21 Enero 2012
Volver a empezar
Benjamin Mee es un periodista que luego de quedar viudo, renuncia a su trabajo y se muda a una casa que compra en las afueras de la ciudad, en la que funcionaba un zoológico. Mee tratará de reflotar el emprendimiento mientras intenta recomponer las relaciones afectivas con sus dos hijos.
Un zoológico en casa | Drama, ATP 124'
El director Cameron Crowe (recordado por filmes como "Jerry Maguire" o "Casi famosos") recibió el encargo de dirigir esta película acerca de la nueva vida de un viudo reciente que compra un zoológico en ruinas para reconstruirlo, al mismo tiempo que trata de edificar nuevos puentes en la relación con su hija pequeña y con su hijo adolescente, profundamente golpeado por la muerte de su madre. Crowe aceptó y, además, se hizo cargo del guión; esto le permitió tener un control total sobre la historia, que tranquilamente podría haber sido un compendio de lugares comunes y de golpes bajos. El director, por el contrario, trata permanentemente de conducir la narración con tono emotivo pero sin usar la brocha gorda en el trazo de las situaciones o en la pintura de los personajes. Es cierto que todo resulta bastante previsible y que no hay demasiadas sorpresas a lo largo de las más de dos horas de metraje, pero hay que reconocer también que el tono de la historia convence y atrapa al espectador. Las reflexiones sobre la muerte de un ser querido y el tratamiento de los problemas que surgen cuando se intenta seguir adelante con la vida después de experimentar una situación trágica están expresados con mucha inteligencia y con enorme sensibilidad. Y cuando uno piensa que se trata una vez más de las fórmulas edulcoradas a las que apela el cine de Hollywood, es bueno recordar que la historia está basada en hechos reales ocurridos hace cinco años en Inglaterra.
Matt Damon concreta un buen trabajo actoral en el papel protagónico y se complementa adecuadamente con Maggie Elizabeth Jones (su hija) y Colin Ford (el hijo adolescente); el resto del elenco no desentona (correcta Scarlett Johansson como la directora del zoológico), sobre todo en los aportes humorísticos de Angus Macfayden (el excéntrico colaborador de Mee en el zoológico), John Michael Higgins (el "malvado" funcionario del que depende la habilitación del predio) o Thomas Haden Church (el afligido hermano del protagonista). Otro punto a favor es la elección de la música, tema en el que el director es un verdadero experto.
El filme seguramente no va a revolucionar la historia del cine, pero está hecho con espíritu sensible y con dignidad, se deja ver con agrado y seguramente será una propuesta interesante para público de todas las edades.
El director Cameron Crowe (recordado por filmes como "Jerry Maguire" o "Casi famosos") recibió el encargo de dirigir esta película acerca de la nueva vida de un viudo reciente que compra un zoológico en ruinas para reconstruirlo, al mismo tiempo que trata de edificar nuevos puentes en la relación con su hija pequeña y con su hijo adolescente, profundamente golpeado por la muerte de su madre. Crowe aceptó y, además, se hizo cargo del guión; esto le permitió tener un control total sobre la historia, que tranquilamente podría haber sido un compendio de lugares comunes y de golpes bajos. El director, por el contrario, trata permanentemente de conducir la narración con tono emotivo pero sin usar la brocha gorda en el trazo de las situaciones o en la pintura de los personajes. Es cierto que todo resulta bastante previsible y que no hay demasiadas sorpresas a lo largo de las más de dos horas de metraje, pero hay que reconocer también que el tono de la historia convence y atrapa al espectador. Las reflexiones sobre la muerte de un ser querido y el tratamiento de los problemas que surgen cuando se intenta seguir adelante con la vida después de experimentar una situación trágica están expresados con mucha inteligencia y con enorme sensibilidad. Y cuando uno piensa que se trata una vez más de las fórmulas edulcoradas a las que apela el cine de Hollywood, es bueno recordar que la historia está basada en hechos reales ocurridos hace cinco años en Inglaterra.
Matt Damon concreta un buen trabajo actoral en el papel protagónico y se complementa adecuadamente con Maggie Elizabeth Jones (su hija) y Colin Ford (el hijo adolescente); el resto del elenco no desentona (correcta Scarlett Johansson como la directora del zoológico), sobre todo en los aportes humorísticos de Angus Macfayden (el excéntrico colaborador de Mee en el zoológico), John Michael Higgins (el "malvado" funcionario del que depende la habilitación del predio) o Thomas Haden Church (el afligido hermano del protagonista). Otro punto a favor es la elección de la música, tema en el que el director es un verdadero experto.
El filme seguramente no va a revolucionar la historia del cine, pero está hecho con espíritu sensible y con dignidad, se deja ver con agrado y seguramente será una propuesta interesante para público de todas las edades.
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