaba de lado una y otra vez, seguro no. Y así como usted, maestro, se fue masticando bronca por no haber podido llegar al final de la película, el plantel de San Martín debe haber padecido lo mismo.
Salvedad aparte, la ira del "santo", más allá del 2 a 2 de Beraldi antes de la bajada de telón de Acosta, pasa por otra cosa. Caminará por esa procesión de errores cuya máxima beneficiada fue la cabeza del grandote Godoy. La cosa fue así. Primer intento al arco de los cordobeses, primer papelón. Abrieron rápido y tiraron la bocha casi al lateral de Hoyos, el súper héroe de La Ciudadela. Ayer se comió dos, sí, pero dos golazos. Aparte, tapó otros dos. A ver, a ver... Al "santo", el último cómodo de la tabla le llegó cinco veces y casi regresa con igual cantidad de gritos a su área. Tome nota. 42 segundos, descontrol atrás, pelota a los pies de Rena y disparo al palo zurdo de Lucas. Enorme, el pibe la sacó al córner. Al rato, Godoy desperdició otra clarita. San Martín la pasaba pésimo, con justicia. Sin embargo, los regalos a veces caen del cielo...
Y fue Hernández, el arquero de puños de algodón, el que los trajo. Sólo puso duras las manos a los 9?, cuando le metió un tacle francés a Balvorín. Penal, sí señor. Y gol. Al final de cuentas, daba la sensación de que el partido iba a ser cosa juzgada, a partir de la ventaja. Error. Godoy apareció en su máxima expresión para burlar con una peinadita la lentitud de la defensa aérea rojiblanca, y luego para ganarles a los dubitativos de Scolari y Loeschbor. Hernández sacó rápido; Godoy, de guapo, entró por el costado y cabeceó ante la salida desesperada de Hoyos. De manual.
2-1. Baldazo en 3?. Por suerte, Hernández, un láser y Beraldi acomodaron la bonita cerca del ángulo hasta dibujar el 2 a 2. Justo segundos antes del mocazo del NN.
Salvedad aparte, la ira del "santo", más allá del 2 a 2 de Beraldi antes de la bajada de telón de Acosta, pasa por otra cosa. Caminará por esa procesión de errores cuya máxima beneficiada fue la cabeza del grandote Godoy. La cosa fue así. Primer intento al arco de los cordobeses, primer papelón. Abrieron rápido y tiraron la bocha casi al lateral de Hoyos, el súper héroe de La Ciudadela. Ayer se comió dos, sí, pero dos golazos. Aparte, tapó otros dos. A ver, a ver... Al "santo", el último cómodo de la tabla le llegó cinco veces y casi regresa con igual cantidad de gritos a su área. Tome nota. 42 segundos, descontrol atrás, pelota a los pies de Rena y disparo al palo zurdo de Lucas. Enorme, el pibe la sacó al córner. Al rato, Godoy desperdició otra clarita. San Martín la pasaba pésimo, con justicia. Sin embargo, los regalos a veces caen del cielo...
Y fue Hernández, el arquero de puños de algodón, el que los trajo. Sólo puso duras las manos a los 9?, cuando le metió un tacle francés a Balvorín. Penal, sí señor. Y gol. Al final de cuentas, daba la sensación de que el partido iba a ser cosa juzgada, a partir de la ventaja. Error. Godoy apareció en su máxima expresión para burlar con una peinadita la lentitud de la defensa aérea rojiblanca, y luego para ganarles a los dubitativos de Scolari y Loeschbor. Hernández sacó rápido; Godoy, de guapo, entró por el costado y cabeceó ante la salida desesperada de Hoyos. De manual.
2-1. Baldazo en 3?. Por suerte, Hernández, un láser y Beraldi acomodaron la bonita cerca del ángulo hasta dibujar el 2 a 2. Justo segundos antes del mocazo del NN.