29 Enero 2012
WASHINGTON/TEHERÁN.- La capacidad de destrucción de las armas convencionales estadounidenses es demasiado escasa para destruir las instalaciones nucleares iraníes que están bajo tierra. Por ello, el Pentágono quiere seguir desarrollando bombas con mayor potencia destructiva, para lo cual pidió un financiamiento especial al Congreso, publicó ayer el diario The Wall Street Journal, en base a fuentes gubernamentales.
La Massive Ordnance Penetrator, un arma capaz de penetrar búnquers, se está fabricado adrede para destruir instalaciones especialmente reforzadas, como las que se sospecha que existen en Irán y en Corea del Norte. El objetivo es que antes de estallar, el proyectil sea capaz de penetra piedra, hormigón o acero, según la información.
Inspectores nucleares
En Teherán aguardan la llegada de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, que relevarán el uso pacífico de los trabajos atómicos. El ex ministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Welayati, aseguró que la misión podrá realizar todas las inspecciones que considera oportunas y comprometió el pleno respaldo del Gobierno.
"No obstante, no vamos a ceder en nuestros derechos internacionales, pues siempre respetamos la normativa internacional", añadió Welayati, asesor del líder espiritual del país, el ayatollah Ali Jamenei. Entre los puntos que parecen ser irrenunciables está el enriquecimiento de uranio. Una de las plantas que se abocará a esta tarea figuraría en la lista de las que serían revisadas: se trata de la instalación bajo tierra de Fordo, que se pondrá en marcha en febrero.
El titular de la OIEA, Yukiya Amano, destacó que la delegación viaja con un espíritu constructivo. "Somos optimistas y pedimos a las autoridades de Irán que cooperen con nosotros" agregó. El organismo deslizó en 2011 que la República Islámica tenía planes para fabricar armas atómicas. (DPA-Télam)
La Massive Ordnance Penetrator, un arma capaz de penetrar búnquers, se está fabricado adrede para destruir instalaciones especialmente reforzadas, como las que se sospecha que existen en Irán y en Corea del Norte. El objetivo es que antes de estallar, el proyectil sea capaz de penetra piedra, hormigón o acero, según la información.
Inspectores nucleares
En Teherán aguardan la llegada de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, que relevarán el uso pacífico de los trabajos atómicos. El ex ministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Welayati, aseguró que la misión podrá realizar todas las inspecciones que considera oportunas y comprometió el pleno respaldo del Gobierno.
"No obstante, no vamos a ceder en nuestros derechos internacionales, pues siempre respetamos la normativa internacional", añadió Welayati, asesor del líder espiritual del país, el ayatollah Ali Jamenei. Entre los puntos que parecen ser irrenunciables está el enriquecimiento de uranio. Una de las plantas que se abocará a esta tarea figuraría en la lista de las que serían revisadas: se trata de la instalación bajo tierra de Fordo, que se pondrá en marcha en febrero.
El titular de la OIEA, Yukiya Amano, destacó que la delegación viaja con un espíritu constructivo. "Somos optimistas y pedimos a las autoridades de Irán que cooperen con nosotros" agregó. El organismo deslizó en 2011 que la República Islámica tenía planes para fabricar armas atómicas. (DPA-Télam)
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