Por Gustavo Rodríguez
22 Enero 2012
Con un par de palabras marcan golazos o tiran la pelota a la tribuna sin ningún pudor. Los foristas transformaron a LAGACETA.com en un campo de juego virtual donde todos los días se juega un partido con los dientes apretados y las neuronas bien despiertas para ser el autor del comentario más inteligente para sus seguidores o hirientes, para los contras. No hay árbitros, pero si un moderador que recibe la misma cantidad de insultos que un hombre de negro. Ese espacio, según se encargan de recalcar cada vez que pueden, a través de un personaje anónimo, les permite hacer culto al folclore futbolero durante las 24 horas del día y no sólo en el transcurso de 90 minutos.
El Jeque nació a las horas de que San Martín descendiera a la B Nacional por tercera vez en su historia. Es uno de los máximos referentes de los "santos" en los foros. "Al principio fue la mejor opción que encontré para opinar lo que sentía como hincha. Después comencé a cargar a los primos y a emitir opiniones sobre distintos temas. Ahora opino de todo y no sólo de fútbol", contó Jorge, de 43 años que se dedica a los negocios inmobiliarios.
La historia de Paco Vilca es distinta. Según dijo en su charla con LA GACETA, Mario, de 39 años, apareció para hacer justicia. "Siempre entraba al sitio del diario y observaba que los foristas "santos" tenían una virtud: ellos sólo se acordaban de los éxitos deportivos, pero a los fracasos los tenían bien escondidos. Inventé ese personaje, que es hincha de San Martín, para que no se olviden de todas las cosas que guardan bajo la alfombra. Por supuesto que él las saca y se arman las polémicas", destacó el diseñador gráfico y artista plástico.
Sin diferencias
No estuvieron juntos porque Paco Vilca prefirió mantener en secreto su anonimato. "Como siempre, ellos nunca se animan", bromeó El Jeque, antes de aceptar la postura de su primo. Sin embargo, sus ideas y sus palabras, se repiten. Ambos coincidieron en señalar que los personajes que crearon cobraron vida y crecieron de manera desproporcionada hasta transformarse en referentes de los hinchas comunes de los grandes de la provincia.
"A veces no puedo creer hasta dónde llegó todo esto. A Paco lo tuve que llevar a Facebook y a Twitter para que siguiera teniendo vida. Necesitaba espacio porque sentía que la gente me lo estaba pidiendo. Las respuestas siempre fueron las mismas: muchos se divierten y otros me insultan", reconoció el creador del personaje que está del lado de los de 25 de Mayo y Chile.
Jorge se animó a más. "Todos los días se juegan clásicos en el foro y por supuesto que hay de todo. Pero en los últimos tiempos creció el respeto porque nos dimos cuenta que somos una especie de gran familia y que todos amamos este deporte, aunque ocupemos diferentes tribunas. Por supuesto que hay desubicados, pero esos solos se van borrando o no encuentran eco de los otros", explicó.
No a la violencia
Como si fueran futbolistas, los dos reconocen que tienen bien identificados a los rivales que deben marcar en el campo virtual. El Jeque nombra a Winston Churchill, Poroto, Kramer y Paco Vilca, entre otros. Mario no recuerda muchos los nombres, pero si las costumbres de cada uno de ellos: "me molestan esos que se creen los Luis Rey y sacan estadísticas de cualquier lado para decir algo o plantear alguna postura. Pero eso no dice nada. No tiene nada que ver con el folclore futbolero porque los números matan cualquier ilusión", opinó.
Los duelos entre ambos personajes son clásicos en los foros. A pesar de las peleas, las bromas y las gastadas crueles, ambos están en contra de la violencia. Se declararon enemigos de las agresiones físicas y de los que son capaces de golpear por una camiseta.
"Los hinchas tenemos que participar para engrandecer a nuestros clubes. Mi sueño es ver un clásico en Primera. Para ello, todos tenemos que ayudar. Siento vergüenza cuando veo que entre los dos no llegamos a los 12.000 socios. Así es imposible. Se puede crecer, pero haciendo bien las cosas; que los duelos sean una fiesta y que todo el país hable de este clásico por eso y nada más", recalcó El Jeque.
Paco Vilca no se quedó atrás. "Desde muy chiquito mi papá me llevó a la cancha y ahí nació mi amor por Atlético. Ahora hago lo mismo con mi hijo de 10 años. Empezamos en la platea y fuimos dando la vuelta por el Monumental hasta que terminamos en la tribuna de la calle Chile. Disfruto viéndolo cantar con el alma. Me encanta que sea así de apasionado y quiero que siempre sea igual. Que aliente hasta al cansancio a su equipo, pero siempre en paz", concluyó.
El Jeque nació a las horas de que San Martín descendiera a la B Nacional por tercera vez en su historia. Es uno de los máximos referentes de los "santos" en los foros. "Al principio fue la mejor opción que encontré para opinar lo que sentía como hincha. Después comencé a cargar a los primos y a emitir opiniones sobre distintos temas. Ahora opino de todo y no sólo de fútbol", contó Jorge, de 43 años que se dedica a los negocios inmobiliarios.
La historia de Paco Vilca es distinta. Según dijo en su charla con LA GACETA, Mario, de 39 años, apareció para hacer justicia. "Siempre entraba al sitio del diario y observaba que los foristas "santos" tenían una virtud: ellos sólo se acordaban de los éxitos deportivos, pero a los fracasos los tenían bien escondidos. Inventé ese personaje, que es hincha de San Martín, para que no se olviden de todas las cosas que guardan bajo la alfombra. Por supuesto que él las saca y se arman las polémicas", destacó el diseñador gráfico y artista plástico.
Sin diferencias
No estuvieron juntos porque Paco Vilca prefirió mantener en secreto su anonimato. "Como siempre, ellos nunca se animan", bromeó El Jeque, antes de aceptar la postura de su primo. Sin embargo, sus ideas y sus palabras, se repiten. Ambos coincidieron en señalar que los personajes que crearon cobraron vida y crecieron de manera desproporcionada hasta transformarse en referentes de los hinchas comunes de los grandes de la provincia.
"A veces no puedo creer hasta dónde llegó todo esto. A Paco lo tuve que llevar a Facebook y a Twitter para que siguiera teniendo vida. Necesitaba espacio porque sentía que la gente me lo estaba pidiendo. Las respuestas siempre fueron las mismas: muchos se divierten y otros me insultan", reconoció el creador del personaje que está del lado de los de 25 de Mayo y Chile.
Jorge se animó a más. "Todos los días se juegan clásicos en el foro y por supuesto que hay de todo. Pero en los últimos tiempos creció el respeto porque nos dimos cuenta que somos una especie de gran familia y que todos amamos este deporte, aunque ocupemos diferentes tribunas. Por supuesto que hay desubicados, pero esos solos se van borrando o no encuentran eco de los otros", explicó.
No a la violencia
Como si fueran futbolistas, los dos reconocen que tienen bien identificados a los rivales que deben marcar en el campo virtual. El Jeque nombra a Winston Churchill, Poroto, Kramer y Paco Vilca, entre otros. Mario no recuerda muchos los nombres, pero si las costumbres de cada uno de ellos: "me molestan esos que se creen los Luis Rey y sacan estadísticas de cualquier lado para decir algo o plantear alguna postura. Pero eso no dice nada. No tiene nada que ver con el folclore futbolero porque los números matan cualquier ilusión", opinó.
Los duelos entre ambos personajes son clásicos en los foros. A pesar de las peleas, las bromas y las gastadas crueles, ambos están en contra de la violencia. Se declararon enemigos de las agresiones físicas y de los que son capaces de golpear por una camiseta.
"Los hinchas tenemos que participar para engrandecer a nuestros clubes. Mi sueño es ver un clásico en Primera. Para ello, todos tenemos que ayudar. Siento vergüenza cuando veo que entre los dos no llegamos a los 12.000 socios. Así es imposible. Se puede crecer, pero haciendo bien las cosas; que los duelos sean una fiesta y que todo el país hable de este clásico por eso y nada más", recalcó El Jeque.
Paco Vilca no se quedó atrás. "Desde muy chiquito mi papá me llevó a la cancha y ahí nació mi amor por Atlético. Ahora hago lo mismo con mi hijo de 10 años. Empezamos en la platea y fuimos dando la vuelta por el Monumental hasta que terminamos en la tribuna de la calle Chile. Disfruto viéndolo cantar con el alma. Me encanta que sea así de apasionado y quiero que siempre sea igual. Que aliente hasta al cansancio a su equipo, pero siempre en paz", concluyó.
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