22 Enero 2012
"El costo que paga la sociedad por esta epidemia de adicciones es cada vez más alto", analiza el experto en el tema, Ramiro Hernández, director médico del centro de rehabilitación "Volver".
"A los daños a la salud que ya todos conocemos que provocan las drogas hay que agregarles el gran impacto que tienen sobre la educación; no nos olvidemos que la gran mayoría de los que hoy tienen problemas con las sustancias son jóvenes. Las consecuencias también se verán en el futuro porque muchos de ellos ya tienen parte de su capacidad productiva comprometida", resaltó el especialista.
También habló de los gastos que insumen todas las enfermedades asociadas a las adicciones, especialmente las psicológicas.
En la balanza
Hernández sostiene que mientras siga siendo mayor el presupuesto destinado al tratamiento que a la prevención será difícil revertir el creciente daño que genera esta problemática a la economía de toda una comunidad.
"Las adicciones son un fenómeno incorporado a la cultura. Atraviesa todas las clases, todas las edades. Hay que hacer una muy fuerte inversión en prevención. Realmente, creo que no hay una política seria y articulada que permita enfrentar este fenómeno", señala.
Baja efectividad
Al mismo tiempo, el experto precisa que mientras se destina cada vez más dinero a la rehabilitación de adictos los tratamientos no tienen una efectividad mayor al 30%. "De cada 10 pacientes que inician una terapia, se recuperan 2 o 3. Es un proceso muy largo y costosísimo, que no sólo implica la abstinencia a una sustancia, sino también la reinserción laboral de la persona adicta", comenta el profesional.
Por eso, según Hernández, la clave está en actuar antes para prevenir que una persona llegue a las drogas y tenga que iniciar un costoso tratamiento. "Destinar más fondos a la prevención es la clave. Hoy no hay política clara al respecto y se destinan mínimos recursos para estas áreas tan fundamentales. La base está en admitir que se trata de una enfermedad social que necesita ser atacada desde varios frentes", concluyó.
"A los daños a la salud que ya todos conocemos que provocan las drogas hay que agregarles el gran impacto que tienen sobre la educación; no nos olvidemos que la gran mayoría de los que hoy tienen problemas con las sustancias son jóvenes. Las consecuencias también se verán en el futuro porque muchos de ellos ya tienen parte de su capacidad productiva comprometida", resaltó el especialista.
También habló de los gastos que insumen todas las enfermedades asociadas a las adicciones, especialmente las psicológicas.
En la balanza
Hernández sostiene que mientras siga siendo mayor el presupuesto destinado al tratamiento que a la prevención será difícil revertir el creciente daño que genera esta problemática a la economía de toda una comunidad.
"Las adicciones son un fenómeno incorporado a la cultura. Atraviesa todas las clases, todas las edades. Hay que hacer una muy fuerte inversión en prevención. Realmente, creo que no hay una política seria y articulada que permita enfrentar este fenómeno", señala.
Baja efectividad
Al mismo tiempo, el experto precisa que mientras se destina cada vez más dinero a la rehabilitación de adictos los tratamientos no tienen una efectividad mayor al 30%. "De cada 10 pacientes que inician una terapia, se recuperan 2 o 3. Es un proceso muy largo y costosísimo, que no sólo implica la abstinencia a una sustancia, sino también la reinserción laboral de la persona adicta", comenta el profesional.
Por eso, según Hernández, la clave está en actuar antes para prevenir que una persona llegue a las drogas y tenga que iniciar un costoso tratamiento. "Destinar más fondos a la prevención es la clave. Hoy no hay política clara al respecto y se destinan mínimos recursos para estas áreas tan fundamentales. La base está en admitir que se trata de una enfermedad social que necesita ser atacada desde varios frentes", concluyó.
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