30 Enero 2012
CAMINAR Y COMPARAR PRECIOS. No es recomendable comprar todos los últiles en un solo lugar. La clave para hacer rendir el dinero es buscar buenas ofertas en distintos comercios. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
Es cierto: hace calor y las clases aún parecen muy lejanas. Pero lo mejor que podés hacer ahora es ponerte ropa fresca, hidratarte bien y salir a recorrer los comercios que venden elementos escolares. Aunque algunas instituciones educativas demoren en publicar la lista escolar, hacé tus compras lo más pronto posible ¿La ventaja? Podrás elegir con tranquilidad aquellos elementos que a tus hijos le harán falta y todo lo que, según tu criterio, ellos necesitarán a lo largo del año dentro del aula. Así evitarás realizar un desembolso enorme a última hora y podrás elegir tranquilamente los útiles escolares y la indumentaria buscando los mejores precios. A continuación te damos algunos consejos para que la experiencia sea exitosa:
Lo primero que tenés que hacer es revisar el fondo de la mochila de tus hijos o el escritorio de los chicos para saber qué sirve de los útiles que les sobraron del año pasado. Así, sólo vas a comprar lo que haga falta reponer. Aunque es difícil, te podés llevar más de una sorpresa: es posible que las tijeras, las reglas, los repuestos y las cartucheras, entre otros objetos, estén en buen estado (por lo menos como para durar hasta mitad de año).
Compará en comercios del mismo rubro los precios, las marcas y las calidades. Una buena idea es juntarte con otros padres y adquirir los útiles escolares en grupo. De esa manera es posible alcanzar un buen descuento por la gran compra que realizarán entre todos.
Verificá el estado en el que se encuentran los productos que estás a punto de comprar. Con respecto a los cuadernos, debés prestar atención a los márgenes del papel. Es necesario que estén correctamente impresos, sin dobleces, manchas o perforaciones. Los cuadernos de espiral o cosidos y pegados son más resistentes que el resto. No te olvides de que comprar un producto dañado es casi lo mismo que tirar el dinero a la basura.
Confirmá que las cajas de crayones, de lápices o de temperas contengan el número indicado de elementos, y que no estén fracturados o reventados. Además verificá que el producto no sea tóxico. Recordá siempre que es común que los chicos se los lleven a la boca y que los muerdan. En este sentido, los más recomendables son los que usan tinta a base de agua.
Si querés evitar lastimaduras que pueden causar más que un susto, comprá tijeras para manualidades que posean las puntas redondeadas. De esa manera, será más difícil que los chicos lleguen a lastimarse.
Tus hijos te las van a pedir a los gritos, pero vos te tenés que poner firme: cuando elijas las gomas de borrar tratá de evitar aquellas que poseen aromas o formas divertidas, porque no te garantizan un borrado efectivo. Además, son una tentación para los más chiquitos, que se las pueden terminar llevando a la boca.
Si tus chicos te van a acompañar a comprar los útiles escolares, tené en cuenta que van a insistir hasta el berrinche para que les compres lo que ellos quieren. Es que se van a encontrar con un mundo de colores y personajes que los van a enloquecer: en las mochilas, en las cartucheras y en casi todos los elementos aparecerán sus personajes favoritos de la TV o de los videojuegos. Pero vos debés tener en claro un aspecto que juega a favor de tu bolsillo: los maestros piden que las carpetas sean forradas, así que no tiene sentido adquirir diseños vistosos, que son más caros y que, al final de cuentas, terminarán perdidos detrás del papel araña.
Lo primero que tenés que hacer es revisar el fondo de la mochila de tus hijos o el escritorio de los chicos para saber qué sirve de los útiles que les sobraron del año pasado. Así, sólo vas a comprar lo que haga falta reponer. Aunque es difícil, te podés llevar más de una sorpresa: es posible que las tijeras, las reglas, los repuestos y las cartucheras, entre otros objetos, estén en buen estado (por lo menos como para durar hasta mitad de año).
Compará en comercios del mismo rubro los precios, las marcas y las calidades. Una buena idea es juntarte con otros padres y adquirir los útiles escolares en grupo. De esa manera es posible alcanzar un buen descuento por la gran compra que realizarán entre todos.
Verificá el estado en el que se encuentran los productos que estás a punto de comprar. Con respecto a los cuadernos, debés prestar atención a los márgenes del papel. Es necesario que estén correctamente impresos, sin dobleces, manchas o perforaciones. Los cuadernos de espiral o cosidos y pegados son más resistentes que el resto. No te olvides de que comprar un producto dañado es casi lo mismo que tirar el dinero a la basura.
Confirmá que las cajas de crayones, de lápices o de temperas contengan el número indicado de elementos, y que no estén fracturados o reventados. Además verificá que el producto no sea tóxico. Recordá siempre que es común que los chicos se los lleven a la boca y que los muerdan. En este sentido, los más recomendables son los que usan tinta a base de agua.
Si querés evitar lastimaduras que pueden causar más que un susto, comprá tijeras para manualidades que posean las puntas redondeadas. De esa manera, será más difícil que los chicos lleguen a lastimarse.
Tus hijos te las van a pedir a los gritos, pero vos te tenés que poner firme: cuando elijas las gomas de borrar tratá de evitar aquellas que poseen aromas o formas divertidas, porque no te garantizan un borrado efectivo. Además, son una tentación para los más chiquitos, que se las pueden terminar llevando a la boca.
Si tus chicos te van a acompañar a comprar los útiles escolares, tené en cuenta que van a insistir hasta el berrinche para que les compres lo que ellos quieren. Es que se van a encontrar con un mundo de colores y personajes que los van a enloquecer: en las mochilas, en las cartucheras y en casi todos los elementos aparecerán sus personajes favoritos de la TV o de los videojuegos. Pero vos debés tener en claro un aspecto que juega a favor de tu bolsillo: los maestros piden que las carpetas sean forradas, así que no tiene sentido adquirir diseños vistosos, que son más caros y que, al final de cuentas, terminarán perdidos detrás del papel araña.
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